Sus inmensos logros

Es tal la vergüenza ajena que está provocando la reacción podemil a sus nefastos resultados electorales, que muchos afines se han echado sobre los hombros la ardua tarea de entonar el mea culpa por ellos. Y ardua debe estar siendo, en verdad, dicha tarea, porque los resultados son bastante deplorables. Como muestra un botón, el último artículo de Javier Gallego, “Autocrítica” que podéis leer aquí.

Entiendo que el título os puede llamar a engaño, lo lees y piensas: por fin alguien ha hecho un análisis serio de las razones del desastre electoral de Podemos. Pero no, nada más lejos de la realidad. Para Gallego, y os resumo, todo el problema es de comunicación, han dejado que la derecha cope el relato y han terminado, y cito textualmente, “usando sus inmensos logros como arma arrojadiza”. 

Así que me he dicho, voy a hacer yo un análisis de esos fabulosos éxitos que no han sabido aprovechar:

• Subida del salario mínimo interprofesional. Efectivamente una medida muy necesaria, pero que ha ido naciendo muerta en cada subida debido a la galopante inflación derivada del servilismo del gobierno a la OTAN y Estados Unidos y de un apoyo milmillonario a un régimen nazi. 
• Ley de eutanasia: una ley importante para la dignidad y la autonomía de las personas y bastante bien formulada, atribuible tanto a Podemos como al PSOE, y que esperemos no termine en el esperpento eugenésico canadiense. 
• Reforma laboral: la mayor decepción económica de este gobierno. Hacer indefinidos todos los contratos manteniendo el despido libre (es decir, gratuito) el primer año es el timo de la estampita. Máxime cuando no se han derogado ni reformado los aspectos más lesivos de la reforma de Rajoy, como la rebaja de 45 a 33 días por año trabajado en el despido improcedente. Trasvase de poder y dinero de los trabajadores a los empresarios que este gobierno ha mantenido. 
• Tope del gas: claro, cuando tú mismo boicoteas la adquisición de gas ruso a buen precio y dejas que las eléctricas fijen el precio de la electricidad por el método de generación más caro (el gas), tienes que intentar amortiguar de alguna manera el tiro que te has pegado en el pie.
• Ley de Memoria Democrática: de las mejor hechas y necesaria hace más de 40 años. Nunca es tarde, dicen, aunque las cunetas sigan llenas.
• La reforma de la ley del aborto: garantiza el aborto en la sanidad pública, está por ver que se cumpla (Navarra o Burgos son solo algunos ejemplos). Y la recuperación de la ausencia de consentimiento parental para las menores de 16 y 17 años, algo que ya estaba en la ley original de Zapatero.
• Ley del solo sí es sí: unos de los mayores desastres legislativos y comunicativos de este gobierno. Porque se sigue sin entrar en el auténtico fondo de la cuestión, ya que el consentimiento puede estar condicionado. En cualquier caso, se ha rebajado la horquilla de penas por violación, lo que se ha traducido en la excarcelación antes de tiempo de 1.079 violadores. Este desastre se completó con la acusación a la justicia de ser patriarcal, algo tan novedoso que las feministas llevamos siglos denunciándolo, o bien con la acusación de punitivismo, como si se estuviera pidiendo la pena de muerte y no que se cumplan unas condenas ya bastante laxas. 
• Ley trans: la ilegalización del feminismo, la sublimación de los estereotipos de género, carta blanca para hormonar, esterilizar y operar a menores mientras se eliminan los espacios seguros para mujeres. Un gobierno feminista que no sabe responder qué es una mujer y que reniega de la realidad material.
• Aplicación de la ley de paridad a todos los niveles: claro, ahora sí, ahora que cualquier hombre puede declararse mujer ya podemos ponernos serios con la paridad. Y así teníamos a Rafaela en Guadalajara o a Emma (nos la ha)Colao en Canarias, mujerazas como la que más liderando candidaturas políticas. Es más, citando a prominentes líderes trans, diré que más mujeres que yo, porque elles se lo han tenido que trabajar sin el “privilegio” de que les asignaran como tales al nacer.

En fin, que Podemos no ha sabido contarnos lo progresista y de izquierdas que es recibir con aplausos en el Congreso al líder nazi de un país que lleva asesinando a sus propios ciudadanos desde 2014 y que ha ilegalizado partidos y medios de comunicación. Se le ha trabado la lengua explicándonos lo rojos que somos por haber organizado una cumbre de la OTAN. Nos ha comunicado mal lo bueno que es boicotear a Rusia y mandar miles de millones a Ucrania mientras la inflación de alimentos y combustibles se dispara, las hipotecas doblan sus cuotas y cada vez más gente no tiene ni para comer. (Pero no será porque el ministro de consumo no nos recomiende las verduras de temporada mientras deja que las casas de apuestas inunden los barrios). Y los pobrecitos pijoprogres siguen sin saber decirnos qué es una mujer, salvo cuando les da un ataque de sinceridad y confiesan que ser mujer es lo que le salga de los huevos a un hombre. Hombre al que, si resulta ser un violador, quieren rebajarle la pena porque pobrecito no vayamos a ser punitivistas. Y si además se siente mujer que vaya a una cárcel de mujeres, que le será más fácil si están encerradas sin posibilidad de escapar. Y les ha faltado explicarnos también por qué este gobierno tan feminista acaba de estar en la ONU diciendo que en España no se va a penar/multar a los puteros, porque consideran la prostitución un trabajo. 

Habéis podido comprobar que Gallego tiene razón, todo se reduce a que no nos lo han sabido contar, porque yo me he puesto a ello y en un momentito lo he hecho mucho mejor. O Gallego está equivocado y como dicen otros, somos unos fachapobres ignorantes y a ver si nos vamos muriendo. Pero para ambas posturas el resumen es el mismo: si gana la derecha será culpa nuestra. ¿A que es bonita esta democracia?