Pongámonos en contexto, uno de los dirigentes de la Izquierda Europea (no me digáis cuál de ellos porque me interesan tanto como los líos amorosos de los dirigentes de Podemos) fue un importante abogado anti RDA. Con esos mimbres poquito o nada podemos construir.
La izquierda es que esta moribunda y huérfana de organización en toda Europa, me da igual que digamos izquierda española, vasca, catalana o bohemia. Estamos bien jodidos.
A mí me gustaría hablaros del cierre social weberiano, pero es que yo soy de los que nos hemos pasado meses en la cola del paro y si llega a venir el curilla a hablarnos de ciclos de no sé qué o de movimientos reaccionarios, pues igual se hubiera llevado dos hostias por listo. Y es que de lo que estamos hasta los genitales los currantes es de lidercillos endiosados, de niñatos pijos que lo más cerca de una fabrica que han estado fue en aquel after del polígono en el 98 y la fábrica ya estaba cerrada, de que nos digan que todo va mal por que no hablamos en genérico o porque no entendemos que los pelotazos urbanísticos de la izquierda son bien, de lo que estamos hasta los mismísimos cojones es de que nos hablen en un idioma que no es nuestro, que nos hablen en puto pijo.
Mirad, esto es muy sencillo, cuando no estás alguien va a ocupar tu lugar. No hay más culpables que nosotros mismos. Podemos culpar a los nacionalismos, a la socialdemocracia, a Garzón y sus cuquiamigos o al Papa santo de Roma que seguiremos siendo nosotros los culpables del caminar por el desierto al que nos han llevado esta panda de trepas. Aquí estamos y da igual quien nos haya traído, lo único es que los que nos han traído hasta aquí pues ya no pueden estar, por perros, por traidores y porque la política de izquierda no está para inventos.
Los resultados de las elecciones británicas son igual de desesperanzadores que cualquier otro resultado de otras elecciones europeas. Recordemos que frente al Boris teníamos al Partido Laborista, ¿os acordáis de Tony Blair? Pues así estamos.
Nos llevamos las manos a la cabeza con el Brexit, oh dios mío qué va a ser de nosotros, pero el PCE ya propuso la salida de la UE y del Euro solo que sus representantes electos vía Unidas Podemos no van a abrir ese melón porque entonces dejarían de poder ser exiliados Ryanair con lo que eso vende, ¿eh Esther?
En un mundo globalizado y, en nuestro caso, con la Unión Europea a su puta bola que ya no sirve ni a la burguesía alemana, tender puentes con las izquierdas colindantes es necesario, pero según estamos en casa, ¿merece la pena? En el fondo seguiríamos en manos de unos iluminados anticomunistas como Garzón o el abogado antiRDA del que hablábamos antes.
Hacer organización en nuestros barrios y pueblos, en nuestros puestos de trabajo, entre familiares y amigos. Construir organización obrera sin complejos, con odio al burgués, al fascista y al comemierda que quiere liderar algo que no es suyo para vivir mejor y ascender en la pirámide del éxito social burgués. Eso es lo que tenemos que hacer, es una tarea larga, dura y seguramente llena de baches, pero es eso o morir de éxito si escuchamos a los pijilideres de la izquierda patria. Es una tarea que nada tiene que ver con el electoralismo, esa no es nuestra liga.
Podemos seguir jugando a las casitas de muñecas o tomarnos en serio lo de la emancipación de la clase trabajadora, ya sabemos como acaba eso que el capital va tan sobrado que allá donde se han hecho políticas de izquierda más allá de la de caridad socialdemócrata, han acabado sufriendo golpes de estado. ¿Estamos dispuestos a hacer frente a eso? Ya os digo que algunos sí, otros no. La organización seguirá cayendo en picado mientras los que no están dispuestos si no hay sueldo de por medios siguen llevándonos a la más absoluta de las irrelevancias.
Reciban un cordial saludo.
