Profithol, cuyo nombre comercial es SolarProfit y que cotiza en el BME Growth, llevará a cabo un segundo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará, según la compañía, al 90% de la plantilla que cuenta con 450 trabajadores.
La empresa anunció la aplicación de un primer ERE en septiembre del pasado que supuso la salida de 200 empleados y cuya justificación por parte de la empresa fue la «ralentización de la demanda por parte de los hogares». Además del ERE, SolarProfit puso en marcha una serie de medidas con el objetivo de “aumentar los ingresos y reducir los costes”.
La compañía asegura que la situación tanto en demanda doméstica como industrial no ha mejorado por lo que sus márgenes se están viendo afectados y se ven “obligados” por los acontecimientos a tomar los ajustes del pasado año. La batería de acciones y los ajustes que la sociedad ejecutó en 2023 y que, al parecer, han sido insuficientes.
Ante esta situación, que «genera elevadas tensiones de liquidez SolarProfit inició en marzo negociaciones con sus acreedores para alcanzar un plan de reestructuración, acogiéndose al preconcurso de acreedores para tratar de garantizar su viabilidad.
La compañía era líder del mercado de autoconsumo en España por facturación, y para este año, SolarProfit tenía previsto crear un total de 45.000 instalaciones en el segmento residencial (30.000 de generación y 15.000 instalaciones de acumulación-baterías-) y una potencia industrial acumulada de 110 MW, frente a los 80 MW de 2023, con los que la compañía espera alcanzar unos ingresos anuales de 250 M€, unas previsiones que han quedado ya descartadas.
El recorte llega, por tanto, después del ERE de septiembre –que afectó a 275 personas, el 30% del total– además de las numerosas salidas que ha habido en los últimos meses de manera individual.
