CCOO Y UGT, han anunciado la convocatoria de una huelga general los días 1, 2 y 3 de junio junto con una manifestación hasta el Parlamento el mismo el 1 de junio, (primer día previsto de los paros) para protestar contra el modelo implantado por su presidente, Juan Manuel Serrano, nombrado por el PSOE tras la conformación del gobierno de coalición en 2020, y sobre el cual, los sindicatos han denunciado su gestión, indicando que: «condena a Correos a ser un operador paquetero, logístico y de carga de mercancías, donde el negocio puro y duro prima sobre el servicio postal público a la ciudadanía, dentro de un marco ultraliberal que ni la derecha se atrevió a implantar teniendo mayoría absoluta».
«Serrano ha demostrado ser un pésimo gestor que pone en riesgo la viabilidad y el futuro de la mayor empresa pública del país, dando razones más que suficientes para convocar una huelga general que detenga el daño irreparable que se está haciendo a Correos como empresa y al servicio público postal, comprometiendo el futuro de 47 mil trabajadores y trabajadoras y sus familias» señalan las organizaciones.
Del mismo modo, UGT y CCOO califican como «inaceptables» cuestiones tales como que Correos esté al borde de la «quiebra técnica» y ruina económica, con cientos de millones acumulados en pérdidas, el caos en la gestión y el despilfarro en gastos «megalómanos», el desplome de carga de trabajo, el abandono tanto de la carta y del SPU con una política agresiva de precios que ahuyenta clientes, la incapacidad de aprovechar el crecimiento del mercado de paquetería, (que en otros grandes operadores europeos reporta millones de beneficios), y el abandono también al servicio público, tanto en el mundo rural de la España vaciada como en el urbano y oficinas.
Del mismo modo, los sindicatos también han expuesto la implantación del empleo basura (pérdida de 7.000 puestos, 25% de jornadas a tiempo parcial en todas las áreas de actividad), los cambios organizativos que según aclaran «precarizan a todos los colectivos y que suponen romper el modelo de reparto actual, con pérdida de eficiencia y calidad notables y cerrar y trasladar centros de reparto alejándolos de la atención al ciudadano/a, eliminar las Unidades de Servicios Especiales, perdiendo especialización y valor añadido en la atención a la ciudadanía».
Para finalizar, ambos sindicatos han exigido al gobierno que deje de mirar para otro lado, y frene «su alocada huida ultraliberal, para volver a replantear el futuro de Correos desde un modelo de servicio público, moderno, competitivo, eficaz y eficiente, con financiación suficiente e inversiones que garanticen su viabilidad». No obstante, ambas organizaciones han anunciado que de no revertir la situación, el jueves día 7 de abril reunirán a 200 delegadas y delegados para dar el pistoletazo de salida a la movilización contra «el desguace».
