Finalmente, las únicas marchas que se dieron el día 15 en Cuba fueron las de la alborotada infancia regresando a las aulas, después de meses difíciles, de lucha contra la pandemia.
En concreto, más de 718.000 alumnos, desde educación infantil a quinto grado, han podido volver presencialmente a las clases.
Es la fase final de un retorno progresivo que las autoridades cubanas enmarcan dentro del progresivo control de la pandemia de COVID-19 y del avance de la campaña de vacunación. En un país que ya está vacunando a los niños y niñas, puesto que cuenta con una vacuna pediátrica de desarrollo propio.
En una jornada cargada de simbolismo, la pañoleta roja, parte distintiva del uniforme escolar, fue adoptada como símbolo por aquellos que se movilizaron en defensa de la Revolución. Al fin y al cabo, la defensa de la infancia ha sido una de las señas de identidad de la Revolución cubana desde su inicio, y una sangrante diferencia con los países de su entorno.
Apertura del turismo
También fue el día 15 el elegido para la normalización del sector turístico en la isla, levantando restricciones aeroportuarias.
Circunstancia aprovechada por el mediático dirigente de las marchas opositoras en Cuba, Yunior García, para volar a Madrid con un visado turístico, junto a su pareja, un día después del fracaso de las mismas.
No sin que antes su organización, Archipiélago, denunciara públicamente su desaparición y exigiese una prueba de vida al gobierno cubano. Y de que medios internacionales se hicieran eco de la denuncia del propio Yunior, el día anterior de estar incomunicado en arresto domiciliario.
La aparición de la sonriente pareja en Barajas ha causado gran controversia dentro de las filas opositoras a la Revolución, por lo que supone de contradicción con su relato sobre la realidad cubana y de descrédito del propio movimiento.
