Nos están vacilando

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No sé si ha sido por torpeza, o mas bien por implorar después de la previsible imposición de la tasa Google o directamente porque se piensan que somos idiotas.

Lo cierto es que en el caso de Cabify, por ejemplo, diría que se trata más bien de esto último.

Hace unos días, salió la noticia de que los responsables de Cabify, la empresa de transportes (sí de transportes no de intermediación como legalmente se han establecido para eludir impuestos y exonerarse de toda responsabilidad sobre el servicio que prestan), anuncian que tenían planes de traer su sede fiscal de Delaware (paraíso fiscal, diga lo que diga Rallo o el de Libre Mercado) a España, pero que a día de hoy, no se ven en la necesidad de hacerlo.

Repito, a día de hoy, estos señores no se ven en la necesidad de pagar impuestos en España.

https://twitter.com/TaxiProjectEU/status/1270106467128029184?s=20

Repito. Con la que está cayendo y en medio de una crisis brutal, tanto a nivel económico como social, Cabify no cree que sea necesario aportar al estado como hacen las demás trabajadoras y trabajadores, profesionales o Pymes, para ayudar a remontar o para sostener los servicios públicos. Y por desgracia, no es la única.

Es decir, el primer unicornio español con todas las letras, el orgullo patrio de la nueva economía, esa empresa que salía todos en los medios y en las ferias especializadas (que ellos mismos patrocinaban) como ejemplo del «emprendimiento» patrio, ahora dice que para el estado español no hay dinero, que el dinero para los de Delaware mejor, que allí se pagan menos impuestos.

Pues no sé, yo creo que algún «patriota» se habrá llevado una gran decepción ¿no?

Esa gran empresa que pretendía llevar nuestra bandera por todo el mundo ahora resulta que después de la peor crisis tanto social, como sanitaria, como económica en muchísimos años en el estado español, cree que no es necesario aportar a la reconstrucción del país pagando impuestos. Que patriota todo.

Una empresa que por otra parte y por medio de sus filiales en España, se ha estado beneficiando de un ERTE masivo y que a la vez, se ha dedicado a hacer campañas a favor del personal sanitario, aprovechándose de ellas y ellos y de su esfuerzo para promocionar su servicio.

Sí, Cabify se ha aprovechado para sus promociones de ese mismo personal sanitario al que han dejado tirado y que está jugándose la vida de manera precaria, con una sanidad totalmente desmantelada y con una falta total de medios, en la que se han estado perdiendo muchísimas vidas por culpa en gran parte, de empresas como Cabify también, ya que como ellos mismo dicen, no tienen ninguna necesidad de pagar impuestos.

Porque para Cabify no hay ninguna necesidad de sostener la Sanidad Publica, pero de sí de hacer campañas a costa de ella y del mismo modo, de que sea el estado español el que pague a sus trabajadoras y trabajadores con el dinero de nuestros impuestos. Esos mismos impuestos que Cabify ni paga, ni cree sea necesario pagar ahora mismo.

Parece todo muy loco pero al final es lo mismo. Un parásito aprovechándose del estado sin aportar nada. Porque este es el verdadero parásito que se está aprovechando de nosotras y nosotros. Este es el verdadero enemigo y no la familia o la compañera o el compañero que necesita del Ingreso Mínimo Vital como nos quiere vender el ala fascista.

Nuestro enemigo es Cabify y cualquier empresa que nos robe en la cara, no la persona o la familia que necesita el ingreso mínimo vital para poder subsistir, remontar o tener la vida digna a la que todas y todos derecho. Que no os engañen, que no os hagan cómplices.

O como Uber, otra que tal baila y de la que aprovecho para contar que ha sido denunciada por la asociación Taxi Project, a la que pertenezco, por fraude fiscal y falsedad documental, mas concretamente por no pagar el IVA ni el impuesto de sociedades por medio de disfrazar un servicio de transportes que se presta íntegramente en el estado español en un servicio de la sociedad de la información que permite no pagar este impuesto si ya ha sido pagado en el país de origen por la otra parte.

https://twitter.com/404comunicacion/status/1266059827173888003?s=20

Resumiendo, por una parte llevas años con ingeniería fiscal para no aportar a los servicios públicos y por otra pides el aplauso sanitario de quien se está dejando la vida prácticamente por tu culpa, entre otros factores.

Qué poca vergüenza.

Ah y todo bien blanqueado y promocionado por los medios convencionales. Sobre todo por Mediaset, todo sea dicho, y por Ana Rosa, gran amiga del taxi en particular, (nótese gran ironía) y de las trabajadoras y trabajadores en lucha en general como se ha podido comprobar en muchas ocasiones y del mismo modo (nótese una ironía mayor si cabe).

Otra a la que le gusta poco los impuestos, con todo el rollo de las SICAV… Vaya fauna.

Recuerdo también cuando Cabify denunció a varios miembros de Podemos porque afirmaron públicamente que tenían sus sede en un paraíso fiscal.

Bueno, pues resulta que tres o cuatro meses después de esa denuncia y tras la que sería probablemente la mayor huelga del Taxi en la historia, sale Decreto Ábalos y van estos de Cabify anuncian a bombo y platillo que cambian su sede fiscal de Delaware a España para aportar a la economía.

A ver, que me centre. Entonces, si vas a cambiar la sede fiscal de Delaware a España para aportar a la economía, ¿no es porque Delaware es un paraíso fiscal o bueno técnicamente, de fiscalidad más favorable?

Podemos tenía razón entonces. Ni pagáis impuestos ni tenéis intención de hacerlo, señoras y señores de Cabify, pero es una carta que está bien jugarla a nivel de imagen cuando vienen mal dadas. Que inteligencia, cada vez estoy mas convencido que si no fuera por los intereses que tenéis detrás y por nuestra desorganización no nos hubierais durado ni un asalto.

Tacharme de vulgar si queréis pero nos mean y dicen que llueve. Básicamente.

En fin volviendo al tema, lo cierto es que reflexionando sobre las declaraciones del señor de Cabify sobre lo de no mover la sede de un paraíso fiscal con la que tenemos encima, en principio lo que pudiera parecer torpeza, no lo es tanto. Simplemente es una declaración de intenciones, porque saben que les van a meter mano o por lo menos lo van a intentar.

Porque es lo justo y lo era desde que empezaron a operar en el estado español y sobre todo porque se creen que están por encima de los gobiernos, de las leyes y de las representantes y los representares del pueblo para poder hacer esas afirmaciones y quedarse tan anchos.

Y es cierto también que la calidad y la disponibilidad para todas y todos de los servicios públicos depende en gran medida de una buena gestión de los recursos (de ahí que tengamos tanta corrupción relacionada). Pero para poder tener recursos que gestionar, hay que tener dinero. El dinero que Cabify, Uber, Netflix, Amazon e Inditex (esas ventas online a ver dónde tributan que lo vea yo) y muchos otros no creen tener necesidad de aportar a la Sanidad en este país.

Y bueno, si sólo se quedara ahí, al final ya depende de cada uno si castigar a estas empresas o apoyar a las pequeñas empresas y al comercio de cercanía que realmente es lo único que nos queda. Pero el trasfondo de esto va más allá.

Porque al final hablando de buitres financieros, no es raro que realicen estas prácticas de evasión fiscal o como hemos denunciado a Uber, de fraude ya que para ellos, lo importante es la cuenta de beneficios o bueno eso de beneficios tampoco jaja (torpes), más bien de hacer el intento de reventar el sector público para quedarse con el y tener un buen escaparate para conseguir más financiación a costa de algún banco o algún fondo buitre.

Claro esa es otra, ¿cómo van a aportar a los servicios públicos? Si lo que quieren es quedarse con ellos.

Vamos que no es raro lo que están haciendo estos buitres, lo raro es que sean los patriotas de pulsera los primeros que se presten a permitirlo.

Sí, porque los que se envuelven en la bandera y alientan las cacerolas de los que se creen que el estado español sigue siendo su cortijo a la hora de la verdad, ponen por delante los intereses de los buitres financieros que cotizan fuera antes de los de su propio pueblo.

Los que se envalentonan con el discurso del odio y de la intolerancia contra el que creen que es diferente sólo por ser pobre, señalándolo, pero luego doblan la rodilla ante el poderoso venga de donde venga.

Los que se creen más y mejores españoles que los demás tienen el único fin de desmantelar y vender el estado y la soberanía del pueblo al mejor postor.

Y del mismo modo, todo esto es cuanto menos curioso, ya que este es el discurso de Vox o del PP o de Ciudadanos, el del mismo trifachito que mientras vende que Pablo Iglesias te va a quitar la casa «como hacen en los países comunistas» (jajaja), a ti, currito de derechas, está permitiendo que te expropien el país de cabo a rabo.

Sí, porque están permitiendo que nos roben lo que es nuestro, nuestros sectores estratégicos, nuestro tejido industrial o nuestros recursos públicos.

Porque lo publico es nuestro, de todas y de todos y nos lo están arrancando de nuestras manos simplemente con el fin de sus propios beneficios o por conseguir un sillón en algún consejo de administración.

Necesitamos un gobierno fuerte que no se doblegue ante el chantaje de estas empresas. La Unión Europea como buena lacaya del poder, ya lo hizo, permitiendo a muchas empresas tributar en Países Bajos o en Irlanda (que se lo digan a Amancio), atendiendo una vez más a los intereses de los que mueven los hilos.

Pero eso de que pasa en Europa no significa que aquí no se pueda ser valiente y no permitir que el estado español se arrodille ante los intereses de estos buitres.

Del PSOE y su tibieza a última hora para estos temas, veremos, porque ya nos conocemos y todo son buenas intenciones al principio hasta que suena el teléfono…

Y de Podemos, en principio también, veremos. Aunque tampoco quiero desmerecer el trabajo de muchas compañeras y compañeros, pero hay que exigirles. Ya tenemos experiencia con Carmena, su incapacidad o pasividad (o las dos cosas) y su sobrino el amigo de los buitres («Saltaste del Maravillas a la Operación Chamartín»).

Pero bueno, en nuestras manos está también, como ciudadanas y ciudadanos. Como cuando vamos a votar sin permitir que nos engañen y exigimos que ese mismo voto se haga valer luego durante la legislatura (así debería de ser), o como cuando seguimos apoyando (dentro de la crítica que se pueda hacer) la gestión del gobierno ante una crisis de la magnitud en la que viviendo frente a millones de bulos y de mentiras del ala fascista, por ejemplo.

Cada uno es libre de escoger lo que prefiera pero del mismo modo deberíamos tener la responsabilidad de exigir para que luego no nos timen. Las cosas como son.

Para remontar vamos a necesitar la ayuda de todas y de todos. Va a ser complicado y va a ser duro pero por lo menos ya sabemos que ni las banderas y las pulseras quitan el hambre ni los que las mueven dándose golpes de pecho son de nuestro bando ni van a ayudar a nuestros intereses. Y encima permiten que nos vacilen.

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