Mercenarios sin fronteras

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Como un resorte saltaron ayer los medios españoles y los analistas de la «izquierda» posmoderna para comentar, con mal disimulado júbilo, los incidentes en Rusia tras la sublevación del jefe de la empresa privada militar Wagner, Evgueni Prigozhin.

En cuestión de minutos, los expertos sacaban a relucir las expresiones golpe de Estado y guerra civil, y figuras políticas de la supuesta izquierda aleccionaban sobre la inconveniencia de los ejércitos de mercenarios.

Ustedes disculpen. No están en condiciones de dar lecciones sobre mercenarios.

En estos tiempos oscuros, la dialéctica fue arrojada a patadas por la ventana. Más que nunca conviene que el pueblo esté distraído, por eso procuran difundir un modo de pensamiento ridículamente simple: los personajes y sucesos de la actualidad son o buenos o malos, están de mi lado o contra mí, según criterios morales o identitarios o cualquier otro, excepto un criterio material.

En el escenario resultante de esa mentalidad estrecha, como de caballo al que se le priva de su visión de 360 grados con anteojeras, cuestionar a Sumar significa automáticamente ser de Vox, o discutir las acciones de la OTAN equivale a ser amigo de Putin (para una reflexión más profunda, en esta misma columna De Putin no es santo a Putin es Satán o en ¿Neonazis? De entrada, no).

Nuestros adalides del cambio de paradigma son maestros en este arte. Tienen una vista telescópica para descubrir la menor traza de imperialismo allende los Urales, pero se vuelven ciegos de pronto cuando el imperialismo se sienta a su misma mesa.

Ustedes ven la paja en el ojo ajeno y no ven a Blackwater en el propio.

Porque es también una empresa privada, Academi (Blackwater), quien se encarga de suministrar soldados y entrenamiento para la guerra permanente de EEUU, el conflicto militar global con el que mantiene -hasta ahora- su hegemonía, como en Yemen, Afganistán e Irak, o en los intentos de desestabilizar Venezuela. También es empresa privada Defion Internacional, con sede en Lima, Perú, que recluta personal para los conflictos gringos en diversas partes del mundo. O Garda World, compañía canadiense presente en Libia durante el asesinato de Gadafi.

Para esta guerra estructural contra el mundo no alineado, la que mantienen los aliados occidentales, sirven tanto los mercenarios en plantilla como los subrogados. Recordemos que hasta la mismísima Hillary Clinton reconocía haber armado en Afganistán a muyahidines para fastidiar a la URSS y que luego «se le fueron de las manos». Una guerra subrogada es el propio conflicto en Ucrania, en el que Zelensky viaja por los parlamentos europeos, aplaudido por nuestros paladines de la democracia, solicitando más armas.

Hace apenas dos días, nuestro Gobierno de Progreso pataleaba indignado porque la OTAN se reunía con empresas alemanas, francesas o noruegas (empresas que fabrican armamentos y son también muy privadas y muy lucrativas) y dejaban fuera a las españolas, exigiendo ser incluidas en el suculento negocio de aportar la inagotable necesidad de munición que precisa Ucrania.

En fin, hagan el favor de ahorrarnos sus desnudeces. Que se les nota demasiado su doble moral. Que de lejos ven oligarcas y cuando están cerca ven emprendedores y patriotas ejemplares.

Quieren ustedes dar lecciones de anti imperialismo hasta al Partido Comunista de la Federación Rusa, con el aire casposo del cuñado que ve los toros desde la barrera. No son más que sumisos gestores de las exigencias de la UE y pretenden dar consejos a los trabajadores sobre imperialismo.

No se corten y vayan a Rusia a hacer un Pepe Álvarez. Hagan como el secretario general de UGT, que viajó a Francia a participar en las movilizaciones contra la reforma de las pensiones. Consejos vendo para el extranjero que para mis trabajadores no tengo.

Una cosa sí les reconozco, tanto a nuestros héroes del cambio como a nuestros inefables medios informativos: en lo que se refiere al mercenariado son unos expertos.

Para tratar de obstaculizar que el mundo unipolar cambie inevitablemente a una sociedad global multi polarizada, van a necesitarse muchos mercenarios, muchos. Gente que venda la soberanía de su propio pueblo a cambio de mantenerse en el puesto pagado por la UE, en España y en toda Europa, mercenarios sin fronteras.

1 COMENTARIO

  1. Totalmente acertado los comentarios:
    Las guerreras las promueven las oligarquías y sus aliados las confesiones religiosas qué alimentan el odio irracional de unos pobres contra otros.
    Para los intereses de esas industrias armamentistas instaladas por todo el mundo.
    Que nos obligan con la falacia de armarse para la paz, pero ejércitos y armamentos sólo sirven para la muerte.

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