Roma no paga traidores. Y la esperanza de tener una escapada gloriosa al país que más cooperó en el golpe de estado de Bolivia en 2019 parece haberse esfumado. Así, la presidenta golpista de Bolivia, autoproclamada tras desbancar del poder al presidente electo, Evo Morales, tendrá que responder por su traición a la patria en un grave delito que posiblemente le cueste la cárcel.
Ahora que le ha sido negado el visado solicitado y que tendrá que enfrentarse a la Justicia por sus crímenes, la golpista asegura que no se irá del país, algo que le es imposible de todas formas, aunque asegure hacerlo porque se debe «a sus familias bolivianas» tal y como ha asegurado en su cuenta de Twitter.
El Parlamento ya se ha pronunciado al respecto y ha aprobado un informe sobre las masacres de Senkata, Sacaba y YaPagani que recomienda un juicio inmediato para arrojar luz a las responsabilidades de Añez en crímenes de genocidio y otros delitos a los que también se enfrentarían hasta once ministros autoproclamados.