Eterno resplandor de la mente antimaterialista

0

La percepción del mundo en que vivimos evoca aquella curiosa película, con aquel guion tan original de Charlie Kaufman, en el que un amante despechado se sometía a un tratamiento para borrar todos los recuerdos de la persona amada. El protagonista prefería eliminar de un plumazo la memoria a soportar la crudeza de una realidad dolorosa.

El pensamiento actual parece haberse abonado a un tratamiento semejante, pero no para un único borrado sino para una recurrente limpieza del historial. Se diría que se nos obliga a vivir en un eterno día de la marmota.

Ione Belarra, puño en alto, celebra el éxito de su Gobierno, cuya influencia ha logrado «podemizar» al BCE o a Úrsula Von der Leyen, con quienes recibe -ex aequo- la medalla de las reformas fiscales.

Es especialmente tedioso en lo que se refiere a la política. Los representantes de la izquierda actual, partidarios de lo que llaman política útil, redescubren cada cierto tiempo y con enorme sorpresa que los partidos conservadores actúan a favor de los ricos. Sus hallazgos producen polémicas que generan miles de discusiones en redes y videos que se comparten con insistencia.

Cada semana inventan la pólvora y nos revelan muy alarmados que los medios de prensa tienen dueños, que los jueces siguen dictados de ideología conservadora o que el sistema está lleno de aprovechados corruptos.

Su capacidad de sorpresa es admirable. Y no será porque no vivamos en un mundo de difícil acceso a la información. Tampoco porque no sean personas preparadas. Más bien al contrario, como hemos visto en la presentación de los elegidos de Sumar, se trata de personas con muchos títulos académicos, mismo procedimiento de selección que usó en su origen Podemos.

Pongamos tres breves ejemplos de la actualidad:

  • La insistencia en aprobar la ley trans con urgencia desoye las alegaciones de feministas, que advierten de graves perjuicios para las mujeres y la infancia. Los desencuentros se fundamentan en razonamientos que ya deberían estar asentados con normalidad. En cambio, sus defensores la plantean como algo rompedor y transgresor, cuyo rechazo por las mentes más conservadoras genera un debate muy mediático. Llama la atención que los paladines de la política útil hayan logrado con su -nunca suficientemente contada- escasa representación parlamentaria un gran avance en esta ley, pero que no suceda lo mismo en la derogación de la ley mordaza, las reformas laborales o la especulación de la vivienda. El lector puede encontrar abundante información sobre esta ley en las entradas de opinión de este medio, como por ejemplo en el último artículo de Ricardo Fernández o de Pilar Aguilar Carrasco
  • El pasmo por la victoria de la posfascista Meloni en Italia. Otro ejemplo de la inagotable capacidad de sorpresa de la izquierda posmoderna y pragmática. Lo explica muy bien Lidia Falcón en una entrada reciente. Es digno de estudio que nuestros políticos vean de cerca el fascismo, pero no sean capaces de distinguirlo cuando está a más distancia. El giro parlamentario en Italia era preocupante (ya no tanto una vez que Meloni ha tranquilizado a la UE asegurando que no saldrá del redil). Pero unos kilómetros más al este, en Ucrania, los ojos de nuestros estrategas no ven atisbos de fascismo, ni trazas de imperialismo americano. Al contrario, lo de allí es merecedor de nuestro total apoyo, hasta el punto de sacrificarnos para enviarles más armas y avivar la guerra.
  • Los impuestos a las grandes fortunas, presentados como un éxito del Gobierno de progreso (como si no lo hubiese podido realizar igualmente un gobierno de derechas), aconsejados hasta por el mismísimo BCE. Como bien explica en otra entrada reciente Antoni Puig, se trata de ajustes fiscales ejecutados en consonancia con los dictados de la UE, en sostenimiento de la guerra que fomenta la OTAN. El peso de los gastos militares, pese a esos impuestos, recaerá sobre los hombros de los más débiles, la clase trabajadora.

¿Por qué la izquierda actual se presta a desprogramar el antivirus que nos defendería de estos pasos atrás? ¿Por qué borra las líneas de memoria que nos mantendrían alerta ante la pérdida de conciencia?

Por la sencilla razón de que esta «política práctica» está perfectamente admitida por la ideología dominante. Los cambios que logre realizar no afectarán al disco duro del sistema, ni a su sistema operativo. Ajenos al más simple análisis materialista, nunca transformarán nada que trastoque el orden establecido excepto en cuestiones cosméticas o superficiales.

Su estrategia además no tiene nada de novedosa ni de moderna. Al contrario, cuenta con más de un siglo de trayectoria. Federico Engels ya escribía sobre ello, por poner un ejemplo, en Del socialismo utópico al socialismo científico: «el socialismo tradicional era incompatible con esta nueva concepción materialista de la historia, ni más ni menos que la concepción de la naturaleza del materialismo francés no podía avenirse con la dialéctica y las nuevas ciencias naturales. En efecto, el socialismo anterior criticaba el modo capitalista de producción existente y sus consecuencias, pero no acertaba a explicarlo, ni podía, por tanto, destruirlo ideológicamente, no se le alcanzaba más que repudiarlo, lisa y llanamente, como malo».

Si el lector se fija, el protagonista de la película presentada aquí como anécdota para iniciar la lectura, borraba de su memoria los recuerdos con la intención de desprenderse de pensamientos que le resultaban intolerables. Pero al hacerlo no borraba sólo recuerdos. Si nosotros somos lo que vivimos, si nuestra sustancia es el tiempo vivido, al eliminarlo también nos eliminaríamos a nosotros mismos, a nuestra propia esencia.

De un modo semejante, al escamotearnos la explicación material de nuestra realidad, los políticos aparentemente amigos nos hacen un flaco favor. Imposibilitan que seamos conscientes de lo que verdaderamente somos. Nos impelen a vivir en un eterno presente cuyo paisaje y guion está impuesto por la ideología dominante. Así, nunca seremos capaces de avanzar más allá de la tramoya que nos impide ver un horizonte verdaderamente revolucionario.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.