Dos siglos de la Doctrina Monroe

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Desde la proclamación de la Doctrina Monroe, sintetizada en 1823 en la indignante y patética frase “América para los americanos” se puede identificar una política global de Estado por parte de EEUU.

La Doctrina Monroe fue elaborada por John Quincy Adams (1767-1848), aunque popularmente es atribuida al presidente James Monroe (1758-1835) presentada por este último al Congreso de la Nación en su sexto Discurso sobre el Estado de la Unión.

Dicha doctrina viola cualquier orden jurídico internacional «occidental» que no esté supeditado a la guerra permanente y al estado de excepción, pretende ser legitimada por una retórica arcaica y fundamentalista, los antecedentes se remontan a 1630, en tiempos de las migraciones de colonos británicos al territorio americano, uno de los principales ministros de la puritana Nueva Inglaterra, el sacerdorte John Cotton afirmó: “Ninguna nación tiene el derecho de expulsar a otra, si no es por un designio especial del cielo como el que tuvieron los israelitas, a menos que los nativos obraran injustamente con ella. En este caso tendrán derecho a librar, legalmente, una guerra con ellos y a someterlos”.

Una fuente que permitiría conquistar, someter, asesinar, anexar y colonizar a indígenas propios y ajenos, no viene de ninguna estatua de la libertad, sino que se asienta en la Biblia. Un texto religioso base de una posición ideológica en su fundamentalismo político racial y estatal, interpretado más tarde al servicio de los ideólogos de la potencia que luego acusa a todo el resto del planeta de “fundamentalistas”, por la sencilla razón de no aceptar someterse a sus mandatos económicos, políticos y militares, cumpliendo con su obligación de ejercer la predestinación como parte del interés de la nación norteamericana.

La Doctrina Monroe se dilató en el tiempo con otros aditamentos elaborados por los diferentes gobiernos norteamericanos:

COROLARIO RUTHERFORD HAYES

En 1880 se añadió un primer corolario a la doctrina Monroe, que estimaba el Caribe y Centroamérica como parte de la “esfera de influencia exclusiva” de los EEUU para evitar la injerencia de imperialismos europeos en América, su nación debía ejercer el control exclusivo de cualquier canal interoceánico que se construyese. Es así como, posteriormente, los Estados Unidos se sentirían legitimados para adueñarse legalmente del canal de Panamá, cuya construcción había sido abandonada en 1888. Además, con este corolario, los Estados Unidos impedían el acceso comercial de Europa al Caribe y Centroamérica, manteniendo su monopolio comercial con dichas regiones.

COROLARIO ROOSEVELT

Sustancial alteración a la Doctrina Monroe por parte del presidente de EEUU Theodore Roosevelt en 1904. El corolario establecía que EEUU podían intervenir en los asuntos internos de países latinoamericanos si cometían faltas flagrantes y crónicas.

Emitido a raíz del bloqueo naval que sufrió Venezuela entre 1902 y 1903 por parte de los Imperios británico, alemán y el Reino de Italia, exigiendo el pago inmediato de deudas contraídas por el gobierno del entonces presidente de la nación suramericana Cipriano Castro.

En dicho bloqueo los Estados Unidos actuaron como mediador imparcial, y luego anunciaron el corolario a la doctrina Monroe en el que establecían el derecho de su nación a intervenir libremente en el resto de los países americanos, para reordenar el Estado o devolver las garantías de funcionamiento a sus empresas e intereses en dicha nación, en caso de una intervención de potencias ajenas al continente que las pusiera en riesgo. Significó una nueva etapa de imperialismo norteamericano llamada “El gran garrote” (The Big Stick) en el que el uso de la fuerza fue carta común en las relaciones estadounidenses con el resto del continente.

Los propios EEUU contravinieron su propia doctrina Monroe en varias ocasiones, como ocurrió con el apoyo al gobierno británico de Thatcher durante la Guerra de Malvinas contra Argentina en 1982.

DOCTRINA TRUMAN

Proclamada por el presidente Harry S. Truman, en su comparecencia ante el Congreso el 12 de marzo de 1947 como medida creada que pretendía dar apoyo a «pueblos libres que están resistiendo los intentos de subyugación por minorías armadas o por presiones exteriores», ya que estos regímenes representaban una amenaza al capitalismo de EEUU frente al avance de los ideales comunistas al comienzo de la Guerra Fría.

DOCTRINA DE SEGURIDAD NACIONAL

El que nunca fue redactada o declarada oficialmente se explica al entenderla como una doctrina militar. Su existencia es demostrable interpretando los informes desclasificados por el gobierno de EEUU, la CIA y los memorándums del Consejo de Seguridad Nacional.

Línea de acción impulsada por el Gobierno de EEUU a partir de los años cincuenta. Su aplicación produjo el terror que recorrió el Cono Sur en la década de los setenta con el nombre de Operación Cóndor, cuando las dictaduras latinoamericanas crearon un sistema conjunto de persecución y represión contra las oposiciones de izquierdas con el apoyo de las embajadas norteamericanas.

La relación entre el ejército y el sistema político es pensada desde la reivindicación del intervencionismo de las fuerzas armadas en la vida institucional, excluyendo a la mayoría de la población de la participación política. Las fuerzas armadas, en fin, “se adjudicaban el rol de última reserva moral y política de la nación; se arrogaban las capacidades de interpretar y representar el sentimiento del pueblo”.

Dictaduras como escalera de fichas de un dominó en el continente: en Nicaragua apoyando la dictadura de la dinastía somocista hasta 1979; en Paraguay, con Alfredo Stroessner, (1954-1989); en Brasil, con Humberto de Alencar Castelo Branco, (1964-1985); en Bolivia, con Hugo Banzer (1971-1978); en Uruguay, con Juan María Bordaberry (1973-1985); Chile, con Augusto Pinochet (1973-1990); en Argentina, con Jorge Rafael Videla, en 1976; en Colombia, Julio César Turbay Ayala con su famoso «Estatuto de Seguridad» (1978-1982); en 1979 el régimen militar argentino se comprometió activamente en desarrollar la guerra sucia en Centroamérica con la «Operación Charlie» capacitando a fuerzas militares y paramilitares de contrainsurgencia en Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, exportando la experiencia argentina. Todos ellos encabezaron dictaduras de extrema derecha que violaron sistemáticamente durante años los derechos humanos de sus ciudadanos.

Puesta en práctica mediante el entrenamiento de los distintos ejércitos latinoamericanos en la Escuela de las Américas en Panamá. Allí, durante casi cuarenta años, eran enviados militares procedentes de distintos países latinoamericanos para instruirse en técnicas de contrainsurgencia: interrogatorios mediante torturas, infiltración, inteligencia, secuestros y desapariciones de opositores políticos, combate militar, guerra psicológica.

Se apoyó en el paraguas legal de la Ley de Seguridad Mutua aprobada en 1951, que permitía brindar ayuda económica, militar o técnica a países que compartieran los intereses estadounidenses. Bajo esta ley, según datos de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés) recogidos por el Centro Internacional de Promoción de los Derechos Humanos (CIPDH), los norteamericanos entrenaron a unos 125.000 militares de América Latina y el Caribe entre 1950 y 1998.

La “doctrina” geopolítica del matón de barrio que se prolonga en la actualidad.

El caso de Colombia

En declaraciones de la subsecretaria general de la OTAN Rose Gottemoeller dibujó el panorama a lo largo del tiempo:  «Desde que comenzó nuestra relación de cooperación en 2013, el Ministerio de Defensa de Colombia participa en la Iniciativa de Construcción de Integridad de la OTAN, que ayuda a crear transparencia y responsabilidad en instituciones de defensa. Además, los colombianos participan en cursos en la Escuela Oberammergau de la OTAN, en Alemania, y en el Colegio de Defensa de la OTAN en Roma, Italia. En 2015, Colombia envió una embarcación a la operación Ocean Shield de la OTAN, para luchar contra la piratería en el Cuerno de África, fue un gran ejemplo del trabajo conjunto entre la alianza y Colombia para enfrentar un desafío de seguridad internacional. Al inicio de este año [2019], el Centro Internacional de Desminado de Colombia se unió a la red de la OTAN, lo que permitió intercambios de conocimientos beneficiosos».

El analista internacional, Sergio Rodríguez Gelfenstein, destacó que en primera instancia, Colombia violó tratados internacionales como el de Proscripción de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe, más conocido como Tratado de Tlatelolco (México), en vigencia desde 1968, hecho que genera un clima de alta peligrosidad por la posibilidad de ingresar armamento nuclear al continente por territorio colombiano. Para el analista venezolano, al ingresar a una alianza como la OTAN, «donde algunos de sus miembros tienen armas nucleares que podrían ser trasladadas a Colombia», [se] violó un acuerdo por el cual los países de la región se habían declarado libres de armas nucleares«.

Brasil

José Reinaldo Carvalho, s° de RRII del PCB recordó la realización de maniobras militares conjuntas entre Perú, Colombia y Brasil en el Amazonas durante la operación «AmazonLog17» en noviembre de 2017 con el apoyo del Pentágono. Si bien no dejaron bases en el territorio, esta participación «marca un precedente» sentenció.

La AmazonLog17, ejercicio militar sin precedentes se llevó a cabo en el Amazonas, la mayor reserva de biodiversidad del planeta. En la triple frontera que une a Brasil, Colombia y Perú, maniobras que incluyen, por vez primera, la presencia activa de tropas estadounidenses en esa región central de Suramérica.

La periodista argentina Stella Calloni que estudia las intervenciones estadounidenses en la región afirmó sobre el objetivo del AmazonLog 17′, que sencillamente «no existen los ejercicios militares humanitarios, y tampoco las invasiones humanitarias».

En su opinión, todos los países latinoamericanos deberían estar «preocupados» por los ejercicios en la Amazonía, ya que «cada maniobra militar es un ensayo y éste en particular es una clara amenaza a Venezuela».

Adicionalmente, explica Calloni, los recientes acuerdos militares firmados entre Argentina y Estados Unidos, así como los ejercicios en la triple frontera del Amazonas, «ponen en riesgo la declaración de Zona de Paz que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) hizo respecto de nuestra región«.

El manual de la colonización de América Latina emprendido por EEUU junto a sus organismos de Inteligencia y afines: la CIA, la DEA, y, entre otras acciones, la recolonización del continente lanzada desde el golpe contra Lugo en 2012 en Paraguay, la victoria de Macri en Argentina en 2015 , el lawfare contra Lula y el golpe de estado mediático, judicial y parlamentario contra Rousseff en 2016 con la llegada al gobierno de Bolsonaro en 2019 en Brasil, el más reciente golpe de facto en Perú con la defenestración de Castillo y el neo fujimorismo de Dina Boluarte.

En Argentina la penetración estadounidense sigue el manual al pie de la letra: en colaboración con el gobierno de Paraguay, liderado por el partido colorado que ha expresado la voluntad de resucitar un viejo proyecto del ex presidente Horacio Cartes; la militarización de la hidrovía de los ríos Paraná-Paraguay y su proyecto de militarización, junto a la instalación de tropas estadounidenses en la Triple frontera de Argentina, Paraguay y Brasil, acuífero Guaraní y cataratas de Iguazú.

Como ejemplo de la doctrina se puede consultar el caso particular de Bolivia en la serie: «Un Siglo de Intervención de EEUU en Bolivia»  que documenta cronológicamente, en 6 volúmenes, la dinámica histórica de las relaciones bilaterales entre Bolivia y EEUU, así como las estrategias de intervención, injerencia y dominio sistemático de los distintos gobiernos de los EEUU –a través de sus delegaciones diplomáticas, instituciones financieras, agencias de cooperación y seguridad, fundaciones y organismos no gubernamentales– sobre Bolivia a lo largo del siglo XX.

Latinoamérica se rebela contra su categorización de zona reservada derivada de la Teoría de Monroe y el eurocentrismo a través de los TLCs o soga al cuello de las economías regionales. La dominación despótica de EEUU en el continente americano a través de las embajadas las bases militares y las ONG supervisadas por la USAID es desafiada por la heroica supervivencia de Cuba y Venezuela y Nicaragua (que han aguantado lo indecible en el capítulo de agresiones, el primero de esos países desde hace 60 años) e incluso por la de Bolivia dando vuelta a un golpe de estado teledirigido, o con el renacer del ALBA-TP (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América compuesta por Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Mancomunidad de Dominica, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, y Santa Lucía) y el relanzamiento de la CELAC fuera del sometimiento estadounidense en 2023.

En julio 2022 en el marco de la Concordia Annual Summit, la general norteamericana Laura Richardson, jefa del Comando Sur (SOUTHCOM) aseguró que las inversiones de China están “socavando la democracia” en Latinoamérica. Recientemente Richardson declaró que había hablado con los embajadores estadounidenses en Argentina y Chile y con ejecutivos de las empresas Livent y Albemarle para discutir la exclusión de competidores de la región.

El Comando Sur se preocupa por el triángulo del litio, luego de que Laura Richardson afirmara en un ataque de sinceridad que Washington debe «intensificar su juego» en América Latina y que «hay mucho qué hacer» frente a sus «ricos recursos». Laura Richardson describe cómo EEUU está negociando activamente la venta de litio en el Triángulo del litio a través de las embajadas, en la definición de sus declaraciones: «el orden internacional basado en reglas». ¿Tendrá que ver el golpe de estado en Perú instigado desde la embajada de EEUU con Lissa Kenna al frente con los yacimientos estimados en 2,4 millones de toneladas de carbonato de litio? El Triángulo se convierte en Rectángulo. El Ministro de Energía y Minas peruano, Xavier Vera Grunauer, agradeció el apoyo del Gobierno norteamericano en temas minero-energéticos y reiteró la voluntad del Gobierno Nacional peruano cuya prioridad es la masificación del gas natural, la seguridad energética y el desarrollo petroquímico en el sur del país.

Queda por ver todavía el posicionamiento geoestratégico a medio plazo del progresismo integrado de corte “neodesarrollista”  o keynesiano y sumiso al Imperio que se extiende por países donde la derecha y los poderes fácticos han perdido legitimidad: Chile, Colombia, Brasil y Argentina.

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