La expresión “tiempos oscuros” se utiliza normalmente para describir una época de atrasos y decadencia. A muchos se nos viene a la cabeza esa expresión cuando vemos los tiempos que aún algunos vivieron, los que vivimos y sobre todo los que parecen venir. Y es lógico, ya que “de aquellos barros estos lodos”. En cambio podríamos llamar a esta época “el tiempo de las luces cegadoras”. Y es que hemos encendido tantas luces que es difícil distinguir entre los flashes.
Esos flashes y luces nos llegan en forma de información o noticias. Las mismas que nos esperan a diario y de manera totalmente personalizada cada mañana. Nos tienen cogido la medida, saben que si nos dan carnaza iremos como perros hambrientos a por nuestro hueso diario. Es casi imposible resistirse a opinar a la primera de cambio. Pero nada de masticar bien lo leído o lo visto, tiene que ser algo rápido y a otra cosa, a por la siguiente noticia. La información va tan rápida que casi se nos escapa de las manos. Ahora la noticia corre detrás de nosotros para alcanzarnos. Y una vez que nos ha alcanzado es cuando estamos perdidos.
Es hermoso ver en las redes sociales a políticos y celebridades varias saltar como monos alrededor de la noticia de moda. Desfilando a diario delante nuestra para vendernos sus servicios. Entrando al trapo al todo vale y del todo tengo que opinar.
Cierto es que no todos son así y que son los partidos con un perfil más populistas los que mejor explotan esta faceta. Y no creáis que es en vano, que esto hoy día vale millones. Da de sí tanto que no solo es una rentable fábrica de votos, también es una fábrica de frikis y tontos útiles que a bombo y platillo repiten todo lo que les digan. Y lo peor no es que den publicidad a lo que ellos crean conveniente, que eso a mí me la trae sin cuidado, lo peor de todo es que esta gente lo hace sin ni siquiera tener una opinión propia. Y esto lo digo dándoles un voto de confianza y no decir que son simplemente imbéciles.
La dureza con la que digo esto no es por que yo la haya tomado con esta bendita gente que pululan alrededor de un sillón y con los que revolotean alrededor de estos, si no que al final son éstos los que terminan por liar la maraña de información. Son estos los que consciente o inconscientemente hacen por cegar aún más el camino y degeneran el pensamiento general.
No es que sea yo un iluminado y vea donde otros no ven. Cuidado, por que aquí podemos caer en el error del que cree ver y solo ve espejismos. Solo escribo esto desde mi visión pesimista del mundo y desde lo leído, desde lo rumiado a lo largo de mi corto camino. Y si nos ponemos a rascar un poco, si paramos las rotatorias y echamos la vista atrás. Podemos ver que los medios a los que estamos acostumbrados están manejados por gente muy poco aconsejable para la labor. Desde antiguas familias ligadas al régimen a neofascistas de países cercanos. Y su orquestación no es más que una adaptación actual de las técnicas goebbelianas.
Lo dicho casi siempre, información y organización, pero no cualquier organización y no cualquier información.
Que no nos cieguen sus luces.