IBEX 35, opaco un año más

0

Como analizamos el año pasado por estas fechas, la vida sigue igual y pese a que los teóricos defensores de la clase trabajadora nos sugieren que los conflictos deben acometerse con diálogo y talante, los datos indican que en ese diálogo las empresas siguen jugando con cartas marcadas.

La Fundación Haz acaba de publicar su informe anual de transparencia y ética de las empresas del IBEX 35. Se trata de uno de los estudios que organizaciones relacionadas con el análisis empresarial realizan a esas empresas bajo parámetros como la publicidad de sus cuentas, medidas anticorrupción, cumplimiento de los derechos humanos o respeto a la igualdad y al medio ambiente. Según sus desarrolladores, sería como valorar si las empresas son “buenas ciudadanas” y contribuyen como todos.

En el caso de este informe, que se centra principalmente en la transparencia, publicidad y ética de los programas empresariales de estas compañías, los resultados indican que sólo 12 de ellas alcanzan una puntuación de transparentes, 20 son translúcidas (puntaje medio) y 3 son directamente opacas. Esto es, dos terceras partes del IBEX carecen de transparencia según el informe.

Los criterios son los que ellos mismos se aplican.

Es interesante para nuestros lectores señalar que la escala de valores empleada por estas organizaciones sigue un criterio ético que está encuadrado dentro de la mentalidad empresarial y capitalista. Sí, es una obviedad, pero recordemos que esa escala pone la luz sólo en una parte del asunto.

Resultaría de enorme interés que los informes incorporaran, por ejemplo, estudios sobre la calidad de empleo que ofrecen estas empresas, la estabilidad que aportan al conjunto de los hogares españoles o un índice que analizara la proporción del enorme -y creciente- beneficio frente a la cada vez más depauperada situación de la mayoría de la población española. Y que todo ello se considerase parte de esa «ética».

Por poner dos ejemplos de entre cientos, las dos empresas que lideran el listado de buen comportamiento según Fundación Haz, Iberdrola y Meliá Hotels, quizás pasarían apuros para superar un examen ético muy somero si los parámetros se ampliasen a cuestiones sociales, teniendo en cuenta que Iberdrola está denunciada por Facua por alterar el precio de la energía o que Meliá está igualmente denunciada por los sindicatos debido a la pésima calidad laboral de las subcontratas con las que presiona a sus empleados.

Es decir, siguiendo los ejemplos anteriores, en esa particular medida capitalista podría decirse que Iberdrola y Meliá merecen un premio por su ética, pese a obtener obscenos beneficios mediante la especulación en el servicio de bienes imprescindibles como los energéticos en el caso de Iberdrola, o de la hiper explotación de los trabajadores mediante la subcontratación y el abuso de la temporalidad en negocios de tipo estacional, como Meliá.

Lo curioso es que, incluso obviando todo esto, las empresas del IBEX suspenden sus propios exámenes.

Pero sigamos dentro de sus parámetros.

Como decimos, a pesar de que el juego está establecido por la lógica empresarial y está valorado por los árbitros que las empresas eligen (que aunque se definen imparciales y autónomos, son expertos que en la mayoría de casos pertenecen a organizaciones afines a las propias empresas del IBEX, o son docentes universitarios de alto nivel con una relación directa con el mundo empresarial o con los medios informativos del sector), ni aun así los miembros de este índice aprueban sus propios estándares.

Gráfica de la evolución reflejada en el informe de Haz.

Sin embargo, la prensa salmón considera una buena noticia que las empresas que son consideradas opacas sin rodeos hayan reducido su número a la mitad (este año son tres, ArcelorMittal, Unicaja y Grifols). Se trata de una visión muy optimista, dado que un simple vistazo a la gráfica superior evidencia que sólo una tercera parte de nuestros referentes empresariales es transparente.

Supondría esto un dudoso honor para el conjunto de patriotas emprendedores que casualmente estos días se manifiestan dolidos en sus valores nacionales. Dicho sea de paso, resultaría curioso que este índice español (IBEX es acrónimo de Iberia Index) reflejara -si eso fuera posible, que lo dudo- la procedencia de los capitales que invierten en estas empresas, dado que la referencia para ingresar en ese selectivo grupo de 35 no es su volumen sino su mayor actractivo para inversores. Sería dificultoso de averiguar puesto que dentro de esos inversores puede haber fondos de inversión, que como sabemos no tienen por qué dejar de ser anónimos.

Pero, del mismo modo que la ética de los análisis es estrecha y se limita a los asuntos empresariales, sospechamos que la ética sobre la procedencia de los capitales tampoco inquieta demasiado la moralidad de las grandes compañías.

Otros aspectos «éticos».

Es también destacable que las empresas peor valoradas en estos informes, por segundo año, vuelven a ser las farmacéuticas, compañías que durante la pandemia han sido objeto del deseo de especuladores y sus acciones se han disparado y han obtenido enormes beneficios a nivel mundial. Todo ello bajo las directrices de la UE, que desde el minuto uno de la pandemia señalaron como únicas opciones posibles las vacunas de empresas que cotizaban en las bolsas occidentales y desdeñaron las alternativas ajenas pese a que demostraron sus buenos resultados médicos.

El otro sector opaco de nuestro índice empresarial es el inmobiliario. Inmobiliaria Colonial y Merlin Properties, las dos representantes en el selecto conjunto, suspenden. Este sector, como el farmacéutico, parece no tener que preocuparse por las prácticas éticas, ni siquiera como decimos bajo sus propios criterios, dado que la nueva ministra de vivienda ya ha advertido incluso antes de echar a andar la nueva legisltatura que se interesará principalmente por los propietarios de viviendas.

En cuanto a la relación con los paraísos fiscales, uno de los factores que hizo ver de manera optimista la evolución ética de las compañías del índice el año pasado, los análisis ya no observan irregularidades. Por otra parte, los escándalos recientes provocados por las filtraciones de cuentas de personajes famosos en Panamá u otros paraísos (entre los cuales hemos podido conocer las irregularidades del rey emérito, por ejemplo) han movido a que se busquen otros territorios menos opacos con facilidades para la baja tributación.

En definitiva, las grandes empresas que el Gobierno más progresista de la historia atosiga, asfixiándolas con sus cambios de paradigma y medidas socialcomunistas, gozan de excelente salud. De excelente salud y mejor desahogo ético. Nada parece indicar que haya motivo de preocupación para ellas, pues se espera una continuidad en la próxima legislatura aunque habrá que obervar la respuesta tras la reanudación del Pacto de Establidad europeo y las exigencias económicas que marque la situación de guerra estructural que demanda la Alianza Atlántica.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.