En el viejo debate sobre la verdad en la información siempre aparece la cuestión, intencionada o no, de alcanzar la imparcialidad a partir de una objetividad que acaba imponiéndose como falsa.
La elección de los temas a comunicar, la decisión sobre las fuentes a consultar o el mero hecho de que la información acabe siendo en la mayoría de los casos el producto de una empresa –con todo lo que ello implica– nos acaban situando frente a posiciones subjetivas que acaban con esa supuesta objetividad.
Con ello, la objetividad acaba apareciendo como ese gran argumento de distracción que impide en la mayoría de los casos ver el papel fundamental que tiene la información en la construcción de los poderes establecidos para cumplir con los intereses de unos pocos.
Como escribió Jean Jaurès, el valor consiste en buscar la verdad y decirla, en no plegarse ante la ley de la mentira triunfante que pasa y en no hacernos eco en nuestra alma, en nuestra boca y en nuestras manos de los aplausos imbéciles y los abucheos fanáticos.
La realidad que nos cuentan no es siempre lo que parece. Es necesario descubrirla, desgranarla y destaparla, y con ese compromiso nace El Común. Con el objetivo de buscar la verdad y contarla. Más allá de la objetividad, aportando verdad y credibilidad, con la generación de debate, análisis y reflexión consciente.
Desde las convicciones progresistas, de izquierdas, frente a la posmodernidad, contra el fascismo y el neoliberalismo, llega El Común para dar cabida a informaciones que no son de interés para otros medios pero sí para quien quiere descubrir esa verdad que se oculta intencionadamente. Así como para recoger las opiniones y análisis de firmas independientes y comprometidas que aportarán las claves para impulsar el debate y la acción consiguiente.
Llega El Común, el coraje de buscar la verdad y decirla.