¿Qué le pasa a Ursula?

0

La Presidenta de la Comisión europea, no elegida por el pueblo y por lo tanto ilegal, quiere controlar todos los contenidos de las redes sociales, expulsar a aquellas personas que molesten propagando otras versiones distintas a la oficial. Desea que Europa, otrora el paraíso de la democracia y de los derechos humanos, se transforme en algo parecido al Gran Hermano de Orwel.

Pobrecita que no sabe absolutamente nada de quién será el responsable del ataque al Hospital Al-Ahli de Gaza. Pocos indicios le bastaban para saber si en Ucrania un ataque era perpetrado por Rusia. Ahora que Israel ha decidido honrar el genocidio que tanto recuerda la familia de Ursula y dado que es USA el valedor del estado terrorista de Israel, ella se limita a llamar a la calma. Y es que enseguida había un comunicado con los muertos aún calientes y sin que se hubiera dispersado aún el humo de la explosión. Pero es que estamos hablando de Ursula, la del pasado familiar nazi. Y, efectivamente, su abuelo se afilió al partido nazi en 1940. Llegó a ser sargento mayor de la Wehrmacht, participó en la batalla de Babi Yar en septiembre de 1941 en la que más de 33.000 judíos fueron masacrados. Y ella, en lugar de luchar contra los nazis, se alía con ellos. No lava la memoria del abuelo con una acción antinazi si no que vuelve a caer en el mismo error que el abuelo. Sin duda de casta le viene al galgo ya que ella, tan pausada y ferozmente te lanza una mirada asesina cuando se le increpa desde los escasos escaños de la izquierda europea en el Parlamento o tan pronto sonríe y abraza efusivamente a declarados nazis como su abuelo. Amor filial diría yo que tiene con Zelenski. 

Pero es que además quiere expulsar a todas las personas consideradas peligrosas para la seguridad nacional. La cuestión es, ¿peligrosas para quién? Porque si consideran peligrosos a aquellos que no se crean sus mentiras y difundan con datos claros y contrastables la verdad es que igual estamos hablando de cercenar la libertad de expresión. Que no es más que la punta de lanza de los Derechos Humanos. Sin esa libertad de expresión nada puede realizarse. Los poderes públicos pueden así vendernos cualquier moto, incluso si no es una moto si no una vieja bicicleta. 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.