La dirección del hotel balneario Eurostars Isla de La Toja (Grupo Hotusa) anunció el pasado viernes el inicio de un ERE extintor para el personal que no aceptó tomarse las vacaciones en enero, ya que la compañía pretende cerrar durante ese mes y quiere que los trabajadores regresen a su puesto con las vacaciones ya consumidas.
Desde el comité de empresa denuncian que «se trata de un chantaje y un abuso de poder por parte de la empresa», al considerar que la empresa primero amenazó con hacer disfrutar de las vacaciones en ese periodo al personal que no aceptara, y luego optó por anunciar el ERE para estas personas.
El comité, en una rueda de prensa, exige la retirada de el expediente que supondría el despido de las personas que no aceptaron «chantajes y coacciones», entre ellos la mayoría de miembros de la representación sindical.
Explican que «el anuncio de la tramitación del ERE se produjo en plena negociación sobre el calendario laboral para el próximo año, precisamente cuando hoy se desarrolla en la Asamblea General la mediación laboral para intentar resolver sin conflictos el desacuerdo existente.
La empresa apuesta por seguir con la misma política de cierre del establecimiento durante el mes de enero que ha llevado a cabo en los últimos años, primero por obras y luego por la pandemia, y ahora por una decisión empresarial y se pretende que la plantilla (más de 50 trabajadores: 30 fijos, 17 fijos intermitentes y el resto contingente) disfrute de las vacaciones en este periodo y trabaje de forma ininterrumpida durante el resto del año».
Todas aquellas personas del grupo de fijo que se negaron a aceptar «fueron amenazadas con pasar a fijo discontinuo, y las que no se comprometieron con ello acudirán al ERE de extinción».
Por eso la representación sindical considera que se trata de una decisión ilegal, ya que la presentación del ERE no tiene causas justificadas sino que se trata de un intento de «intimidar» a la plantilla para que acepte el «chantaje de la empresa».
