Casa de la Cultura de El Progreso, Yoro: el camino es largo, pero los trabajadores de la cultura siguen en pie

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Omar Cruz, estudiante de la carrera de Periodismo y Antropología, autor de Hologramas de ayer, hoy y para siempre… (Atea Editorial). Fotografías: Héctor Flores

En algún bello lugar de Honduras

Hace mucho tiempo que El Progreso, Yoro una ciudad al norte de Honduras ha encontrado tanto en hombres, como mujeres trabajadores y voluntarios de la cultura un ejemplo de unidad y esperanza que se entrega a través del arte a los ciudadanos que están interesados en la pintura y en sus diferentes formas de llegar y tocar la puerta creativa que; muchas veces está cerrada en el interior del artista y que este grupo de trabajadores incansables de la cultura hace una labor magnánima para que quienes estén en la disposición de explorar y abrirla tengan las herramientas, las habilidades y por supuesto, ese espaldarazo que en países como el nuestro hace mucha falta para la creación artística.

Cultura para todos y todas

Como progreseño y apasionado por diferentes formas de arte, soy testigo de que en nuestra Casa de la Cultura hay cabida para todos y no se le niega la enseñanza a quien está dispuesto a romper sus límites y caminar por las barreras de lo que suelen decirnos es imposible. No se puede negar que en tiempos como el actual; en los que la cultura sufre de golpes terribles que laceran las ganas de hacer arte, siempre hay quienes deciden estar de frente con hidalguía no para recibir escarnio, sino para demostrar que trabajando es como se marca la diferencia y se sigue de pie, construyendo con rectitud y coherencia a los nuevos hijos artistas de esta ciudad, hoy convertida en capital de la cultura.

Los pinceles van haciendo el camino

“Si se hace camino al andar”: entonces es necesario que se vaya trazando desde nuestros niños; que son el futuro no solo de nuestra ciudad y también del país. Es notable la gestión del poeta, abogado y gestor cultural Héctor Flores quien junto a este grupo maravilloso de voluntarios y trabajadores de la cultura entregan una parte importante de su tiempo para que quienes asistan a las clases de pintura se lleven el mayor aprendizaje y, por supuesto, sean esa luz que tanto falta en medio de todo lo que golpea y rodea a nuestra ciudad y nuestro país.

Los voluntarios son la espada y el escudo

A los que entregan su tiempo con cariño para enseñar a los demás es a quienes damos el aplauso y el mérito. En La Casa de la Cultura de El Progreso, Yoro también hay personas como Cenia, Paola, Noé, Oscar, Ledeny y Juan que se encargan de recibir y atender a todo aquel que decide ser parte de la escuela de pintura y buscar en las clases de arte un poco de esperanza, sabiendo que hay en nuestra ciudad tantas tempestades.

Los jinetes que se atreven a pincelar

La energía que transmiten los niños y jóvenes que van a pintar a la Casa de la Cultura es sin duda de las más bonitas y humanas que uno puede encontrar. A mí parecer, eso demuestra no solo el compromiso de quienes están a cargo de la enseñanza cultural, también revela la lucha de los padres y madres para que sus hijos sigan explorando y se desarrollen en el mundo de las artes, que quizá por los golpes de la posmodernidad se ve tan opacado y que creo yo; habrá quienes tendrán esa sensación de rechazo hacia la búsqueda de la belleza por medio del pincel, es por eso que es necesario aplaudir al padre y madre que motiva a sus hijos e hijas a seguir asistiendo a las clases de pintura; para que ellos también se den cuenta que cada palmada y empujón en el andar de sus descendientes es importante.

El camino es largo, pero los trabajadores de la cultura siguen en pie

Decir y hacer arte y cultura en un país como el nuestro; en el que estas palabras son casi un estigma en la sociedad no es nada fácil y más cuando los tiempos son voraces, pero si hay algo que se debe recalcar con fuerza es que mientras personas como Héctor Flores, Cenia, Paola, Noé, Lerendy y Juan estén en el barco de la cultura; habrá que ir empujando y remando junto a ellos para que trabajos nobles como el que hacen siga a flote y dejando en la sociedad esa huella de esperanza que es imposible de borrar.

Redes Sociales: Facebook: Omar Cruz Twitter: OmarZavala1998 Instagram: omarpoe98

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