Las feministas damos la cara en Barcelona,
aunque allí nos la hayan partido más de una vez.
Las feministas damos la cara. En todas partes del mundo hay mujeres haciendo frente a la opresión que nos condena la sociedad por nuestro sexo. En cualquier latitud del globo, da igual la etnia, la cultura, la religión, el color del gobierno o el nivel de violencia para reprimirnos, siempre hay feministas valientes combatiendo el patriarcado.
En España, este año las feministas damos la cara en Barcelona, aunque allí nos la hayan partido más de una vez. El silencio y la permisividad de las instituciones ante las agresiones, verbales, simbólicas y físicas, que sufren desde hace varios años las feministas catalanas (por parte de reaccionarios autoidentificados como mujeres y de voceras del lobby proxeneta exaltadas) cada vez que se manifiestan, es uno de los muchos motivos de que la «Ciudad Condal» sea nuestro próximo destino. Pero tenemos muchos más, todos recogidos en la convocatoria:
«Las mujeres de todo el Estado, unidas en “LA FUERZA DE LAS MUJERES ES EL FUTURO DE TODAS”, nos manifestamos por segundo año consecutivo para exigir el respeto inmediato de los derechos humanos de las mujeres y de las niñas y el fin de todas las violencias que cada día nos asedian salvajemente.
El lugar elegido este año es Barcelona porque la ciudad hace tiempo que está siendo el baluarte de la prostitución y de la venta de las mujeres y sus criaturas. También es epicentro de la violencia, un espacio donde el fanatismo religioso y dogmático atenta contra la libertad de todas las mujeres y niñas sin ningún tipo de cortapisa.
Siguiendo con las reivindicaciones de nuestro Manifiesto Fundacional, en esta convocatoria los dos objetivos principales son la laicidad y la abolición de la prostitución. La marcha de mujeres llega a Barcelona porque, precisamente, es la ciudad del Estado español donde las administraciones públicas promueven políticas contrarias al derecho de mujeres y niñas a
una vida libre de violencia.
España es un país de puteros. Concretamente el primero de Europa y el tercero del mundo. Puteros que son los culpables de la explotación sexual de las mujeres. Ellos,
y el lobby proxeneta, han convertido Barcelona en destino preferente del turismo sexual internacional. Por eso iremos hasta allí, para denunciar que los puteros cometen, sistemáticamente, violaciones prepago bajo la mirada impasible de las administraciones públicas. Estas violaciones de mujeres y niñas generan, solo en la ciudad, un beneficio económico diario de 5 millones de euros. A costa de las mujeres prostituidas se enriquecen, al menos, ocho redes criminales y numerosos sectores y negocios satélite.
Este atentado contra los derechos más básicos de mujeres y niñas se alienta desde las instituciones públicas municipales de manera evidente y a la vista de toda la ciudadanía. Son estas instituciones las que dan el dinero de todas y todos a organizaciones que se dedican exclusivamente a la promoción de la prostitución, con la silenciosa complicidad tanto del
gobierno de la Generalitat de Catalunya como de la del Estado.
Las mujeres que provenimos de contextos islámicos nos hemos unido a La Fuerza de las Mujeres porque coincidimos en las reivindicaciones. Rechazamos que las costumbres culturales, normas religiosas y tradiciones estén por encima de los Derechos Humanos, provengan de donde provengan.
Exigimos un Estado laico y su defensa como tal, sin ningún tipo de relativismo ni banalización y con la aplicación de las herramientas necesarias. Deben ser delito aquellas prácticas que, fundamentándose en costumbres, religiones o ideologías, menoscaban la libertad y la integridad física y psicológica de mujeres y niñas. Son opresión y discriminación contra nosotras.
Así mismo, exigimos la supresión de los concordatos, cuya existencia perpetúa la imposición religiosa sobre nuestras vidas con el beneplácito del Estado. Rechazamos ser tratadas como un colectivo marginal. Esta lucha contra el patriarcado es universal y debe llevarse a cabo paralelamente, en nuestra sociedad de origen y en el país en el que residimos -donde muchas hemos nacido-. Solo así conseguiremos desligarnos de las normas patriarcales de nuestra cultura de origen; normas justificadas cada vez más con la religión, bajo el disfraz de una “identidad” que se nos impone como obligatoria.
Las violaciones a los derechos humanos de las mujeres son constantes y se producen en todos los ámbitos de la vida, incluso en aquellos en los que deberían protegernos, como es el de la justicia. Este último año el patriarcado ha dictado sentencias completamente injustas que han llevado a prisión a mujeres por el simple hecho de querer proteger a sus hijas e hijos de sus padres maltratadores.
Son ellos los que deberían estar encerrados.
La agenda feminista debe cumplirse. Los derechos humanos de las niñas y de las mujeres deben promoverse y respetarse. Esta es la única vía para garantizar una vida digna para todas las personas que forman parte de la sociedad. Por el futuro y por las mujeres nos manifestamos el 22 de octubre en Barcelona, aun sabiendo que en esta ciudad a las feministas se nos agrede por enfrentarnos, una y otra vez, contra el lobby proxeneta, contra políticas que imponen estereotipos sexistas como identidad o que promueven la libre elección del sexo registral y contra las administraciones y grupos que pretenden legalizar la explotación reproductiva a través de los vientres de alquiler y contra los que ejercen la violencia machista. Hasta la fecha, no ha habido condena oficial alguna a las agresiones y violencia sufridas.
Por todos estos motivos, EL FEMINISMO DA LA CARA.
Únete a la MANIFESTACIÓN que tendrá lugar el próximo 22 de octubre en Barcelona, desde Plaza Universitat a las 12:00 horas.
Yo me siento denigrada por mi condición de mujer liberal, y cuando los hombres se enteran de que lo soy en seguida me toman por una mujer”fácil” y sólo vivo mi sexualidad con libertad. Me hace mucho daño que me traten como una mujer pública sin pagar. Me mantengo fuerte pero triste.