Solicitamos la anulación de la sentencia contra Blas Infante

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CARTA ABIERTA A LA CIUDADANÍA

SOLICITAMOS LA ANULACIÓN DE LA SENTENCIA DICTADA CUATRO AÑOS DESPUÉS DE SU ASESINATO HACIA BLAS INFANTE PÉREZ, SU VIUDA Y HEREDEROS POR EL TRIBUNAL DE REPRESIÓN DE RESPONSABILIDADES POLÍTICAS CONTRA LA MASONERÍA Y EL COMUNISMO.

Estimadas/os ciudadanas/os:

Los símbolos tienen una extraordinaria importancia en la vida de los pueblos. De ahí, la importancia también de aquellas acciones que tienden a reforzarlos como es nuestra propuesta al Congreso de los Diputados. Justo después de la celebración del día de Andalucía como expresión de la movilización de un pueblo en defensa de su autogobierno.

Esta voluntad popular que conquistó la Autonomía plena, fue posible porque existió un precursor que constituye ya, un importante símbolo para Andalucía, así se reconoce en el preámbulo del Estatuto de Autonomía para Andalucía, que lo considera padre de la patria andaluza.

El propio Estatuto señala que Blas Infante con las Juntas liberalistas, que él creara, se coloca en la vanguardia del andalucismo al luchar incansablemente por recuperar la identidad del pueblo andaluz, por conseguir una Andalucía libre y solidaria, por reivindicar el derecho de todos los andaluces a la autonomía. Y a la posibilidad de decidir su futuro. Era de justicia que el Estatuto de Autonomía de Andalucía mediante preámbulo elaborado y creado por el Parlamento andaluz, reconociera en Blas Infante Pérez un símbolo, precisamente en él, creador de los símbolos de Andalucía como bandera, escudo e himno que fueron aprobados en la Asamblea de Ronda de 1918. Como dice el historiador Juan Antonio Lacomba, la biografía de Blas Infante viene a ser en buena parte la historia del esfuerzo por la recuperación moral, política y material de Andalucía. Nunca un hombre o una mujer deciden la historia, pero hay muchas ocasiones en que ciertas individualidades, los líderes, juegan un papel absolutamente determinante en un proceso histórico. Este fue el caso de Blas Infante, que partía de una fe inquebrantable en Andalucía, a la que empujaba hacia un esfuerzo por recobrar la dignidad y la justicia entre los pueblos de España. Dedicó su vida al estudio y difusión de la historia, la cultura y las señas de identidad de los andaluces, sostuvo durante toda su vida que Andalucía es una nacionalidad, una patria viva en nuestra conciencia, un pueblo diferenciado que tiene usos y costumbres propias que se expresan en un modo peculiar de vivir y convivir.

Si hoy la historia andaluza se ha acelerado y un conjunto de cambios cualitativos han venido a culminar viejos proyectos que un día parecieron tan lejanos o tan solo sueños casi imposibles, se debe a hombres y a mujeres que con Blas Infante, se esforzaron, lucharon e incluso dieron su vida.

Y así, en la madrugada del 11 de agosto de 1936, aproximadamente un mes después de ser elegido presidente de la  Asamblea pro-estatuto, que empezaba a ser debatido por ayuntamientos, diputaciones, teniendo previsto su debate en el Parlamento de la II República en noviembre de aquel año. Cuando en el km4 de la carretera de Carmona (Sevilla), Blas Infante caía asesinado y moría gritando, “VIVA ANDALUCÍA LIBRE”. Una muerte para la que estaba preparado a tenor de sus palabras, pronunciadas con muchos años de antelación, que así decía “Si en la lucha que hemos emprendido nos sorprende la muerte, tendremos la íntima satisfacción de haber cumplido con nuestro deber”.

En el Km4 de la carretera de Carmona, se mataba a un hombre, pero no se podía matar un ideal. Él esperaba, que por cada gota de sangre derramada nacieran nuevas fuerzas para la libertad y autonomía del pueblo andaluz, y así ha ocurrido con la restauración de la democracia. Por la sangre derramada de García Caparrós y con las luchas populares que han dado un sello de clase y unas raíces populares al proceso actual de construcción nacional de Andalucía. Fue la clase obrera, fue el pueblo trabajador andaluz y las capas populares que salieron a la calle el 4D frente a un gobierno de la derecha que se oponía a que Andalucía consiguiera la autonomía plena. La derecha, ahora, no puede cambiar la historia, no puede envolverse en la bandera andaluza  y defender una idea peregrina de andalucismo moderado, no se puede utilizar Andalucía contra otros pueblos como son Galicia, Euskadi y Catalunya, si no contra el centralismo.

Fueron los andaluces y andaluzas los que el 28F llevaron al boletín oficial del Estado las movilizaciones de la calle y fue la izquierda y el pueblo trabajador el que pagó con sangre la conquista de la Autonomía plena.

Cuatro años después del asesinato de Blas Infante, el día 4 de mayo de 1940, en la ciudad de Sevilla el Tribunal Especial de Responsabilidades Políticas contra la Masonería y el Comunismo que creara el régimen franquista dictó sentencia contra Blas Infante, el expediente número 214 en su registro, estableciendo entre otras cosas:

Primero, resulta probado que don Blas Infante Pérez se significó como un propagandista para la constitución de un partido andalucista, y según la certificación del folio número 46, falleció el 10 de agosto de 1936 a consecuencia de la aplicación del bando de guerra.

Segundo, que está acreditada en las actuaciones la aplicación al inculpado, don Blas Infante Pérez del bando de guerra dictado por la autoridad militar de la región, lo que supone en él una actitud de grave oposición y desobediencia al mando legítimo y a las disposiciones del mismo emanadas.

Tercero, que los hechos probados para don Blas Infante Pérez un caso de responsabilidad política de carácter grave previsto en el apartado 1, del artículo 4 del 9 febrero de 1939, que considera impulsos en responsabilidad política y sujetos a la correspondiente sanción a los que se hubieren opuesto al Movimiento Nacional.

Cuarto, que el fallo de la susodicha sentencia dice que debemos condenar y condenamos a don Blas Infante Pérez, como incurso en un caso de responsabilidad política de carácter grave, a la sanción del pago de la cantidad de 2000 pesetas.

Firmamos y rubricamos la presente sentencia en Sevilla a 4 de mayo de 1940.

Sin perjuicio del foco político aberrante y de la forma jurídica inadmisible, lo cierto es que esta sentencia implica la negación de principios esenciales que forman el orden jurídico. En efecto, el régimen implantado por los sublevados el 18 de julio de 1936, significó la liquidación  de la República y su sustitución por una dictadura fascista que anuló todos los derechos democráticos y todas las libertades públicas, que montó pseudotribunales represivos, vengativos, integrados por pseudojueces, en muchos casos, sin título académico de juristas.

Hoy, 84 años después del asesinato de Blas Infante y 80 después de la sentencia, nos encontramos con el genocida responsable de la orgía de sangre desatada en Sevilla y Andalucía, el general Queipo de Llanos, enterrado en un lugar de honor eclesiástico, en la Basílica de la Macarena, mientras sus víctimas entre ellas Blas Infante está enterrado en paradero desconocido en una fosa común, el padre de la patria andaluza.

Por eso pedimos al Congreso de los Diputados la rehabilitación de su memoria, es un deber de justicia para el propio Blas Infante, para sus familiares, para los andaluces, para la democracia y para el Estado.

Blas Infante, está rehabilitado por el pueblo andaluz, pero todavía queda esa asignatura pendiente a nivel de Estado. A iniciativas como esta  y otras iniciativas en el Parlamento andaluz y Cortés Generales que hemos presentado en estos últimos años siempre nos hemos encontrado con dos argumentos en contra, eso si esgrimidos con “pulcritud y neutralidad jurídica”:

  1. Que la ley de Amnistía de 1977 fue una especie de borrón y cuenta nueva exculpando todos los delitos de cualquier índole incluidos los cometidos por el régimen franquista.
  2. La ley de Memoria Histórica establece una especie de certificado de “buena conducta” a las personas que sufrieron la represión franquista, solicitado por ellos mismos o sus familiares.

Existe un precedente en este caso que es el de Lluís Companys que fue presidente de la Generalitat de Catalunya y fue asesinado por los franquistas. Se ha hecho a petición de la Generalitat y de sus familiares un documento oficial, certificando la nulidad de pleno derecho del juicio que lo condenó a muerte.

Es una verdadera contradicción, que Blas Infante figure en el Preámbulo del Estatuto de Autonomía de Andalucía que es una ley orgánica, que es la de mayor rango en el bloque de constitucionalidad, y al mismo tiempo, exista rodando una sentencia que le condena por haber defendido los ideales andalucistas.

Tenemos un ejemplo en el seno de la Unión Europea, el ejemplo alemán, Alemania ha anulado todos los juicios nazis, los ha extirpado de la historia judicial y ha rehabilitado con esta decisión a todas las personas que sufrieron el nazismo en todos sus niveles de sufrimiento y horror. Hemos de destacar que fue en la época del  ex canciller federal  Helmut Kohl, líder conservador.

Formulamos la siguiente exigencia  para anulación de la sentencia dictada cuatro años después del asesinato hacia Blas Infante Pérez, su viuda y herederos por el Tribunal de Represión de Responsabilidades Políticas contra la Masonería y el Comunismo.

¡Viva Andalucía Libre!                                  

En Málaga, 1 marzo 2020

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