José María Alfaya en Hojas de Debate
Levanta el ánimo constatar que existen jóvenes que se comportan como seres llenos de vitalidad y de soltura para cantar las cuarenta cuando la situación lo merece.
Es emocionante ver y escuchar a jóvenes estudiantes formular preguntas y estructurar argumentos exigiendo explicaciones al Gobierno sobre su posicionamiento con respecto a lo que se llama “actual contexto político”, y que estos jóvenes espabilados y partidarios de “Al pan, pan y al vino vino”, relacionan con el genocidio sionista en Palestina y Líbano.
Respondían l@s jóvenes estudiantes a la presencia de Yolanda Díaz para pedirle explicaciones (a ella y al Gobierno Sánchez), “sin ánimo de reventar el acto”. Y como la Vicepresidenta se había puesto a tiro, (es un decir), en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada aprovecharon para redifundir la convocatoria de la movilización y Huelga General prevista para el 27 de septiembre pasado y, de paso, pedir cuentas sobre los dichos y hechos del Gobierno, mentiras incluidas, que se relacionan con las técnicas de la guerra híbrida, el genocidio puesto en marcha por la entidad sionista y los intereses geopolíticos, comerciales y militares del imperialismo que la potencian y sostienen en lo que perversamente se titula “actual contexto político”, o sea, el mundo regido por las reglas del sistema imperial. L@s estudiantes se manifestaban críticamente sobre el posicionamiento del Gobierno de España, al que acusaban de “cómplices directos” de lo que está pasando allí.
Pero, además, expusieron su total rechazo hacia las mentiras. Esas que se fabrican en los noticieros de tv recogiendo por la mañana declaraciones de cargos políticos que son desmentidas por la noche. “Que no nos engañen más. No puede ser”, decían con un tono de denuncia sin estridencias ni agresiones verbales, tan utilizadas por la morralla mediática que transforma cualquier debate en una pelea sin orden ni concierto y que nos lleva al desaliento cuando la indignación se queda en recuento y exhibición de barbaridades.
Por el contrario, levanta el ánimo constatar que existen jóvenes que se comportan como seres llenos de vitalidad y de soltura para cantar las cuarenta cuando la situación lo merece. Aquí no solamente lo merece, sino que lo necesita y es el momento de reanimarse con la entrada en liza de quienes van a aportar nueva conciencia sociopolítica apoyada en un discurso que no se conforma con la palabra bien dicha, sino que quiere que seamos capaces de generar un análisis para la acción, para defendernos de la barbarie programada y para organizar una sociedad nueva, justa y viable para el futuro del planeta y de quienes lo vayan habitando. Un mundo en el que se pueda contestar con sencillez a preguntas muy concretas. Por ejemplo: ¿El día 27 habrá hecho huelga la Vicepresidenta o estará en el Ministerio de Trabajo? Más bien lo segundo.
A la memoria nos viene las palabras pronunciadas por Salvador Allende en la Universidad de Guadalajara (México) el 2 de diciembre de 1972 cuando afirmaba que hay jóvenes viejos y viejos jóvenes. En el multitudinario acto celebrado en la Universidad de Granada que comentamos se puso de manifiesto que hay jóvenes que siguen siendo jóvenes, que no se han hecho viejos e indiferentes a las injusticias sociales, y que tienen el compromiso de luchar contra la barbarie y el genocidio y que defienden la paz y el progreso social.