La Ley Trans y el deporte femenino: entrevista a Irene Aguiar

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Hace poco, Irene Aguiar, una abogada especializada en Derecho deportivo y muy activa en su cuenta @IreneAguiarG denunciando las ventajas que las autodenominadas “mujeres trans” tiene en el deporte cuando invaden categorías que no les corresponden, lo que le ha valido todo tipo de insultos, descalificaciones, censuras de actos y amenazas, algo habitual y que han sufrido las feministas críticas con la ley Trans, sin que nunca le hayan podido rebatir ni uno sólo de los datos que ha expuesto en diversos foros, comentaba:

 “Hay quien me echa en cara que solo aparezca en medios «de derecha» para hablar de la cuestión trans en el deporte.

A mí me preocuparía más que los medios «de izquierda» guarden silencio al respecto”.

Y elcomun.es, como medio de izquierdas recogió ese tuit e invitó a Irene Aguiar a que diese su opinión en una entrevista, que ésta aceptó de inmediato. Lo que le agradecemos sinceramente.

¿Quién es Irene Aguiar? ¿Cómo te presentarías?

Irene Aguiar es una especialista en derecho deportivo que se dedica al asesoramiento de federaciones deportivas, clubes, ligas profesionales, deportistas, agentes… A cualquier entidad en el sector del deporte, tanto a nivel nacional como internacional. Es profesora en diversos programas de derecho deportivo y ponente en congresos. Es una fiel defensora del deporte femenino, co-fundadora del Consorcio internacional del Deporte Femenino y desde hace tres años estudia la afectación de las políticas transactivistas a los derechos de las mujeres deportistas.

¿Cómo llegas al mundo del Derecho en el deporte?

Durante la carrera tenía interés en el derecho deportivo, que conocí por mi padre, y también en el derecho internacional de los derechos humanos, especialmente por los derechos de las mujeres. Finalizando la carrera me vi en la tesitura de decidir entre los dos, y entonces me di cuenta de que podía aunar las dos cosas, porque en el deporte quedaba mucho por hacer por los derechos de la mujer. El destino me ha llevado a poder poner mi granito de arena.

¿Cuándo empiezas a ver las implicaciones que tienen las leyes autonómicas “trans” en la práctica deportiva femenina?

A raíz de un estudio que realicé para la Revista Aranzadi de Derecho del Deporte y el Entretenimiento sobre la nueva Ley del Deporte de Canarias de 2019. Entonces vi por primera vez el concepto de “sexo sentido”. A partir de ahí me puse a indagar y descubrí lo que se viene haciendo en las comunidades autónomas desde 2015.

Has sido invitada al Congreso de los Diputados como experta en derecho deportivo para asesorar sobre el Anteproyecto de Ley del Deporte. ¿Cómo te llegó esa invitación?

He acudido en dos ocasiones: una invitada por el grupo parlamentario popular y otra por el grupo parlamentario Vox.

¿Qué quienes te inviten sea el PP o Vox te ha marcado profesionalmente? ¿Te ha cerrado o abierto puertas?

Para nada. Yo he acudido como experta en derecho deportivo y he dado mi opinión técnica sobre una ley con base en lo que humildemente sé. De hecho, he asesorado a grupos de todo el arco político. Daré siempre mi opinión honesta a quien la solicite.

En tu intervención hiciste hincapié en las diferencias biológicas y de resultados de deportistas hombres y mujeres, y la impresión que tengo es que se ignoraron totalmente. ¿Cómo lo viviste tú?

En general, he sido consultada al respecto y he escuchado preocupaciones de personas de grupos de izquierda a derecha. Sin embargo, luego no se propuso trasladarse a la ley más que por un grupo, que fue Vox. Para mí, una pena, porque creo que es algo de sentido común y en lo que todos deberíamos estar de acuerdo.

En esa misma intervención dices claramente que en la nueva ley es falso que traiga derechos LGTBI, que ya se contempla en la ley de 19/2007. ¿Qué te respondieron a eso?

Que sí los trae, pero no es cierto. No trae más que principios programáticos, o el derecho de los deportistas la igualdad, que ya está en la Constitución. Otro ejemplo: impone a las federaciones la creación de una comisión de igualdad para tratar las discriminaciones por orientación sexual; pero la Ley Antiviolencia ya previó en 2007 la figura del Defensor del Deportista, precisamente para eso. Si hubiera de verdad un interés, se habría desarrollado por cualquiera de los ejecutivos que ha habido desde entonces, pero nunca se creó.

También señalas que se omite en ese APL la participación de las personas trans en el deporte. Te preguntan el Sr. Requejo Novoa, de Vox; Sr. Merino, PP y Sra. García López, PSOE; y da la impresión de que lo que oyen a la compareciente les entra por un oído y les sale por otro. ¿UP y ERC, etc., no intervinieron? ¿No acudieron?

El grupo republicano al menos sí estaba presente, pero no formuló ninguna pregunta.

Comentas en tu intervención que en ninguna de las leyes autonómicas trans se hizo un estudio específico de cómo afectaría a la práctica deportiva la inclusión de hombres que dice sentirse mujeres en la práctica deportiva femenina. ¿Ha sido así en otros países también?

Ha sido la tónica general. En cuanto se estudia con rigor, se ve que es insostenible y discriminatorio contra las mujeres, que se ven excluidas por quienes son físicamente superiores.

¿Qué impresión te causa que partidos que han votado Sí a leyes autonómicas trans en Andalucía, Galicia, Castilla-La Mancha, etc., ahora se muestren tan críticos con el APL Trans que se “debate” en el Congreso?

Me gustaría que, en coherencia, promovieran la derogación de las leyes autonómicas. Hay barbaridades, como establecer que cada uno debe competir conforme al sexo que quiera o diga sentir, que hacen doce comunidades autónomas; el suministro de bloqueadores de la pubertad a menores; o la inversión de carga de la prueba en casos en que se denuncie “transfobia” (eres culpable salvo que demuestres lo contrario). Es tremendo.

En alguna entrevista has pedido que se diferencie entre el “ser” y el “sentir” en la práctica deportiva, ¿a qué te refieres?

En derecho tenemos un dicho que es “las cosas son lo que son, y no lo que las partes dicen que son”. En otras palabras: la realidad es la que es, y somos lo que somos, no lo que decimos o sentimos que somos. Yo puedo decir que soy un caballo, pero seguiré siendo irremediablemente humana. No podemos elegir nuestra especie, y tampoco nuestro sexo.

¿Cuál es el riesgo para las deportistas la participación de hombres que dicen “ser o sentirse” mujeres?

Los hombres tienen un cuerpo diferente al de las mujeres y son superiores en aspectos como la fuerza, velocidad, potencia o resistencia. Como en el deporte las plazas son limitadas, cada vez que introduces un hombre en la categoría femenina, excluyes a una mujer. Pero es que además se producen más consecuencias, que yo divido en tres tipos: una, la discriminación. Si obtiene buen resultado, excluye a las mujeres de los récords, premios, puestos de clasificación, becas, patrocinios; y se produce una injusticia para todas las competidoras, al competir contra alguien que tiene una ventaja que ellas no tienen. Como competir contra alguien que se ha dopado. Dos, el riesgo para su integridad física en los deportes en que hay contacto. Y tres, el riesgo para su integridad psíquica, su salud mental. Tengo a deportistas que me han llorado de impotencia porque no solo tienen que aguantar la injusticia de competir contra un varón, sino que encima tienen que callar (porque si no, son “tránsfobas”). O compartir vestuarios y desnudarse ante él. Algunas de ellas han podido tener experiencias traumáticas. Me constan casos de mujeres que han tenido que abandonar instalaciones por ello o ahora optan por cambiarse en casa. ¿Eso es “inclusión”?

¿Cómo abogada has llegado a recibir alguna denuncia de alguna deportista que se haya visto perjudicada por la aplicación de alguna ley autonómica Trans en lo relativo a prácticas deportiva?

Sí. Más de una. Pero tienen un miedo atroz a denunciarlo, porque temen ser señaladas o canceladas. Así que, mientras tanto, seguiré intentando ser su voz.

Por supuesto no vas a dar sus nombres, pero ¿esas deportistas son de élite, de las que nos representan en JJ.OO o mundiales? ¿Alguna ha llegado a decir que se lía la manta a la cabeza y tira para adelante?

No, las afectadas por las leyes autonómicas son deportistas de competiciones regionales. Igual de importantes que aquellas que participan en competiciones internacionales, eso sí. La élite se nutre de la base, y merece igual protección, porque sin ella no hay élite alguna.

Recientemente se anuló por el Cabildo de Gran Canaria el III Congreso Estatal Mujeres y Deporte, en el que participabas junto a otras expertas, ¿qué motivos adujeron para la anulación desde el Cabildo?

Lo que las organizadoras trasladaron es que simplemente la mesa en la que participaba, cuyo título era “La defensa de las categorías deportivas femeninas. Una visión internacional”, debía anularse. Posteriormente, tanto la Consejería de Igualdad del Cabildo como su presidencia han manifestado que es que a esa mesa acudíamos personas “de fuera” (aunque yo soy grancanaria) a criticar a la Ley Trans canaria. Desde luego, no sé cómo saben si se iba a hacer eso o no, porque no es el título de la mesa (¿defender las categorías deportivas femeninas va en contra de la ley canaria?), ni yo todavía había preparado ni tan siquiera mi intervención; pero, aunque fuera a criticar la ley, creo que en una democracia debemos ser libres para poder hacerlo.

“Hace poco un hombre (Craig (Cece) Telfer), corredor de 400m vallas, se declara mujer y pasa de ser el nº 390 en la categoría masculina a ser campeón nacional de la categoría femenina. Le premian por su «trabajo de defensa y su rendimiento atlético como atleta de élite»” decías en un tuit. ¿En qué se parece y diferencia este caso del de William (Lia) Thomas?

Más allá del deporte (uno es atletismo y otro es natación), no se diferencian en nada. Dos ocasiones en las que la NCAA ha antepuesto los deseos de varones a los derechos de las mujeres deportistas, dando más oportunidades en el deporte y premios al sexo masculino que al femenino.

¿En qué se parece el caso de Caster Semenya al de Mª José Martínez Patiño?

En poco. Caster Semenya tiene una condición DSD que se denomina 46XY deficiencia de esteroide 5-alfa-reductasa, por lo que es biológicamente un varón (no una “mujer con la testosterona alta”, como erróneamente se suele decir) y se ha beneficiado de una pubertad masculina. Mª José Martínez Patiño tiene Insensibilidad a los Andrógenos (SIA), que implica que no vivió una pubertad masculina.

Has comentado que se te echa en cara que sólo acudes a entrevistas de medios de derechas, ¿qué les diría a esos críticos?

Primero: que voy donde me invitan y puedo, hablo con todo el mundo sin mirar su ideología. Iré hasta la Conchinchina a defender el deporte femenino y los derechos de las mujeres deportistas si hace falta. Segundo: que ¡mírenme aquí!

Por supuesto, estarás entre las tránsfobas para muchos sectores del movimiento LGTBI. ¿Alguna vez te han llamado para invitarle a un debate sobre la participación en el deporte “inclusivo”?

No, aunque me he encontrado gente con opiniones contrarias con la que se puede debatir estupendamente. Es lo que echo en falta: un debate público sosegado con personas con posturas distintas. Es lo que realmente enriquece.

¿Te has visto amenazada, intimidada… por tus opiniones sobre la participación de “mujeres trans” en el deporte femenino?

Sí. He recibido insultos, acoso y hasta amenazas, normalmente de hombres, simplemente por defender que haya categorías deportivas solo para mujeres. Pero no me amedrentan.

¿Por qué crees que la participación de “hombres trans” no despierta tanta polémica?

Primero, porque es anecdótica. La mayoría de personas de sexo femenino que se identifican como trans (ya sea “hombres trans” o “no binarias” u otros) se quedan en la categoría femenina. Segundo, porque tampoco supone una amenaza: los estudios revelan que, aun estando en tratamiento de testosterona, siguen teniendo un rendimiento inferior a la media masculina. Que no hayan obtenido ningún premio en la categoría masculina es la viva prueba de ello, frente a los cientos de casos de varones en la categoría femenina que sí lo han hecho. Por eso no supone un problema que participen en la categoría masculina si quieren.

¿Qué opinas del caso de Álvaro (Alba) Palacios?

Es una injusticia. Y esto no es nada en contra de Palacios: simplemente, biológicamente es varón, tiene cuerpo de tal y, aunque se reduzca la testosterona, conserva la ventaja inherente a su sexo. Me han contactado futbolistas de la categoría pidiéndome ayuda, pero estamos en lo de siempre: no quieren hablar por miedo.

En el APL para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI que actualmente se tramita en el Congreso, ¿cuál sería el aspecto más lesivo para la igualdad en el deporte de esta ley?

El proyecto de ley prevé que en el deporte se estará a la normativa de las federaciones, y hay quien piensa que con eso cualquier problema está arreglado. Nada más lejos de la realidad: el problema del texto es la autodeterminación de sexo registral sin más requisitos que la palabra; es decir, que el registro civil pasa de registrar el sexo a registrar el sentimiento. Así que, aunque la norma de la federación diga que en las competiciones femeninas solo pueden competir aquellas personas de sexo femenino, ¿cómo se puede saber quién lo es, si donde consta el sexo, el DNI, se puede cambiar a voluntad? Si un hombre llega a una competición con un DNI que dice que su sexo es femenino, ¿cómo puede la federación saberlo o demostrar que es mentira?

Cuando en el APL se dice en el art. 26.3 que “En las prácticas, eventos y competiciones deportivas en el ámbito del deporte federado, se estará a lo dispuesto en la normativa específica aplicable, nacional, autonómica e internacional, incluidas las normas de lucha contra el dopaje, que, de modo justificado y proporcionado, tengan por objeto evitar ventajas competitivas que puedan ser contrarias al principio de igualdad”, ¿qué te viene a la cabeza al leer lo de la “lucha contra el dopaje” a quien está hormonándose para competir como “mujer sentida” o ha hecho “ su transición tras la pubertad?

Entiendo que la referencia específica a las normas de dopaje puede ser por aquellas personas de sexo femenino que se identifican como trans y que están en tratamiento de testosterona, que es una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje.

Hace poco has fundado con otros/as profesionales el International Consortium on Female Sport. ¿Quiénes lo componen, qué objetivos y qué alcance tiene?

Lo componemos mujeres de todo el mundo (ocho países diferentes, por el momento), especialistas en diversos ámbitos (las ciencias de la actividad física y el deporte, los derechos humanos, la filosofía,…) bajo la premisa de que las mujeres tienen el derecho a la igualdad en el acceso y práctica del deporte (artículo 10.g CEDAW), y que ésta solo se garantiza mediante una categoría solo para ellas, con el objetivo de defender y abogar por esta categoría.

Supongo que por tu actividad profesional estarás en contacto con muchas deportistas en activo y otras ya retiradas y que ocupan puestos de responsabilidad, como Mercedes Coghen, p.e. ¿Qué impresión tienen sobre ese llamado deporte “inclusivo”?

De “inclusivo” no tiene nada, porque cada vez que se incluye a un varón en la categoría femenina, se excluye, al menos, a una mujer; y si se excluye a mujeres, ya no es “inclusión”. Todas con las que he hablado coinciden: es una injusticia lo que se viene haciendo.

En el reciente XVII Congreso Español de Derecho Deportivo en Barcelona has presentado un trabajo: «Personas trans en el deporte: propuestas para los procesos de decisión y de regulación» ¿podrías hacer un breve resumen de los puntos que propusiste?

El trabajo, que si es aprobado por el Comité Científico, será publicado, es la cristalización del estudio que vengo haciendo el último año, y trata de ser una guía práctica para los reguladores del deporte (federaciones y legisladores). Se sostiene sobre tres patas: una propuesta para los procesos de decisión, una pauta para el diseño de una regulación y, finalmente, doy diferentes propuestas de regulación, dando sus pros y sus contras y explicando por qué otras no son válidas. En otras palabras: digo a los reguladores cómo creo que deben tomar sus decisiones, les doy una herramienta para ello y, por último, les doy las mejores regulaciones, que, en mi opinión, es mantener las categorías por sexo, buscando la integración de las personas trans en igualdad y sin discriminación.

¿Qué otra cosa te gustaría añadir?

Que la ciudadanía en general y las deportistas en particular merecen un debate sosegado sobre este tema, basado en el rigor científico y no en las pasiones. La gente debe quitarse la losa de la “transfobia”: pedir categorías deportivas por sexo no es odio hacia las personas trans en modo alguno, sino una cuestión que diferencias irremediables entre los cuerpos de un sexo y otro. El gran reto del deporte es conseguir integrar a las personas trans, respetando las categorías por sexo. Si en el caso de las personas de sexo femenino que se identifican como trans es posible, debe serlo en las de masculino también.

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