El 45% de los parados mayores de 55 años cree que no encontrará trabajo y que pasará, directamente, del desempleo a la jubilación, nos dice un informe de la consultora Adecco.
El ámbito laboral sénior ha adquirido una importancia estratégica, teniendo en cuenta que España está envejeciendo, pero, paradójicamente, las personas mayores de 55 años siguen encontrando muchas barreras en el proceso de búsqueda de empleo. El problema es que la discriminación por edad en el mercado laboral empieza a los 18 años.
Actualmente, las personas trabajadoras en España tienen una edad media de 43 años y la cifra se incrementará. El imparable envejecimiento de la población es el principal responsable de esta tendencia; según proyecciones del INE, para 2028 se prevé que la media de edad de la población activa en España supere los 50 años.
Por su parte, la proporción de personas que buscan trabajo también es de una edad mayor: si en 2013 el 9% de los desempleados superaba los 55 años, hoy esta cifra alcanza el 18,1%.
Además de medidas legislativas, fomento de la formación y la necesidad ineludible de trabajar más años, un gran reto laboral sería abordar la implicación definitiva de las empresas con la urgente adopción, extensión y fomento de programas que favorezcan a este grupo de personas.
Respecto de los poderes públicos, los investigadores señalan que debe haber una mayor tendencia en bonificaciones fiscales, ayudas públicas y reducciones de las cuotas de la Seguridad Social para que los séniores también puedan realizar el trabajo autónomo y dar el paso hacia el emprendimiento.
España se encuentra, pues, a la cola de la OCDE en materia de empleabilidad de trabajadores de edad superior a 55 años.
