Esta frase de la gran Simone de Beauvoir ilustra como ninguna los tiempos que estamos viviendo en el feminismo. Reconozco que, dada la tergiversación interesada y burda a la que se somete últimamente a la señora de Beauvoir, puede dar un poco de reparo empezar así, pero las grandes pensadoras y filósofas que nos precedieron y marcaron el camino están para eso, para ser citadas, aplaudidas y reivindicadas. Somos porque fueron.
Me enfrento a este 8 de Marzo (sí, utilizo bien el verbo enfrentar) con una enorme tristeza y más rabia aún si cabe, y creo que este sentimiento es compartido por muchas compañeras. Porque vivo en un país en el que TODOS los partidos con representación parlamentaria han traicionado al feminismo y a las mujeres. TODOS.
Por parte de la derecha más rancia (PP, Vox) ninguna novedad: siguen luchando contra el aborto y la paridad y sublimando lo más rancio del machismo patrio.
Pero son la considerada izquierda y los partidos menos tradicionalmente rancios los que se han dedicado en cuerpo y alma a ilegalizar el feminismo y denigrarnos a las mujeres: PSOE, Podemos, IU, PNV, Compromís, Más País, Bildu, Esquerra, etc. Todo el arco parlamentario. Porque son PSOE y Unidas Podemos quienes conforman el Gobierno, pero todos los demás han votado a favor de estas medidas. Y vamos con el resumen de dichas medidas puestas en marcha con fervor por “el gobierno más feminista de la historia”:
-Ley de libertad sexual o del “Solo sí es sí”. Con lo bien que suena, ¿verdad? Pues después de libertad sexual se les olvidó añadir “de los violadores”, porque es básicamente en lo que consiste. Incluso sin entrar en la dificultad de regular legalmente el consentimiento sin dejar cerrado el consentimiento viciado, centrémonos en la rebaja de penas. Se ha puesto en marcha una ley que rebaja la horquilla de penas a los violadores en un país en el que uno de los principios jurídicos básicos es “in dubio pro reo” y en el que tenemos un sistema judicial todavía extremadamente patriarcal y machista. Lo primero, el latinajo, quiere decir que siempre se ha de aplicar la doctrina aplicable más favorable al reo, y eso lo sé hasta yo que de Derecho nada de nada. Respecto a cómo es la justicia en nuestro país, las feministas llevamos décadas (por no remontarnos a otros tiempos) gritándolo en las calles y evidenciándolo con miles de juicios y sentencias. Por lo tanto, nadie en el Gobierno ni entre quienes votaron a favor de esta ley en el Congreso puede alegar desconocimiento, porque se dicen muy feministas y mucho feministas y porque una gran mayoría han estudiado derecho. Y entonces decidieron tirar por la calle de en medio y empezar con el mantra de que “el feminismo no es punitivista”. Bueno, al parecer depende de con quién, pero eso lo veremos en seguida. ¿Cómo que el feminismo no es punitivista? ¿Desde cuándo? ¿Cuándo ha dicho el movimiento feminista que quiere a los violadores en la calle con una palmada de ánimo? ¿Se nos han olvidado las manifestaciones por la primera sentencia de La Manada, por ejemplo? Igual yo estaba confundida cuando gritaba en las manifestaciones junto a miles de compañeras “polla violadora a la licuadora” o “machete al machote”. Sí, no son peticiones literales sino gritos de rabia, pero parece que no van por dejar en la calle a violadores, llamadme loca.
-Ley Trans. Ley de leyes donde las haya, la ley que ilegaliza “de facto” desde el feminismo hasta la biología y eleva a verdad absoluta los sentimientos. Miles de compañeras llevan años explicando todo esto mejor que yo, pero resumiéndolo mucho, el feminismo lucha contra el género, que son los estereotipos que se nos asignan a hombres y mujeres por serlo. El género son convenciones sociales, las básicas intocadas desde hace miles de años (las mujeres somos débiles, menos válidas, menos inteligentes, etc.) y otras, las estéticas, cambiantes según la época y las culturas. Y ahora el sexo (nuestra biología al completo, no los órganos sexuales ni la sexualidad) pasa a ser irrelevante (asignado al nacer dice la ley, nada más ni nada menos) y se sublima legalmente el género, es decir, los estereotipos contra los que lucha el feminismo. ¿Qué consecuencias prácticas tiene todo esto? Se terminaron los espacios seguros sólo para mujeres: vestuarios (sí, también los de tus hijas), habitaciones de hospital, cárceles, refugios para mujeres maltratadas, etc. Y, enlazando con el no punitivismo, esta ley contempla el delito de odio y multas de hasta 150.000 € si nos negamos a que el machote de turno que se dice mujer entre en esos espacios. Si la comunidad científica no hace nada también se terminaron los estudios médicos desagregados por sexo. Y se aboca a miles de niños y adolescentes que, por su edad, están confusos sobre todo lo habido y por haber y que tienden a rechazar los cambios de la pubertad en sus cuerpos, a procesos de hormonación cruzada o bloqueadores de la pubertad (cuando no operaciones irreversibles) cuyas terribles consecuencias para la salud ya se están denunciando en países de nuestro entorno como Reino Unido y Suecia.
Algunas diréis “también se ha aprobado la ley del aborto”, y tendréis razón. Lo que sucede es que prácticamente lo único que han hecho es revertir la reforma de Rajoy de 2015 y devolverla a su estado original de 2010.
A estas leyes que sí se han hecho podemos añadir las que NO se han hecho, como una ley de abolición de la prostitución, o una ley que prohíba de facto los vientres de alquiler, prohibiendo la inscripción en España de niños comprados en otros países donde es legal.
Fuera ya del arco parlamentario, las feministas podríamos pensar que nos quedan los partidos comunistas minoritarios, y sería otro error. Esos partidos están muchísimo más preocupados en hacernos ver que nuestro peor enemigo son las mujeres burguesas mientras siguen dando palmadas en la espalda a los obreros maltratadores y puteros.
Si habéis llegado hasta aquí supongo que entenderéis la tristeza y la rabia. Estos días me he acordado mucho de Machado y de su “una de las dos Españas ha de helarte el corazón”. Qué afortunado, Machado. A las mujeres nos lo hielan todas.
