Carta desde el Madrid del futuro

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Queridos villanos de Madrid del día 14 de marzo:

Estáis asombradísimos viviendo una situación que solo habíais visto en la ciencia ficción catastrofista: el Gobierno acaba de decretar un estado de alarma por la emergencia sanitaria, y todo el país salvo los trabajadores de unos servicios muy específicos ha quedado confinado en casa.

Voy a añadir otro suceso fantacientífico a vuestro asombro. No sé por qué canal os podrá llegar este mensaje, pero el caso es que soy un vecino vuestro que os habla desde el punto final de la pesadilla. Tengo que deciros que yo soy de los pocos que no han tenido cerca ningún caso grave de la plaga, pero muchos lo vais a pasar mal. Estáis, yo lo estuve, en una ciudad que durante mucho tiempo fue el epicentro de la pandemia. Guardad este dato, tendrá su importancia, ya veréis. Muchos de vosotros sí sufriréis pérdidas de familiares, ni siquiera podréis despedirlos en condiciones. Lamento informaros de que si tenéis algún familiar anciano o internado en residencias debéis prepararos para lo peor. Y que no acabará ahí, tendrá una vuelta de tuerca, recordad esto que os digo. Y los que tengáis la suerte que tuve yo, sabiéndoos afortunados, aun así no lo pasaréis bien: tendréis un sensación continua de cansancio sin haber hecho nada, al mismo tiempo ansiedad por hacer algo, y lo más grave, constantes vueltas de cabeza y obsesiones cuasi paranoicas. El menor dolor o tirón muscular en el pecho os hará pensar lo peor, las únicas noticias que tendréis en la televisión serán un monotema que os asustará mostrándoos cosas horribles en las UCIs y las veces que salgáis de compras o a realizar algún recado estaréis asustados de no tocar nada en la calle, vigilándoos continuamente que llevéis bien puesto el casi condón de cuerpo entero que llevaréis y las operaciones de desinfección al llegar a casa serán tediosas y molestas. (Y os digo con conocimiento de causa que esto seguirá aun después de la cuarentena)

Sin embargo también veréis cosas que os emocionarán, como la solidaridad de la gente con los colectivos menos favorecidos, el reconocimiento de la labor de los sanitarios con todos los aplausos a las ocho, y es cierto que leeréis y dedicaréis tiempo a cosas que teníais abandonadas, aunque quizás un poco más por tener la cabeza ocupada que por gusto. Asimismo, varios de los que seguís trabajando en todas las modalidades posibles de desempeño de vuestra labor veréis que, como buenamente puede, la gente en general no deja de intentar transmitiros su reconocimiento y admiración.

¿Quiere esto decir que, como os espetan continuamente eslóganes cursis y mantras sacados de libros baratos de autoayuda, saldréis mejores de esto? Sintiéndolo mucho, debo deciros que no. No sois estúpidos, muchos de vosotros lo sabéis. La clase política va a seguir siendo tan trepa y miserable como de costumbre. Veréis a las opciones políticas menos recomendables hacer todo lo que puedan por dificultar una labor del gobierno ya de por sí delicada: filtrando bulos como que somos el país con más muertos por millón de habitantes durante esta pandemia (cosa que será falsa desde el mismo momento en que lleguéis a oírla, y que en la realidad de la que yo os hablo, se está quedando definitivamente desfasada según llega la epidemia a otros países), los veréis pedir golpes de estado con esta excusa, veréis a la derecha periférica, igual de oportunista y rastrera, pedir ayuda al gobierno central al tiempo que se quejan de que limitan su autogobierno, y ahora, una vez que todo esto pase, les veréis montar numeritos judiciales absurdos tipo lawfare, pretendiendo que la culpa de la mortandad de la epidemia la tienen las concentraciones feministas del 8m. No los eventos deportivos, culturales, y religiosos del mismo día, ni las aglomeraciones en el transporte público que sufríais hasta ayer, no, ni por supuesto el acto político antifeminista de VOX donde no dejaron de decir memeces tomando al virus a cachondeo. Única y exclusivamente aquellas marchas.

Pero lo más ruin y miserable lo experimentaréis con el gobierno autonómico que os pastorea: este gobierno va a intentar venderos mascarillas que no han pasado los estándares de calidad (tanto ellos como el gobierno central sufrirán estafas con material sanitario, el gobierno central recuperará el dinero, pero Ayuso y compañía os intentarán endilgar sus mascarillas pochas) , va a alimentar a los niños de las familias sin recursos a base de comida basura de Telepizza durante meses, la presidenta autonómica va a recibir regalos de empresarios acusados de delitos contra la hacienda pública, ese hospital de IFEMA es una tapadera de concesiones fraudulentas de obras, y esos sanitarios que ahora os conmueven recibirán un trato lamentable en cuanto todo pase: Isabelita Díaz piensa privatizar los servicios de limpieza de los hospitales que aún no lo han hecho, y despedirá a todos los eventuales que se han sumado a ayudaros ante la crisis.

Queda lo más grave, conciudadanos de 14 de marzo: Vuestro gobierno autonómico planea no atender en los hospitales a los mayores de 70 años. Sí, sí, como lo oís. Les pillarán varias veces, pero se escaquearán con excusas chorras. Sorprendentemente, a la derecha que va a decir que nuestro gobierno es el que peor ha llevado la crisis sanitaria mundial, porque es el que tiene más muertos en relación con sus habitantes (cosa falsa), le parecerá maravillosa y defenderá a capa y espada a Ayuso, que lleva la comunidad con más muertos de España (cosa cierta).

En fin, madrileños del 14 de Marzo, que ya veis, el mejorar la sociedad, el garantizar derechos, apreciar servicios, no es algo que pase de la noche a la mañana por una crisis. Pero no os desaniméis. Es posible mejorar. Vosotros aún estáis a tiempo de vigilar que eso no ocurra, pero quizás en vuestra situación es difícil. En mi realidad en eso ya hemos fallado, pero estoy decidido a seguir el proceso lento y gradual que sí nos llevará a ser mejores. Ya tenemos parques, cervezas al aire libre y fútbol. Es decir, podemos dedicar nuestras energías a otras cosas. Y pienso hacerlo. De momento, construyendo un izquierda de verdad en la Comunidad, cuidando la sanidad pública, y haciendo que los responsables del criminal abandono de los ancianos paguen. No quiero que nadie vuelva a sentirse engañado. Mejorar es un proceso lento, que exige esfuerzos, y que nos hará sentir en varios momentos dolor y frustración. Pero este villano de Madrid está dispuesto, y les garantiza que las satisfacciones y los frutos que recogeremos compensarán con creces esos sinsabores. ¿Serían tan amables de acompañarme, madrileños? No olvidemos los buenos propósitos ni el aprecio a los sanitarios, no convirtamos en realidad esta viñeta de El Jueves.

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