¿Qué debemos entender por progresista?

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He desechado unos cuantos borradores hasta darle el visto bueno a este artículo, porque una serie de acontecimientos sucesivos vinculados con los medios de comunicación han mantenido mi estado de ánimo fluctuando entre la indignación y la cólera.

El día 8 de Octubre, como integrante del Front Abolicionista-PV y como Secretaria General de PFAC, estuve en la presentación de la asociación  AMANDA, Agrupación de Madres de Adolescentes y Niñas/os con Disforia Acelerada, en el Colegio de Médicos de Madrid.

El lugar donde se hizo la presentación; la intervención de un reputado experto en la atención sanitaria, en la especialidad de psiquiatría, a personas transexuales; los testimonios aportados tanto por parte de la representante de las familias como por parte de la representante de jóvenes que han destransicionado; todo ésto aportaba contenido informativo nuevo y muy relevante para entender las peticiones de paralización de la tramitación con carácter de urgencia de la mal llamada, y peor redactada, “Ley trans”, que al acoger el maldito género como “identidad” colisiona frontalmente con la elaboración e implementación de Políticas Igualitarias, cuyo objetivo es la Igualdad Efectiva de mujeres y varones y la deslegitimación del constructo social del género, por ser el obstáculo principal que impide conseguirla.

En diciembre de 2021, Juan Soto Ivars recogió en un amplio y documentado artículo publicado en El Confidencial, las inquietudes que manifestaban tanto profesionales de la salud mental como de otras áreas de la salud, filósofos y humanistas en un curso monográfico a puerta cerrada, sobre el repentino aumento de disforia de género en adolescentes. En ese seminario Juan Soto Ivars afirmó que “no se negaba ni cuestionaba la realidad trans, ni se utilizaban argumentos políticos, el interés genuino de los presentes era el malestar psíquico de los menores, y se abrió paso la duda sobre los protocolos que los especialistas deberían seguir, con las leyes autonómicas que ya se habían aprobado y la futura ley estatal pendiente de aprobación.”

Y junto a la exposición de las dudas surgió el nombre de la agrupación AMANDA, según relata el columnista, que eran un grupo de madres que hablaban de la detección en sus hijas/os de «disforia de inicio rápido (DGIR)», es decir, de una respuesta a los malestares psicológicos donde el menor se convence de que su bienestar pasa por un proceso de reasignación de sexo, y quizás con tratamientos hormonales y cirugías como la amputación del pene o los pechos.” Y lo que literalmente pedían era «que se permita a los profesionales atender los malestares previos a la disforia, diagnosticar —quien debe hacerlo es el profesional, no el paciente— y tratar de acuerdo a un planteamiento prudente, que permita a los menores madurar antes de tomar decisiones irreversibles y en el que los tratamientos irreversibles sean la última opción a valorar, por el daño corporal que suponen». 

“Empezamos siendo 8 familias y ya somos más de 40”, le explicaron a Juan Soto Ivars las madres representantes de AMANDA que hablaron con él para la elaboración del artículo publicado en diciembre de 2021. El 8 de octubre de 2022, en su presentación oficial, explicaron que ya eran más de trescientas familias, pero los medios de comunicación generalistas no quisieron recoger este alarmante dato ni ninguno de los otros muchos que en el Colegio Oficial de Médicos se dieron a conocer. Y mención aparte merece la actuación panfletaria de Público.es en el enfoque supuestamente periodístico de la información.

Y lo que es aún más grave, ninguna formación política de las presentes en nuestro Parlamento, y que se atribuye el sello progresista, se hizo eco de esta presentación ni de los datos ni de los testimonios aportados, sobre todo porque la orgullosa “prensa libre” española, no les instó a confrontar sus opiniones con la nueva información aportada.

Este tufillo maloliente proveniente de los medios de comunicación se incrementó con el tratamiento informativo, sectario y mendaz, de la Manifestación del 22 de Octubre en la que también estuve como integrante del Front Abolicionista-PV, y por eso sé qué había más de 400 participantes en esa Manifestación, y considero inadmisible y vergonzante que la prensa silenciara la participación de mujeres árabes que, jugándose muchísimo dada su enorme vulnerabilidad social, estuvieran denunciando el maldito género como origen de su opresión y de la violencia que sufren.  

Y el culmen del papanatismo más vergonzoso, en mi opinión, lo ostenta la Cadena Ser, y si yo fuera Carmen Calvo, después del comportamiento torticero y deleznable de Pablo Iglesias hacia ella en el espacio “El ágora” al hablar de la ley trans, que en ningún momento fue reconvenido por el moderador y director del espacio informativo, dejaría que la Ser y Pablo Iglesias defendieran los intereses del amo todo lo que quisieran, pero no contando con mi presencia.

Pero, ¿cuándo ser Feminista en sociedades marcadas por el androcentrismo ha sido fácil? En cada época los resortes patriarcales activados frente al Feminismo han tenido un perfil distinto, y releyendo un artículo de mi compañera Juana Gallego, “El cuerpo humano reactiva un mercado moribundo”, dos frases suyas me parecen especialmente relevantes: 

__” Ahora de lo que se trata es de crear falsas necesidades basadas en falsas ideas envueltas en falsos y transgresores ropajes.”

__” El capitalismo da síntomas de agotamiento, los mercados ya no saben qué poner en circulación y el personal está inmerso en un sopor intelectual muy parecido a la catatonía.”

Y esta catatonía señalada por Juana he comprobado cómo buscan cultivarla desde edades tempranas, inhibiendo en nuestra infancia y adolescencia el análisis crítico de los pilares en que se sustenta un modelo de sociedad que, a imitación de los imperecederos virus, muta para asegurar su pervivencia.

Un ejemplo es la guía para la educación afectivo-sexual denunciada desde hace más de dos años por el Front Abolicionista-PV, “Els nostres cossos, els nostres drets” (yo estuve en el grupo de análisis de esta desacertada guía y la conozco bien), en la que en el apartado 4.6.12. “Binders”, tras leer un texto titulado “Tractaments”, se pide al alumnado de Secundaria, Bachillerato y Ciclos, un debate y reflexión posterior alrededor de los motivos por los cuales las personas trans usan binders o se someten a intervenciones quirúrgicas, para responder a la pregunta. “¿es disforia de género o presión social?”.

Las personas que opinan en el texto son Cristina Garaizabal, firme defensora del “trabajo sexual”, en esta ocasión presentada por la guía como “psicóloga experta en acompañar personas trans”, porque ahora la imposición para la psicología es el “acompañamiento” a las personas trans, en lugar del análisis, la orientación y el apoyo terapéutico para los malestares que sienten; la otra opinión recogida es la de Miquel Missé, presentado como activista trans, pero que también es sociólogo y que en una entrevista a LAMBDA se definió como: “sexo: mujer, Identidad de género: Hombre transexual, Orientación sexual: Heterosexual. En esa entrevista también explicó: “durante un tiempo decidí visibilizar la patologización de la transexualidad. Ahora estoy en un momento en que reflexiono sobre lo hecho. De hecho, no soy sólo eso. También soy sociólogo y mañana a lo mejor soy camarero. No son identidades fijas. Si algo he aprendido a partir del tema trans es que hay que ir con cuidado con la cosificación de las identidades. Hasta qué punto eso con lo que te identificas eres tú. Uno puede ser también otra cosa”. Miquel Missé también es coeditor del libro “El género desordenado”, que trata sobre el colectivo trans y sus realidades, sus luchas, sus deseos Y SUS CONTRADICCIONES.

Y precisamente una de las mejores maneras de difuminar las contradicciones e impedir su análisis es el neolenguaje y pseudoconceptos como “trans”, “lo trans”, “identidad de género”, “cis.

Y ésto se acompaña de una tergiversarción del anális crítico Feminista respecto a lo que supone el género, señalando un ilusorio “heteropatriarcado” en vez de afrontar el generopatriarcado como origen tanto de la opresión como de la discriminación que sufrimos los seres humanos, porque todos los seres humanos sufrimos presión social para que nos identifiquemos con el maldito género, pero quienes mayoritariamente más la sufren son las niñas y mujeres, precisamente, ¡oh casualidad!, quienes más se están autoidentificando como “trans”, viendo asumida esta autoidentificación en el centro escolar a través de la activación de “protocolos trans” establecidos en leyes autonómicas, derivadas a Centros de Salud donde también tienen que ser activados los”protocolos trans”, y que posteriormente están llegando masivamente a las Unidades de Identidad de Género (UIG) o Unidades de Transexualidad e Identidad de Género (UTIG), tal y como fue denunciado con datos en la presentación de AMANDA. 

La actual Ley trans y las leyes autonómicas aprobadas desde hace años, tanto por gobiernos conservadores como autoidentificados como progresistas, son un enorme obstáculo para la convivencia Igualitaria, porque legitimar el género como seña de identidad fortalece simultáneamente las estructuras de pensamiento sexistas que lo alimentan, y nos mantiene prisioneras/os de los mandatos de género presentes en la amplia gama de violencias machistas denunciadas y combatidas por el Feminismo.

Por parte de la diversidad lo que encontramos es un diagnóstico erróneo de la violencia y una marcada ineficiencia para combatirla. La diversidad no ha venido a enfrentarse al Patriarcado, ha venido y está siendo apoyada porque busca convivir con él.

La defensa de la Igualdad socioeconómica es un principio político fundamental de la ideología progresista, imposible de alcanzar mientras el género imprima su sello sexista y segregacionista en las normas, usos, costumbres y leyes que rigen la convivencia social. La Teoría Ética y Política Feminista y su articulación en el Feminismo Político son la salvaguardia del fortalecimiento democrático, y sirve de brújula para la elaboración de medidas políticas progresistas. La ideología progresista sin el Feminismo Radical sólo es “atrezzo”.

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Puri Liétor
Purificación Liétor González. Licenciada en Psicología, siendo su área de formación y actividad profesional la Psicología Sanitaria. Nació en 1968 y eso le permitió conocer de primera mano la militancia política en clandestinidad en la figura de su padre y en su carnet del PCE. Es la nieta mayor de dos abuelas analfabetas cuyos maridos sí sabían leer y escribir, es más, su abuelo paterno llego a ser Secretario General del PSOE durante la República en su pueblecito de Jaén. Pasó de feminista anónima a activista feminista cuando conoció la primera sentencia de La Manada de Pamplona de la Audiencia de Navarra, y pasó de votante a militante de Podemos cuando en su Municipio se quedaron a un puñado de votos para tener un concejal mientras que VOX conseguía dos. Actualmente es la Secretaria General del Partido Feministas al Congreso (PFAC).

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