¡Acabarás sola, con un gato y vino! Brindemos por eso, bro

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Por Sonia Mauriz Pereira

Si llevas un tiempo siendo feminista o incluso solo siendo una mujer con opinión propia y ningún temor a exponerla ya te habrán dedicado la maldición cuñado machista babilónica «¡Acabarás sola a los 40, con un gato y vino!»

A ver Juan Carlos, muchas gracias por tan buenos deseos así sin conocernos, pero en realidad lo que describes es un escenario con el que fantasea cualquier mujer soltera o casada. Y estadísticamente una realidad, ya que el número de viudas supera con mucho al de viudos, 2.306.000 florecientes viudas alegres frente a 539.500 viudos que pierden a la mujer al cargo y ahora dime tú cómo es eso de comprar, barrer y como se fríe un huevo. ¿Qué talla de gayumbos uso Mari Carmen?

Así que sumisa y pizpireta al servicio del macho o independiente y con voz propia lo más probable Juan Carlos es que sí, vivamos años dorados solas. Solas de aquella manera, solas al estilo que Carmen Alborch en su libro describía como un nuevo tipo de vida en el que sola no significa en soledad. Disfrutando de las redes de amistades, de los intereses propios y del sexo como una elección bienvenida si llega pero no por la que perder cabeza e independencia. O sea libres.

Cuando el cuñado intenta maldecir con semejante bendición además pone fecha, a los 40. Una de joven casi piensa que los 40 son como el borde de la Tierra para un terraplanista, un abismo insondable. Queridas jóvenes, los 40 son la luz al final del túnel. Saberte en tiempo de descuento te muestra el verdadero tamaño de las cosas, su verdadera importancia. En el cuadro de millones de puntitos por fin ves la imagen.

¿Pero por qué a los hombres les parece importante remarcar el 40? Porque toda la supuesta maldición se basa, no en el gato y el vino, si no en que pierdas la validación masculina y supuestamente después de los 40 ya será irremediable, ya no te valdrán arrepentimientos. No te dará tiempo a casarte y tener hijos que se supone sería la otra cara, la verdadera bendición. Tu soledad real les da igual, así que un gran número de personas que consumen ansiolíticos y padezcan ansiedad y depresión sean mujeres casadas es un dato irrelevante para ellos. Betty Friedan escribió un tocho importante para explicar este fenómeno, este misterio de la mujer casada con vida ideal que no puede vivir sin Prozac, pero Juan Carlos cree que la triste y sola querido Fonseca es la soltera.

Eso quiere Juan Carlos que creas para poder seguir siendo un niñato egoísta, para que las mujeres no demanden de los hombres madurez afectiva, para que no expongas un criterio propio, para que sigas siendo su sirvienta by the face. Como ya dijo la gran Sornosa «el machismo es un invento del hombre para que los hombres pobres tengan empleada doméstica». Y servicio sexual a demanda aunque seas un ñu con nula conversación y escaso atractivo sexual.

Además te auguran que la vejez sin hijos será terrible sin nadie que te cuide. Si tu razón para tener hijos es esta yo de ti me ahorraría lo que suponen económicamente y me arreglaría un plan de pensiones. No creo tener que sacar números de cuántos ancianos acaban en asilos o ven poco a sus hijos e hijas, considerando una vez más que la esperanza de vida femenina es mayor pues es mayor la cantidad de tiempo en que te conviertes en niñera de nietos y dispensadora de tuppers.

Afortunadamente hoy día a las señoras ya no se les tima fácilmente y es fácil verlas en todo tipo de actividades, desde el gym, idiomas, universidad de mayores, informática, viajes, son las mayores consumidoras de cultura y hasta a un café entre amigas le sacan felicidad.

¿Los Juan Carlos? Pues si no están 2 metros bajo tierra están viendo obras y obsesionados por su propio mundo del corazón, el fútbol. No saben el expediente médico de sus hijos pero pregúntales por el de Messi.

Y ahí llega el «núcleo irradiador» de la cuestión, a Juan Carlos le da miedo llegar solo a la vejez y no viéndose capaz de ser una opción atractiva, de ofrecer madurez y ser un compañero y no un hijo malcriado intenta rebajarte y crear un escenario apocalíptico sin hombre, con gato y vino.

Pero Juan Carlos del mundo no compartimos miedo porque para nosotras la soledad es siempre una elección y no fruto de no ser una buena compañera. Seguras de poder vivir como dueñas de nuestro tiempo y de resolver cualquier situación preferimos adoptar gatos que niñatos talluditos.

Y eso hay que celebrarlo con un vinito.

Tu maldición es nuestra bendición.

2 COMENTARIOS

  1. Muy bueno el artículo!!!….no le pegó al pimple porque no me vapero vivo sola desde los 40,y a los 50 llegó el primer gato a casa,ahora ya son tres michis y una servidora…y no lo cambio ni por la convivencia con Brad Pitt los mejores amigos de una mujer siempre serán la soledad,el silencio,los gatos, el lujo de no vivir pendiente de un reloj….y hacer con tu libertad lo que te salga del zafanique….

  2. Estupenda reflexión. Salvo en creer que a partir de los cuarenta se entra en tiempo de descuento…de acuerdo por completo en todo.

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