«Mi vida entera se compone de experimentos, nuestro gobierno también experimenta, solo que a más alto nivel «.
Iván Pavlov
(Viene de la entrada anterior)
El gobierno soviético hizo del desarrollo y el avance científico una prioridad nacional, tanto la ciencia como la tecnología estuvieron íntimamente enlazadas a la ideología y a la funcionalidad práctica para el Estado soviético. Bajo los soviets el desarrollo científico tuvo siempre un marcado carácter estratégico. La tarea de la ciencia consistió en ponerse a la altura de los países punteros en tecnología, y luego superarlos. Si no hubiera desarrollado la ciencia de la manera vertiginosa en que lo hizo, la URSS simplemente no hubiera podido subsistir mucho tiempo.
Siguiendo la tradición rusa del legado científico de los Lomonósov, Lobachevski, Kovalevskaya, Mendeléyev, Sechenov y Pavlov, la URSS destacó por su alto nivel de desarrollo de las ciencias puras y experimentales, la innovación a nivel teórico y su interpretación y aplicación. El número de trabajadores científicos de la URSS, si tenemos en cuenta tanto a los que se dedicaban a la educación como a la producción, alcanzó en los años 70 los 10 millones de personas. En las ciencias puras, de acuerdo con los cálculos más generosos, trabajaban por lo menos un millón de personas.
Otro gran éxito de la informática soviética fue Kaissa, el programa que ganó el primer campeonato del mundo de ajedrez informático, en 1974. En 1946 el Instituto Kurchatov para la Energía Atómica logró la primera reacción nuclear en cadena fuera de EEUU. En 1954, comenzaron a emplear la energía nuclear para producir electricidad y después llegaron los submarinos nucleares, en 1957 se crea el Instituto Conjunto para la Investigación Nuclear donde Fliórov junto con Oganesián investigan la síntesis de elementos más allá del fermio con número atómico 102 y superiores, de muy corta vida media, en la frontera de la estabilidad nuclear.
Surgieron grandes matemáticos soviéticos : Kolmogórov y la dualidad entre el caos y la determinación, Olga Ladyzhenskaya y Olga Oleinik, ambas de la Academia de Ciencias; Lev Landáu, figura clave de la Física Teórica del siglo XX; Serguéi Lébedev primer químico en sintetizar polibutadieno, el primer caucho sintético, gracias a lo cual la URSS pudo ser el primer país en lograr la producción industrial de este material; biólogos como Nikolái Vavílov que organizó una serie de expediciones botánico-agronómicas por todo el mundo mientras desarrollaba su teoría de los centros de origen de las plantas cultivadas y creaba la mayor colección de semillas del mundo en aquella época (fue preservada diligentemente incluso durante el Sitio de Leningrado), Aleksandr Oparin reconocido universalmente por sus experimentos simuladores y conceptos con respecto al origen de la vida, publicó en 1924 su estudio «El origen de la vida en la Tierra», en donde expondría una teoría que revolucionaría todos los intentos previos sobre el tema, gracias a su trabajo “por primera vez se hacía una apreciación moderna del asunto, abriendo un nuevo capítulo en la comprensión de la vida».
