Queridos lectores, si pensáis que este artículo habla sobre Irán o Qatar, estáis muy equivocados. ¿Alguien recuerda siquiera, tras la resaca del fútbol, que en el Golfo Pérsico las mujeres son apenas consideradas seres humanos, no tienen derechos y están tuteladas por hombres toda su vida? Y si lo recuerdan, ¿a alguien le ha importado?
Hoy, 21 de Diciembre, adelantando la fecha y sin haber permitido ningún tipo de debate en el parlamento, se va a aprobar la llamada Ley Trans. Hoy, el gobierno más progresista de la Historia (nótese la ironía) va a ilegalizar el feminismo.
A partir de hoy toca olvidar la biología, la física, la química y hasta las matemáticas, por no hablar del sentido común. Hoy debemos olvidar toda realidad material para preocuparnos únicamente de lo que sienten las personas sobre sí mismas. Porque hoy en este país se va a hacer ley el despropósito, y ojito con denunciar que el emperador está desnudo, nos puede costar una multa más cara que un piso.
Hoy hemos de olvidar el feminismo, porque ya no se trata de abolir el género, esa convención social de cómo debemos comportarnos por nuestro sexo. No, ahora el sexo es la convención social que médicos, comadronas y padres asignan con muy mala idea en el momento del nacimiento, y el género es innato, sentido, espiritual y sagrado, aunque también pueda ser fluido, espejo y supercalifragilísticoespialidoso.
¿Que no entendéis nada de lo que estoy diciendo? Normal, pero vamos a ir a los efectos prácticos a ver si así se entiende mejor: vamos a pasar del machismo de “como eres mujer te tienes que maquillar” al machismo de “como te maquillas eres mujer”. Y sin haber rozado apenas con la punta de los dedos el feminismo, que dice que “seas hombre o mujer, viste y compórtate como quieras”. Vamos a institucionalizar el género, es decir, nuestra opresión. Ahora no va a haber que quitarle el balón a Paulita porque no sea apropiado que a una niña le guste el fútbol, ahora habrá que dejarle el balón, llamarla Pablo y hormonarla y cortarle los pechos si ya le han salido. Y cuidado los padres de Paulita con protestar, porque les pueden quitar la custodia.
¿Creéis que exagero? Leeros la ley
El feminismo pretende cambiar la sociedad patriarcal que nos atribuye unos roles (género) en función de nuestro sexo. Pues la solución moderna no es cambiar la sociedad, sino cambiarnos nosotros si no estamos conformes con lo que el patriarcado nos tiene reservado. Soluciones individuales e individualistas a problemas colectivos, la receta neoliberal por excelencia. Hoy nos vamos a acostar con una ley que elimina los espacios seguros para mujeres (sí, para tus hijas también), que destruirá el deporte femenino, que borra las orientaciones sexuales y que ilegaliza el feminismo. A las feministas ya nos ha tocado el Gordo, eso sí, con el pelo largo y falda y muy maquillade.
