El equipo directivo de un instituto de Móstoles envió un mail al profesorado del centro solicitando una aportación económica voluntaria para pagar las tasas de la EBAU a varios alumnos del centro que no podrían hacer frente al coste, que de media se sitúa en los 170€.
Nos podemos preguntar, en primer lugar, cómo es posible que un trámite obligatorio para el acceso a la Universidad no sea gratuito o de por qué no se avanza claramente en la senda de la gratuidad total de la enseñanza pública. Sin embargo, esta nueva noticia nos lleva a hablar de la pobreza que ha crecido rápidamente y alcanzado a nuevas capas de la población con esta nueva crisis económica.
A pesar del panorama idílico en la Comunidad que dibuja el Gobierno de Díaz Ayuso en campaña o de los discursos del Gobierno de España acerca del escudo social y el nadie va a quedar atrás, observamos cómo el aumento del paro, de la temporalidad y la precariedad en el trabajo, están provocando que miles de nuevas familias deban recurrir a servicios sociales y a la solidaridad del pueblo para cubrir sus necesidades básicas
La solidaridad entre iguales ni puede, ni debe eximir a las administraciones de su responsabilidad en unas políticas que están aumentando la pobreza.