«Victoriosa»

Un tipo de lo más sensato con exagerada tendencia al tremendismo, con los pies en la tierra pero siempre cerca del abismo. Coqueteando con el extremo sin perder la cabeza, siempre sobre los hombros. Con una carga carpetovetónica que le lleva del cero al infinito para después contarlo, con la sencillez de esos pies en la tierra, de la sabiduría popular. Macarra y tierno. Un excéntrico genial al que se le perdona hasta su sevillismo. Ese es mi amigo Pablo Cuevas.

Un rockero sevillano, voz de la banda Los Fusiles, cuyas letras relatan la realidad social a veces de manera descarnada, como una viñeta de Robert Crumb. Pero siempre de manera sencilla, con la seguridad que le da a este galdosiano impenitente la convicción de que las naciones, los pueblos, son forjados día a día por la gente corriente. Eso es lo que la banda de Pablo Cuevas cuenta en sus canciones, las historias de la gente corriente.

En Victoriosa, el nuevo disco de estos honestos rockeros, está la vida del sevillano castigado por los efectos de aquella Gran Recesión de 2008, que ahora sufre la pandemia. Una vida contada con la rabia con la que, hace décadas, The Clash nos hablaban de la castigada clase obrera británica. Así son las canciones más punkis del nuevo álbum de Los Fusiles, con temas como El Olvidao, en el que se habla de las miserias de la política municipal. Tema desde el que se salta fácilmente al romanticismo revolucionario de Chica de ojos claros o a cualquier otra de las impagables canciones del repertorio. En otros temas, el sonido es mucho más clásico y nuestro vocalista se desenvuelve como digno heredero de Gabinete Caligari, Loquillo y tantos otros puntos de referencia del rock ochentero. Y siempre presente algún arreglo country, algunos acordes que nos recuerdan el enorme caudal del que procede esta banda de rockeros sevillanos: eso que llamamos americana music.

Todo un homenaje a los años cincuenta del pasado siglo XX, que se aprecia especialmente en el videoclip del tema con el que se cierra el disco: Tu sueño, donde los componentes de Los Fusiles pasan por distintos espacios representativos de aquellos tiempos, que fueron la cuna del rock and roll, hasta irrumpir como noctámbulos en el famoso cuadro de Edward Hopper. La melancolía del tiempo pasado, de lo que podría ser, es lo que se expresa en esta última pieza del álbum, en la que estos rockeros se descubren como lo que son: la banda más existencialista del actual panorama musical. Quienes fuimos a los conciertos de Reincidentes en nuestra juventud, quienes más tarde endulzamos nuestros treinta años con las canciones de Pony Bravo, hoy, a nuestros cuarenta y tantos, tenemos una nueva banda, actual sonido de la Sevilla noctámbula y existencialista: Pablo Cuevas, Quique Ruiz, Juanlu Cordero y Pablo Guinea.

Para que no se nos olvide que la Victoria de Samotracia siempre será más bella que el más rugiente de los automóviles de carreras, Los Fusiles presentan su nuevo disco, Victoriosa, a partir del 30 de abril. En una gira que empieza ese día con una actuación en la Sala X, sita en la sevillana calle dedicada a Pepe Díaz. Allí nos veremos.

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