Presentación de Socialismo Fiduciario. Un océano con orillas

2

El vídeo que se encuentra al final de este artículo corresponde a la presentación de mi libro Socialismo Fiduciario del pasado 23 de noviembre en la Fundación de Investigaciones Marxista de Madrid.

A mi lado estuvieron tres enormes intelectos y buenos amigos, Eddy Sánchez, Manuel Monereo y Stuart Medina. Como siempre, los tres hicieron observaciones muy valiosas y les estoy muy agradecido. No obstante, la intervención de Manolo Monereo fue de una relevancia especial por su profundidad y brillantez habituales, pero también por lo que me enseñó sobre los diferentes enfoques del socialismo.

Monereo encuadró al socialismo fiduciario dentro del socialismo normativo y contrapuso esta perspectiva al socialismo histórico. Por tanto, relacionó al socialismo fiduciario con el austromarxismo de Max Adler y Rudolf Hilferding. Ciertamente, el libro comparte con estos autores la preeminencia de la obra de Kant, es decir, la preeminencia de las proposiciones frente a los conceptos y de los predicados frente a las leyes históricas. Sin embargo, existe desde la perspectiva del socialismo histórico otra manera de enfocar el socialismo, que según Monereo es “más marxiana” y se basa en “partir de las contradicciones del presente, elucidar cómo esas contradicciones tienen una posibilidad socialista y cabalgar sobre ella. […] El socialismo sería una posibilidad que abre el capitalismo en su proceso evolutivo que se basa en crisis recurrentes, en ese choque tendencial entre fuerzas productivas y relaciones de producción”.

Quiero aprovechar la oportunidad que me brindan las palabras del gran Manuel Monereo para desde aquí reivindicar mediante el socialismo fiduciario la necesidad de plantear el socialismo desde supuestos normativos. La construcción de una alternativa socialista debe construirse a partir de proposiciones que se puedan corroborar, refutar, medir y analizar exhaustivamente en su formulación. Creo que esto ayudaría a superar un gran error de elección que (a excepción, efectivamente, de escuelas como el austromarxismo) cometió la izquierda. Esa elección fue la de decantarse por Hegel en vez de por Kant. Este error no lo cometió el capitalismo. Las consecuencias están a la vista de todos.

Si en vez de renunciar al socialismo histórico renunciamos al socialismo construido en proposiciones, aparece la mistificación de planteamientos ad hoc. Entonces solo queda la fe en que la próxima crisis dentro de las tesis del capitalismo engendre una antítesis en forma de contradicción para poder plantear una síntesis que elimine las contradicciones y nos de la razón. ¿Pero hasta cuándo? Las contradicciones también aparecerán irremediablemente en el nuevo orden de cosas ¿Qué haremos entonces con esas contradicciones? ¿Cómo las eliminaremos esta vez? La propia historia demuestra que no lo haremos, sino que nos quedaremos estancados en ellas, o como dice Kant nos harán alejarnos de “las costas continuas de la experiencia, que no podemos abandonar sin arriesgarnos a un océano sin orillas”.

El capitalismo esquivó esta bala. En vez de intentar la tarea imposible de eliminar las contradicciones, las abrazó e intentó pulir con ellas sus proposiciones. Esta es la actitud más razonable. Toda la existencia humana está plagada de contradicciones ¿Por qué iban a ser una excepción las relaciones de producción si las contradicciones permean nuestras vidas familiares, nuestras vidas escolares, nuestras militancias políticas, etc.? Las relaciones sociales están sujetas a contradicciones siempre.

¿Cuál es el problema entonces del capitalismo? Pues que simplemente sus proposiciones son erróneas. El socialismo fiduciario es un intento de demostrarlo y de construir un sistema socialista alternativo basado en proposiciones mejores que las del capitalismo.

Es este punto en el que en el socialismo fiduciario hace su aparición la teoría monetaria moderna a modo de método para conseguir el pleno empleo de los recursos reales sin crear inflación, no a modo de panacea. Para el socialismo fiduciario la teoría monetaria moderna es un modo de construir predicados que explican las economías monetarias de producción de las que habla Stuart Medina en su intervención. Estos predicados dan como resultado proposiciones que demuestran que los postulados del capitalismo, sobre todo en su forma neoclásica y neoliberal, están equivocados. En mi opinión, es fundamental que la izquierda haga este ejercicio de bajar a la arena de las proposiciones para batirse en ella contra el neoliberalismo porque es ahí donde se decide la batalla. Este esfuerzo intelectual no podemos pasarlo por alto. Si lo hacemos apelando a nuestra falta de capacidades, renunciamos a entender el funcionamiento de las economías monetarias de producción y nuestro análisis se queda en nada. Con ello entregamos la victoria al neoliberalismo. Dicho con otras palabras: no podemos sostener que somos capaces de comprender (nada más y nada menos) el sentido de las contradicciones históricas que se engendran en el modo de producción capitalista, pero no seamos capaces de demostrar fehacientemente y fuera de toda duda que (por ejemplo) en las economías monetarias de producción es imposible que los impuestos financien el gasto público.

De lo anteriormente dicho cabe extraer dos conclusiones. Una es que el interés del socialismo fiduciario por la teoría monetaria moderna es única y exclusivamente la posibilidad que abre dicha teoría para conseguir los fines del socialismo. La segunda es que, en vez de intentar la imposible tarea de erradicar las contradicciones surgidas entre las fuerzas productivas de las economías monetarias de producción, lo que la izquierda tiene que hacer es dedicar sus esfuerzos a erradicar los abusos.

Si al socialismo fiduciario solo le interesa la teoría monetaria moderna como método para dirigir el pleno empleo sin inflación hacia los fines del socialismo, la lucha por el socialismo solo se justifica porque el socialismo es un sistema político y económico en el que se combaten los abusos inherentes al sistema de producción capitalista. Estos abusos son en primer término de carácter económico, ya que la lógica de los mercados desregulados del capitalismo es incompatible con la cobertura de las necesidades humanas básicas, pero el socialismo también ha de extender la lucha contra los abusos a todos los campos de las relaciones sociales. La eliminación del sufrimiento mediante la lucha contra los abusos, no el intento por eliminar las contradicciones en las economías monetarias de producción: ese debe ser el objetivo del socialismo. Por eso el socialismo fiduciario no define al socialismo como un sistema en el que los medios de producción tengan que ser necesariamente y en su totalidad públicos, sino como un sistema en el que se garantice el acceso universal a cinco cosas: el pleno empleo, la utilización plena y prudente de los recursos naturales, la garantía a todo ciudadano de comida, alojamiento, vestido, servicios sanitarios y educación, una seguridad social en forma de pensiones y subsidios, y la garantía de estándares laborales dignos.

Acertadamente, Manuel Monereo dice en su intervención que esta concepción del socialismo no recoge los conflictos de poder que se crearían dentro de una sociedad capitalista si se intentara implantar un programa político como el propuesto por el socialismo fiduciario. Tiene razón y soy consciente de ello, pero como decía Kant: “se confiesa que difícilmente se halla tierra pura, agua pura, aire puro, etc., y no obstante, sus conceptos son necesarios”. Lo que en mi libro he intentado exponer es un sistema en su forma más pura posible, sin analizar las evidentes y enormes trabas a las que se enfrentaría. Sin embargo, lo que sí que señalo es que “la soberanía monetaria permite al Estado comprar todo lo que esté a la venta en su propia moneda. Por tanto, el tamaño del sector público pude ser decidido democráticamente. Si la iniciativa privada deja de cumplir su función social o incurre en maniobras de desestabilización y sabotaje del Gobierno, cabe la posibilidad de que el electorado decida democráticamente reducir o incluso eliminar la iniciativa privada”.

En España existe una oligarquía franquista que se opondría por todos los medios al socialismo fiduciario. Se trata de la oligarquía conformada por la corona, los grandes medios de comunicación, gran parte de la adjudicatura, gran parte de las fuerzas armadas, la banca y los grandes lobbies turísticos y dedicados a la construcción. Se trata de enemigos poderosísimos cuyos valedores son ni más ni menos que la Unión Europea, la OTAN y el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América. Sin embargo, creo que el socialismo fiduciario podría reunir tras de sí una gran mayoría social en nuestro país que sería capaz de crear fisuras dentro de la oligarquía. Asimismo, el socialismo fiduciario no ha de entenderse como un proyecto dedicado solo a España, sino que tiene como vocación llegar a lugares en los que las cosas son diferentes. En Eurasia las cosas se ven de otra manera. Por eso el socialismo fiduciario presta especial atención a China y a Rusia, donde creo que personas como Nikolái Platoshkin se encuentran ya cercanas a postulados similares a los del socialismo fiduciario. Lo mismo ocurre con lugares como Venezuela, Cuba o Nicaragua, y creo que también en amplios sectores de la sociedad en India. Se trata de lugares en los que seguramente el socialismo fiduciario sería más fácilmente aplicable.

El socialismo fiduciario y el socialismo normativo. Esos fueron los ejes principales de la presentación que se puede ver a continuación. Invito a todo el mundo a visionar el vídeo. Espero que mi libro pueda ayudar a que las fuerzas socialistas recuperen la orilla izquierda del océano kantiano.

Euro delendus est

2 COMENTARIOS

  1. Saludos, muy interesante, me sorprendo además con que a veces las ideas puedan coincidir tanto… me falta una pata para lo que expones, no basta con satisfacer las necesidades básicas si luego la soberanía popular no se garantiza y aquí entran herramientas que no se usan como los referendos, obviamente a la par que terminar con este período constitucional postfranquista, pero no de forma abrupta, sería un error estratégico, sino por tramos bien construidos hasta que culminen en una 3ª República y nueva constitución.

    Pero venía yo a otra cosa, he ido a ver cómo comprar el libro y solo ofrece 3 posibilidades, que no tengo o no uso (como el PayPal que un día se me dio por abrir y jamás he usado) y que luego de la charla pues quizás habría que abrir a sistemas tan poco originales como el contra-reembolso o el ingreso en cuenta. Así que de momento me quedo con las ganas de leerte.

    Un saúdo

    • Nada de quedarse con las ganas, amigo mío, que la vida es muy corta!! Mándeme un email a info@lolabooks.eu y le mandaré el libro contrarrembolso. Si no, siempre puede ir a cualquier librería y comprarlo. Socialismo Fiduciario también habla de la Tercera República y por supuesto de la salida de la OTAN. Muchas gracias por su interés y un abrazo. Feliz 2023.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.