Ayer se extendió como la pólvora la noticia de que un misil norcoreano había «sobrevolado» Japón. La prensa, ante la morbosidad que ofrece el titular, se ha lanzado a recoger estos hechos que, al parecer, habrían alarmado a las autoridades japonesas, quienes habrían llamado a sus ciudadanos a refugiarse bajo tierra o en el interior de los edificios.
La realidad, sin embargo, es bastante menos peliaguda de lo que parece. Cabe destacar que el misil, sin ningún tipo de arma cargada, cayó a 3000km del archipiélago japonés, por lo que cualquier riesgo era absolutamente inexistente.
Además, el misil balístico de alcance intermedio lanzado ayer por Corea del Norte (el Hwasong-12), voló a una altura de unos 2000km. Para que nos hagamos una idea de lo eufemístico que es decir que el misil «sobrevoló Japón», la Estación Espacial Internacional mantiene una altitud media de unos 400km, una altura más de tres veces inferior a la que el misil «sobrevoló» Japón.
Por si esto no es suficiente para contextualizar la exageración en el tratamiento mediático de la noticia, véamos la altura a la que se encuentran las capas de la atmósfera:
Así ironizaba el español Cao de Benós sobre la peligrosidad del misil norcoreano:
