Violencia de género: «La única forma que tienes de librarte de mí es muerta»

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Por Karina Castelao

¿”Te has enterado ya de que la única forma que tienes de librarte de mí es muerta”?

Estas palabras fueron las que le dijo Pedro Muñoz, poderoso político leonés a su mujer, Raquel Díaz, tras haberla arrojado al vacío y apalearla cuando ya se encontraba en el suelo.

Ya sé que hay muchas feministas que rechazan el concepto de Violencia de Género por la confusión interesada del término “género” como sinónimo de “sexo” dando a entender que las víctimas lo son por tener un género determinado – recordemos que no hay dos géneros, hay uno solo, el género humano, que se manifiesta de distinta forma según el sexo. Yo no lo rechazo. De hecho considero que es el término más preciso para explicar un tipo específico de violencia machista que, además, es el más habitual.

La violencia no tiene género, ES de género, y el criterio es el sexo (como en cualquier forma de violencia machista). Es decir, ese constructo social que atribuye roles, estereotipos, mandatos y normas a las personas según sean hombres o mujeres y que coloca a las segundas en situación de sometimiento respecto a los primeros, es el que hace creer al hombre que la mujer con la que establecen una relación sexoafectiva es de su propiedad (extensible también a los hijos). Antes eran crímenes pasionales y hasta eran atenuantes. “La maté porque era mía”, “te prefiero muerta que de otro” o “antes de que me dejes te mato”.

La violencia de género es un tipo específico de violencia ejercida por los hombres donde no hay más objetivo que la mujer a la que dicen amar y proteger y que es en muchos casos la madre de sus hijos. Y la razón para ejercer violencia contra ellas es principalmente la sensación de perder su control. Los asesinos de esas mujeres, cuando ellas se salen del redil, no las matan, las ejecutan.

La historia de Raquel Díaz es la historia de una de esas ejecuciones, en este caso, fallida.

Raquel Díaz está parapléjica porque su marido la arrojó desde una terraza el 27 de mayo del 2020 después de meterle una brutal paliza. Como cuenta @laanaimtw en su cuenta, el juicio por este caso comenzó la semana pasada después de casi cuatro años, y durará hasta el 21 de diciembre. El marido de Raquel Díaz y presunto maltratador es Pedro Muñoz, un conocido político de Ponferrada (León) que ha pasado ya por varios partidos políticos entre ellos PSOE y PP y que ha sido incluso alcalde del pueblo de Toreno.

Raquel denunció por primera vez haber sufrido agresiones en 2018. En marzo de ese año y durante una paliza llamó al 112 pero la Policía local del municipio no se presentó. Consta que emergencias pasó el aviso pero los agentes solo acudieron al portal de la casa de Raquel en el que curiosamente hay un cartel que ponía el nombre y apellido del político. Ahora se investiga si Pedro Muñoz habría utilizado su posición en el Ayuntamiento para evitar que auxiliaran a su mujer en ese momento o si la omisión de auxilio fue por iniciativa de la policía.

Raquel declaró en el juício que, tras esa denuncia, Muñoz en el año 2019, y siempre bajo coacciones y amenazas, la obligó a firmar un documento conforme ella negaba sufrir malos tratos. Pero el 27 de mayo del 2020, y tras una discusión, Pedro Muñoz lanzó desde la terraza a su mujer y ya en el suelo la golpeó con un palo mientras le repetía: “zorra, hija de puta, ¿sigues viva?” Pedro Muñoz llamó a los servicios de emergencias porque evidentemente daba por muerta su mujer como así se lo comunicó por teléfono a su hija y al guardés de la finca.

Cuando llegaron los servicios de emergencias dijo que su mujer se había caído. Pero los médicos que la atendieron en los hospitales de León y El Bierzo tras esa noche declararon que las lesiones que Raquel presentaba no podían ser solo de una caída y que “no concordaban con la versión referida por el edil” y la doctora de la UCI del Caule presentó su sospecha de malos tratos, alertando a la policía nacional debido a que Muñoz “daba versiones contradictorias” y la víctima presentaba lesiones de distinta evolución. Pedro Muñoz por supuesto lo negó todo y dijo “que hable mi mujer” pensando que nunca iba a despertarse del coma y que, en el mejor de los casos, iba a morir. Es más, aseguró que la cuidó y que gracias a sus cuidados le había salvado la vida.

Pero tras cuatro intervenciones quirúrgicas ella se despertó y habló.

Raquél declaró que esa noche Muñoz la “cogió del cuello como siempre, me pegó, me arrojó desde la ventana contra el pozo y después me volvió a pegar”.  En el juicio que ha empezado esta semana Raquel ha explicado una relación llena de violaciones, malos tratos y amenazas. “El trato vejatorio fue durante toda la relación. Cuando quedaba con un cliente en  un bar (ella era abogada) él aparecía. Allí no pasaba nada, pero en casa había palos.” La propia hermana de Raquel tiene grabadas en el teléfono horas y horas de peleas e insultos.

Y de hecho, desde la agresión hace cuatro años, ha sufrido varias coacciones y amenazas para que no denunciara a este individuo que tiene tanto poder en León y sí, Pedro Muñoz ha estado dos años en prisión preventiva pero ahora está libre con un montón de pruebas en su contra.

Raquel Díaz no murió, pero ese año murieron asesinadas por sus parejas o exparejas 50 mujeres, y este año en el que nos encontramos ya han sido ejecutadas por los hombres que decían amarlas, 55 mujeres, el peor dato de violencia de género de los últimos 8 años, y con el que ascienden ya a 1.237 víctimas en 20 años.

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