El Juzgado de lo Penal número 1 de Pontevedra ha condenado al exgerente de Gestión de Ambulancias del Atlántico a un año y tres meses de prisión como autor del delito de descubrimiento y revelación de secretos, en forma de difusión a terceros, por realizar comunicaciones públicas de la Inspección del Trabajo dirigida a los representantes sindicales.
La propia empresa, concesionaria del transporte sanitario de los hospitales públicos de Vigo, fue declarada culpable de dos delitos de descubrimiento y revelación de secretos, también en su modalidad de difusión a terceros.
La sentencia, contra la que cabe recurso de casación, establece también una multa de 15 meses con cuota diaria de seis euros para el ex directivo de Gestión y de 9 meses con cuota diaria de 100 euros por cada uno de los dos delitos que se le atribuyen, lo que supone una importante sanción económica y proporcional a la gravedad de los hechos.
El responsable de la dirección de la empresa difundió por correo las resoluciones de la Inspección dirigidas a los delegados de prevención y les entregó las cartas abiertas.
El origen de los hechos juzgados se remonta a finales de 2020, cuando los tres representantes de prevención de riesgos laborales de la empresa, pertenecientes a diferentes sindicatos, deciden presentar varios denuncias ante la Inspección del Trabajo.
El 16 de abril de 2021, los representantes sindicales solicitaron a la autoridad laboral información sobre el estado de las denuncias, y 15 días después, para su sorpresa, recibieron un correo electrónico del entonces responsable de la Gerencia de la empresa con la respuesta escaneada de la Inspección de Trabajo, correo electrónico que también se reenvía a otros responsables del grupo Orthem -al que pertenecía Ambulancias del Atlántico-, del departamento jurídico de la empresa e incluso a un abogado externo.
Luego, el 19 de mayo, uno de los delegados que había presentado la denuncia recibió la comunicación de la Inspección por parte de la empresa, pero sin el sobre correspondiente.
Anteriormente, el 4 de marzo de 2021, el delegado de personal presentó una denuncia ante la Inspección, recibiendo posteriormente un correo electrónico del Gerente de Gestión con la carta escaneada, la cual, como en la ocasión anterior, también había sido remitida a otras personas, mientras que a los pocos días se entrega la resolución de la autoridad laboral por parte de la empresa.
“La carta venía abierta pero con sobre, y el sobre tenía la típica ventana de plástico que permite ver quién es el destinatario”, señalan desde la representación sindical en Ambulancias.
Varios antecedentes similares
Ante esto, los delegados deciden presentar una denuncia ante el Juzgado de lo Penal, que ahora ha condenado al exgerente de Gestión y a la propia empresa. Una empresa que ya tiene varios antecedentes al respecto, como el trabajador ahora condenado, que en 2019 «ya nos abrió una carta, pero no lo denunciamos pensando que era un error».
La empresa, por su parte, fue condenada en 2022 por vulnerar la intimidad de un trabajador al que se le abrió la taquilla estando de permiso para entregársela a otra persona que acababa de contratar; y en diciembre de 2023, el tribunal anuló el despido de un trabajador que había sido investigado por un detective, contratado por la empresa, para que lo vigilara cuando también estaba de baja.
