Caldes d´Estrac, un pueblo de la Catalunya costera, lleva dos años sin centro de atención primaria.
En 2020 y durante la temporada más virulenta del Covid se cerró el CAP por deficiencias en sus condiciones de seguridad. Hablamos con Joan Baró, concejal de Salud. Nos comenta que en plena pandemia se cerró y propusieron su ampliación o buscar otra ubicación, pero la normativa administrativa no permite la adquisición de un local de titularidad privada si el Ayuntamiento ya dispone de uno. «Se pidió ayuda al CatSalut (de la Generalitat) y no ha hecho nada».
Caldes d´Estrac, también llamado Caldetes, es una localidad en que residen aproximadamente tres mil personas, y un alto porcentaje de las mismas son gente ya jubilada y dentro del espectro de la tercera edad.
«Se ha llevado la cuestión al Parlament dos veces y no se ha conseguido ningún apoyo; como responsable que ha de velar por la Sanidad sólo puedo decir que lo que se viene haciendo por parte de la Generalitat es pasar la pelota a un Ayuntamiento pequeño que no tiene recursos. Siento una impotencia total cuando compruebo que he pedido audiencia al Conseller de Sanidad y no he podido ni siquiera hablar con él para plantearle el tema. Como Regidor de Salud, me siento mangoneado», nos dice Baró.
Parece, no obstante, que se ha conseguido que el proyecto de re-apertura del centro se haya puesto en marcha, estando en este momento pendientes de licitación pública las obras de remodelación, lo cual puede suponer varios meses de visitas médicas de los pacientes caldetenses en los pueblos vecinos, con todos los inconvenientes que supone.
Nos cuenta Baró que, a pesar de todo, la campaña de vacunación contra el covid, y también contra la gripe se llevaron a cabo sin problemas de organización en la sala cultural del Ayuntamiento, y que la situación ha provocado muchas incidencias que, afortunadamente, no han llegado a ser de consecuencias graves.
Mientras tanto en la entrada del pueblo sigue colgada la pancarta que dice «Volem el CAP a Caldetes» (Queremos el CAP en Caldetes ) como testimonio mudo de una situación insostenible.
