Cuidado con el cuidado

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Cuidado con el cuidado.

Como discapacitado puedo decir que, a veces, no se nos tiene en cuenta a la hora de los transportes (públicos o privados), los accesos (a baños, a establecimientos…) o la propia convivencia es dificultosa por no haber suficiente empatía. Pero a veces ocurre también lo contrario, es demasiado, no pediste ayuda y te la dan sin preguntar, alguien habla por ti como si conociera tus problemas mejor que tú o te echan esa mirada de pena, tan despreciativa, pero a la vez con un atisbo de ternura que tampoco puedes decir nada, porque te vas directamente a la crucifixión (primera puerta a la derecha, una cruz por persona). Pero luego hay otro caso, por suerte el que menos se da: los que se aprovechan de esa situación. Hoy os traigo The Act.

Se trata de una serie estadounidense basada en hechos reales (da miedo hasta qué punto), estrenada el 20 de marzo de 2019, en Hulu. Creada por Nick Antosca y Michelle Dean, dirigida por los mismos para el canal americano, que generó una controversia en la que después entraremos.

Nos cuenta historia de Gypsy Blanchard (Joey King), una chica con problemas de salud, en silla de ruedas y que se alimenta por un catéter y su madre, Dee Dee (Patricia Arquette) que actúa de forma sobreprotectora y ciertamente aprovecha la coyuntura para estafar un poco de dinero y reclamar atención, ejerciendo un papel muy restrictivo en Gypsy. Sabemos desde el principio que se ha producido un crimen cuya víctima es la madre, en el que no entro para evitar posibles spoilers. Una historia que a más de uno le va a saltar la tapa de los sesos (esa expresión tan “yanky”).

Los actores están magníficos, Joey King, en primera instancia, espectacular, también Patricia Arquette, irreconocible y encarnando un muy complicado papel que le ha valido ya algunos premios (mejor actriz Primetime Emmy Awards). Me gustaría también destacar a Calum Worthy, que hace también un difícil papel con una entereza descomunal. Es extraño destacar a los actores, pero es merecido. Me explico: son idénticos a los personajes reales, con un trabajo de mímesis espectacular. Lo cual dice mucho a favor de ellos, aunque no demasiado de los guionistas que directamente hicieron eso, copiar la realidad casi sin dejar nada a la imaginación, aunque eso también es destacable y admirable.

La controversia viene precisamente de eso, pues la verdadera Gypsy emprendió acciones judiciales contra los creadores de la serie. Declaró: “Siento que es muy injusto y poco profesional que los productores y la co-productora Michelle Dean hayan usado mi nombre real y mi historia sin mi consentimiento, y los derechos de vida para hacerlo”. Sin embargo, el equipo se sentía muy tranquilo a respecto pues habían estudiado sobre la posibilidad de hacer la serie, de forma concienzuda, para no incurrir en ninguna ilegalidad. Es tremendo ver luego el documental de HBO, muy duro, con escenas reales, que calcan, llamado ‘Mommy Dead and Dearest’.

Lo mejor, el trabajo de los actores y la capacidad que tiene la narrativa de engancharte.

Lo peor, que despierta sentimientos encontrados a nivel muy interno, lo cual también puede considerarse lo mejor, pero el nivel de oscuridad de éstos es inquietante.

Hemos visto casos como el de la serie, casos que nos han parecido siempre barbaridades. Sin embargo, más allá de la gente que estafe dinero (montando falsas ONG o directamente pidiendo para ellos o sus allegados). Los cuales son pocos, indudablemente hay gente que, amparada por considerarse protectores, ejercen de auténticos dictadores, llegando a la crueldad.

Y no tienen que ser familiares, en centro de cuidados, en residencias de ancianos, etc. Esto se da, aunque afortunadamente sea la minoría, pero quizás gracias a que el foco ahora esté ahí, habría que revisar el trato que se le da a las personas que necesitan cuidados. Porque es una necesidad que no implica dejar de lado a las personas, pues la deferencia y el abandono son demonios que pasan factura históricamente. Pues se trata de olvido, muchas veces generacional. La mayoría (la inmensa) hace un gran trabajo, profesional y tierno, pero siempre hay casos que enturbian esto. Dignidad y cariño, es lo único que necesitan, respeto y resiliencia, es lo mejor para todos.

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