Para hacer cumplir las mentiras del presente, es necesario borrar las verdades del pasado
George Orwell
Desde el pasado 18 de junio, fecha en la que el presidente del Parlamento Balear, Gabriel Le Senne, del partido de la ultraderecha cavernaria española VOX, rompió la fotografía de Aurora Picornell, una de las tantas víctimas de los franquistas durante la Guerra Civil española, las redes han inundado su imagen. Del mismo modo, este acto de desprecio ante el restablecimiento de la dignidad de la Memoria Histórica de las víctimas del franquismo se ha vuelto contra todos aquellos ignorantes que, como Le Senne, consideran que hay que «pasar página» o mejor dicho, «romper foto» para avanzar.
Debemos pues agradecer a este señor el haber dado un espacio importante a una de las víctimas de un conflicto que hoy en día sigue haciendo daño, dando así a conocer la historia de una joven sindicalista que luchó, como tantas otras, por la defensa de los valores democráticos y que fue, según la reciente exhumación de su cadáver, en 2022, torturada y violada, antes de recibir cinco tiros, tres de ellos en la cabeza.
El señor Le Senne, como tantos otros, está disfrutando (y viviendo) de un juego democrático que le da derecho a realizar actos tan detestables y vomitivos como el que hizo en aquel pleno. Los fascistas ya no se esconden (si es que lo hicieron algún día): se sienten orgullosos de serlo. Ya no se autodenominan «nostálgicos» sino que afirman con sus actos, sin ningún reparo, su odio a las instituciones democráticas, aunque vivan de ellas.
Parece contradictorio pero el hecho es generalizado: en una joven democracia como la española, el fascismo sigue teniendo cabida en el juego político. El señor Le Senne, desgraciadamente, se va a ir de rositas ya que el Partido Popular ha rechazado los votos que el PSOE mallorquín le ofrece para destituir al Presidente de la cámara regional. Veremos si con la reciente demanda del Gobierno se podrá (o no) tipificar como un delito penal de odio, que es lo que esperamos todas las demócratas en estos momentos.
Aurora Picornell y tantas otras mujeres activistas – las que más perdieron – son sometidas a juicio constante por este partido desde que muestran su orgullo fascistoide sin ningún pudor. No nos olvidemos de aquellos comentarios execrables de Ortega Smith en 2019 hacia otras malogradas víctimas, las Trece Rosas, acusándolas de «mujeres que torturaban, mataban y violaban vilmente». La mayoría de ellas, como ya sabemos, eran modistas sindicadas que fueron condenadas a muerte por un asesinato que no cometieron. Acusadas de «adhesión a la rebelión», Carmen, Victoria, Martina, Blanca, Pilar, Julia, Adelina, Elena, Virtudes, Ana, Joaquina, Luisa y Dionisia fueron asesinadas en las tapias del Cementerio del Este el 5 de agosto de 1939.
Pues bien, el Supremo no consideró delito la afirmación de Ortega Smith y se fue de rositas. Para más inri, mientras las asociaciones memoriales intentan devolver la dignidad a estas mujeres, PPVOX les quita calles y aquí no pasa nada. Así sucedió en la localidad de Godella en abril de 2024, pasando de la calle de las Trece Rosas a la de Cari Corcheta, argumentando de manera bastante torpe que el cambio de nombre de la calle en cuestión no tenía nada que ver con la ideología.
VOX está constantemente intentando desmantelar la verdad de nuestro pasado para crear una nueva realidad cual Matrix. Por ejemplo, no hace mucho, un concejal de cultura de este partido, ordenó la retirada de una placa conmemorativa en un lugar de alta memoria. Esto ocurrió en la localidad de Borriana (Castellón) y el ilustrado que decidió tal disparate fue el señor Jesús Albiol. El lugar de memoria tuvo a 3. 668 personas encarceladas entre 1939 y 1942, y era de justicia histórica que se les recordara como víctimas del franquismo. En marzo de este mismo año, el concejal de incultura sustrajo la placa argumentando «claros errores históricos y datos falsos» sin decir cuáles eran, evidentemente.
Hay que decir que el señor Albiol ha acumulado las censuras a lo largo de su mandato como edil de cultura. En efecto, hace unas dos semanas que los socialistas de Borriana han presentado una petición en forma de moción para que deje su cargo. Además de borrar la memoria de las víctimas encarceladas en el lugar mencionado anteriormente, Albiol ha vetado la película «Barbie» y ha desmantelado la sección de diversidad sexual y familiar de la Biblioteca. Toda una joya.
Y de Borriana nos vamos a Zaragoza, último ejemplo del orgullo de los fascistas. Esta vez la diana fue hacia una mujer militante, comprometida con la Segunda República, con los derechos de las mujeres y de los más oprimidos; una mujer que, además, era una gran intelectual, es decir, todo aquello que los franquistas odiaron y odian. Se trata de la diputada republicana Margarita Nelken.
En enero de 2021, los dos concejales de VOX del Ayuntamiento de Zaragoza consiguieron que se presentara una petición para eliminar el nombre de esta activista republicana, víctima también por exiliada, del callejero de la ciudad aragonesa. El cambio solicitado, con lenguaje arcaico que podríamos llamar de «guerracivilista», utilizó unas palabras del ilustrado pseudo-poeta franquista José María Pemán. Julio Calvo, que así se llama el que era por entonces portavoz de VOX repetía cual cotorra que Margarita Nelken era «Nombre de flor y corazón de hiena», indigna de la ciudad de Zaragoza. Por suerte, gracias al colectivo Feministas Actur-Goya, pertenecientes al barrio donde se sitúa la calle de Nelken, pudieron parar este desatino antidemocrático (por ahora) con el lema «Margarita Nelken no se toca».
Desgraciadamente son muchos los ejemplos de intolerancia, falta de respeto, provocaciones, insultos… que los miembros de este partido pasean por la geografía española sin ningún tipo de vergüenza, con discursos de odio que parecen calar en ciertos sectores de la población. Nadie piensa en blanquear los crímenes que una guerra acarrea, sea del bando que sea. Pero lo que ha pasado y sigue pasando con las víctimas del franquismo en este país es un escándalo a nivel internacional.
No lo digo yo, lo ha afirmado la ONU en mayo pasado: Aragón, Comunidad Valenciana y Castilla y León son autonomías que, a través de esa mal llamada «Ley de Concordia» de PPVOX, encubren violaciones de los Derechos Humanos y ponen en riesgo el saneamiento de la memoria histórica de un país.
Ante los fascistas orgullosos no hay otra: hacer barrera y pedir VERDAD, JUSTICIA Y REPARACION.
