Por Elena Santana
Sí, habéis leído bien, nacemos asesinadas por una sociedad patriarcal. Para este 8M, día de la mujer trabajadora -esté remunerada o no-, he de confesar que he entrevistado a un grupo de mujeres para que me dieran su testimonio de lo que ha supuesto nacer mujer. Tras escucharlas, solamente me queda decir que todas tenemos un punto común: nacemos asesinadas.
Algunas de las mujeres entrevistadas tienen perspectiva feminista, otras no, de lo que sí somos conscientes todas es que nos tratan de forma distinta que a los hombres por el mero hecho de nacer mujeres.
¿Por qué escribo que nacemos asesinadas? Porque a diferencia de los HOMBRES, a las MUJERES, por nacer mujeres matan cualquier posibilidad de desarrollarse libres. Decir esto actualmente es delito de odio a los hombres. Sí, has leído bien, nos han asesinado, ahora mismo solamente los hombres son los únicos que tienen derechos humanos, los de las mujeres no existen porque ahora ellos son los únicos que pueden ser mujeres de pleno derecho, en pie de igualdad.
Muchas mujeres no quisieron colaborar en la entrevista porque no les gusta que se le dé voz a las mujeres, aunque me dolió en lo más profundo de mi ser, no me extraña. Nos han asesinado en todas las formas posibles, incluso el sentirnos seres humanos con voz. Ahora intentaré plasmar las respuestas de aquellas mujeres que sí quisieron responder, esas que ya no les queda nada más por perder porque les han quitado tanto que ya ni miedo tienen a responder ¿Qué ha significado para ti nacer mujer?
Notar discriminación desde que somos niñas. Se impone el tener que llevar unas tareas para que los hombres no tengan que hacerlas. Una exigencia por cumplir las expectativas de todo el mundo, especialmente la de los hombres y preguntarte ¿quién cumple las mías?
En la casa, en el colegio, en la calle, con los amigos y las amigas, la familia… cada cual te dice qué debes hacer, cómo debes pensar y pobre de ti como lleves la contraria. Busca pareja ¿dónde va una mujer sola por el mundo sin la compañía de un hombre? Por lo visto a ninguna parte.
Nos dijeron que podríamos con todo: la familia, la pareja, los hijos e hijas, el trabajo y el patriarcado social. ¿Qué más quieres? Justicia ¿tal vez?
Creces, estudias algo e intentas acceder al mundo laboral, si te dejan. Te casas y tienes descendencia, con suerte das con un hombre bueno que no te maltrate y ¿qué sucede cuando das con un maltratador? Caerá todo el peso de la justicia sobre ti, la sociedad también. No es broma, mucha propaganda del 016, llama y denuncia ¿para qué? No me malinterpreten, comprenderían esto si escucharan a las mujeres supervivientes cuando ven que les arrancan los hijos e hijas, o bien sus padres, bien los jueces y juezas, o bien la sociedad que las juzga constantemente o se encogen de hombros con la clásica frase “yo no puedo hacer nada, no es asunto mío”. Todas y cada una de las personas de esta sociedad es cómplice de este maltrato continuado hacia esas mujeres y sus hijos e hijas. UN MALTRATADOR JAMÁS PODRÁ SER BUEN PADRE. El maltrato no distingue de clases sociales, de ideologías… NOS AFECTA A TODAS LAS QUE NACEMOS MUJERES. La sociedad siempre se posiciona a favor de ellos, de una forma u otra. ES FRUSTRANTE. ¿Sabéis qué noté al escucharlas? Dolor, necesidad de comprensión y que las habían asesinado en vida. Hartas de ser cuestionadas, de sufrir violencias, de que ellos puedan mentir, tergiversar, hacer cualquier cosa y quedar impunes mientras ellas deben escuchar el “pasa página, acepta que ya no tienes hijos, no es tan mal padre…” ¿No es tan mal padre cuando ha deshumanizado a una mujer delante de su prole, cuando los manipula para hacer daño a la madre, cuando ha aplicado violencia a sus hijos e hijas? En los casos más extremos matan a la mujer, en otras las asesinan en vida quitándoles lo que más quieren: sus hijos e hijas. No porque los quieran, simplemente para mandar el mensaje a esa mujer de que no es un ser humano, es una posesión más, lo mismo que esas hijas e hijos. ¿De verdad eso es un buen padre?
No ignoramos las banderas rojas, es que nos obligan a colocarle un blindaje que ni los rayos x de supermujer sin kriptonita nos permite ver cada microviolencia que recibimos constantemente. Pobre de ti como te defiendas de ellos, te acusarán de odiadora. La frase que menos soporto cuando expresas el daño de un hombre “es que debes ser más comprensiva”. HASTA EL COÑO.
¿Qué podemos hacer ante una sociedad que nos considera el objeto de consumo de los hombres, cómo esperamos que ellos se comporten como seres humanos cuando siempre los tratamos como a dioses y a nosotras como esclavas?
Es frustrante, muy frustrante. Lo peor es cuando crees que has avanzado algo y te lo arrebatan todo, sin despeinarse. Sentir que las cosas que te hacen humana lo asesinan, entre todos y todas tomamos el cuchillo de la puñalada que nos arranca la vida, de una forma u otra.
Lo grave de este caso, es que tenemos estereotipos muy marcados y creemos que víctima es solamente aquella que tiene el ojo morado, empobrecida… cuando no cumples ese estereotipo nadie te cree y te deshumaniza, te tilda de loca, acaparadora destrozadora de vidas de hombres de forma injustificada. Otra vez el cuchillo patriarcal gana asesinando nuestras vidas.
Si logras que no te asesine a ti ni a tus hijos, vas a tenerlo siempre persiguiéndote y haciendo que tu vida sea una pesadilla a través de la sociedad y la justicia. Nadie para esto, nadie nos escucha, nadie hace nada. NADA.
Ojalá todo el mundo las escuchase, creyese y parase esto, porque están sus vidas en juegos y la de esos hijos e hijas. No, no podemos mirar hacia otro lado. Por ellas hay que salir a gritar.
Hombre, si estás leyendo esto por casualidad, no vayas ese día a la manifestación. ¿Realmente quieres ayudarnos? QUÉDATE EN CASA, por mucho que alguien te pida lo que sea, QUÉDATE EN CASA. La única forma de que un hombre nos ayude en nuestras manifestaciones es quedándose en casa ¿Por qué? Porque muchas mujeres ese día quieren salir a poder gritar, desahogarse, ser escuchadas y no pueden porque ven a hombres. Muchas acuden y encuentran a su maltratador, violador allí, rodeado de mujeres y regresan a sus casas, silenciadas de nuevo. Otra vez un hombre silenciando a una mujer. Ya sabemos que tu Manolo no es, pero no sabemos qué Manolo es, la única forma de andar seguras es que no acuda ningún Manolo para que ellas puedan tener voz un día, unas horas de alivio y comprensión ¿tanto os pedimos, hombres? Quedaos en casa, no os va a dar algo y es la mejor forma de ayudar. Quedad con otros hombres fuera de la manifestación y abolid el género entre vosotros, explicad que las mujeres somos seres humanos, que no se nos debe de revictimizar, ni tratar como objetos… Decid que no sois mejores hombres por no saber hablar de sentimientos, o hablad de esas cosas que nunca habláis por GÉNERO. Es así, y no de otra forma, como nos podéis ayudar. Por favor, no vayáis a la manifestación para que las silenciadas y muertas puedan salir sin miedo.
Me dejo muchas cosas que me han contado, así que habrá segunda parte de este artículo.
Por un marzo combativo. Por un 8M más unidas que nunca.
Addenda:Este artículo no es mío, es de ellas, ellas son las verdaderas creadoras del artículo, yo simplemente lo firmo.
