¿Utilizas Uber y Cabify?

Seguramente habrás visto sus campañas de publicidad, pero quizás no sepas algunas cosas que seguro te interesan y que no te van a contar:

Ambas empresas tienen sus sedes en paraísos fiscales, por lo tanto, no contribuyen ni con la sanidad ni con la educación ni con las pensiones de nuestros padres.

Pero si donde tributan no te importa demasiado, quizás, deberías saber que quien te lleva, muy probablemente sea una persona explotada y que además de no tener experiencia ni conocer la ciudad, trabaja un mínimo de doce horas diarias seis días a la semana. Estas condiciones ponen en riesgo tu vida. ¿Nunca te has fijado en cómo conducen? Su grado de siniestralidad es altísimo, debido sobre todo a que van mirando el GPS en vez de a la carretera. Imagínate que nunca has cogido un coche pero si no aceptas el trabajo, pierdes el paro. Aunque te engañen con las condiciones o aunque te suelten en la jungla con un GPS y te obliguen a buscarte la vida para un trabajo que ni quieres ni estás capacitado.

Y si todavía tienes dudas piensa en ti como usuario ¿Crees que tienes derechos? ¿Qué ocurre si te dejas un objeto, el conductor no llega o necesitas reclamar algo?

Pues simplemente nada, no pasa nada porque has aceptado que les exoneras de toda responsabilidad al aceptar las condiciones y bajarte la aplicación. ¿No te lo crees? Ábrela, y lee. ¿Aceptaste eso sabiéndolo?

Cuando una empresa no tiene un teléfono de Atención al Cliente hoy en día ¿no te hace sospechar? Incluso hay cuentas en Twitter que recogen cientos de quejas de usuarios diariamente. Un ejemplo es @LeaksUberCabify.

¿Sabías que el “Precio Cerrado” que anuncian se convierte en “Precio Estimado” al leer la letra pequeña de las condiciones? Del mismo modo, ¿Sabías que nadie nunca podrá explicarte en qué basan su “Alta Demanda” porque es un “algoritmo secreto”? Vamos, que te cobro más porque lo necesitas más. Es decir, me aprovecho de ti. Además, han salido estudios demostrando que si tu móvil es de alta gama o tienes poca batería lo monitorizan y entonces el precio ofertado es más alto.

De igual manera, si te consideras un usuario preocupado por el medio ambiente, este no será tu medio de transporte tampoco, puesto que utilizan coches muy baratos y de renting, principalmente diésel. Cabify anuncia que compensa lo que contamina en el Amazonas, eso sí, mientras nuestras ciudades las tienen asfixiadas afectando gravemente a nuestra salud.

Por mucho que nos intenten engañar, no han inventado nada. Ya existían APPS de Taxi antes de que ellos llegaran, así es que lo del avance tecnológico tampoco es cierto. Se han gastado mucho dinero en marketing, eso sí, pero son un poco como los anuncios de compresas “¿A qué huelen las nubes?”, pues lo mismo, venden humo porque en realidad no tienen nada nuevo ni mejor. Según ellos daban un servicio exclusivo diferenciado del taxi original, y ahora, irónicamente hacen campañas para que los taxistas trabajen con su app.

Lo cierto es que son dos multinacionales que trabajan a pérdidas para echar al Taxi. De ese modo se harán con el transporte urbano y, eso sí, una vez lo consigan recuperarán su inversión. ¿Cómo? Pues sin otra alternativa, todos pagaremos el precio que ellos quieran.

Esto no es una teoría de la conspiración, ya ha pasado en lugares como San Francisco. Allí apenas quedan 2000 taxis porque consiguieron arruinarles. Hay unos 16.000 uber que, al no haber taxis para todos, cobran lo que quieren. Comparando precios de ambos servicios la tarifa de uber es aproximadamente el doble que la de los taxis… Llegados a este punto la pregunta es: ¿Podrías pagarlo?

La estrategia de estas empresas no es nueva ni aislada. Vivimos rodeados de decenas de ejemplos iguales. Llevas a tus hijos en Cabify, pides la cena a Glovo, les compras las cosas en Amazon, les llevas de vacaciones a un Airbnb y quizás, algún día, cuando ellos también sean explotados por una de esas empresas, porque no habrá más futuro que trabajar para ellos, te arrepentirás de haber engordado a buitres y será tarde.

El CONSUMO RESPONSABLE depende de cada uno de nosotros. Mantener el estado de bienestar también. Y no se mantiene de multinacionales que no pagan impuestos en España.Todo tiene un precio y, cuando tú no pagas el precio justo por un producto o servicio otros lo pagan por ti, y suelen ser los trabajadores de esas empresas. Al final, el “low cost”, lo barato, nos va a salir muy caro, y lo van a pagar nuestros hijos.

¿Ese es el futuro que queremos? Nuestro futuro depende de nuestra responsabilidad y nuestra empatía. Compra en el pequeño comercio, consume productos locales, usa taxi… Fomenta que tu dinero sirva para que ese futuro sea mejor, y no para que cuatro multinacionales lo acumulen sin aportarnos nada. Sólo de ese modo conseguiremos avanzar como sociedad. Y depende de todos y cada uno de nosotros que así sea.