Los taxistas no cesan en su lucha contra las políticas que ejercen partidos como el PP en Andalucía, que pretenden favorecer a multinacionales del transporte que tributan en paraísos fiscales frente al tradicional sector público.
Vuelve a salir a las calles de Sevilla el sector del taxi, que hoy jueves realiza la tercera concentración de este mes. Los trabajadores protestan contra el decreto con el que la Junta de Andalucía intenta regular la actividad de los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) en núcleos urbanos. El decreto, que se iniciaría a partir de octubre, es una medida que permanece en negociación y la que los taxistas ven un perjuicio contra los intereses del servicio público.
Es el tercer jueves consecutivo de protestas, que finaliza en una marcha hasta el Parlamento andaluz, prolongadas después que las anteriores recibieran como respuesta promesas de reuniones, pero que los taxistas entienden no han avanzado en el diálogo sobre esta norma.
Representantes del taxi afirman que «la administración se enroca en propuestas que no tienen ningún sentido». Por su parte, la Junta manifiesta que se trata de «la convivencia de VTC y taxis en aras de ofrecer el mejor servicio al ciudadano» y que «para ofrecer ese mejor servicio hay que articular una respuesta ante la llegada de las VTC».
Lo que no explican los responsables de la Junta es que esa «llegada de las VTC» no ha caído llovida del cielo, sino que responde a los intereses de poderosas multinacionales que intentan obtener beneficio a costa de un servicio que ya estaba establecido tradicionalmente y que de manera pública ya daba servicio a esos usuarios. Este modelo público sostiene las economías de miles de familias que se verían perjudicadas mediante este tipo de decretos para favorecer a los intereses de grandes compañías.
Organizaciones de taxistas andaluzas proponen un paro total que se iniciaría desde mañana viernes a las 19:00 hasta las 7:00 del lunes.
