El papel histórico desestabilizador de EEUU en Ucrania en 1957

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La injerencia norteamericana en Ucrania ha sido histórica, durante los primeros años de la Guerra Fría, según describe Evan Thomas en su libro «The Very Best Men» cómo la CIA decidió en 1949, lanzar agentes desestabilizadores en paracaídas a los montes Cárpatos de Ucrania. “Fueron misiones condenadas al fracaso; los servicios de seguridad altamente eficientes del Kremlin capturaron a los infiltrados mientras aplastaban los movimientos de resistencia”, escribe.

Tim Weiner, en su investigación de la agencia de 2007, «Legacy of Ashes» también utiliza relatos de la CIA para explicar las consecuencias: «La CIA envió a docenas de agentes ucranianos por aire y por tierra. Casi todos fueron capturados. Los oficiales de inteligencia soviéticos usaron a los prisioneros para enviar desinformación: ‘Todo está bien’, ‘envíen más armas’, ‘más dinero’, ‘más hombres»

Los infiltrados ucranianos de ideología neonazi fueron seducidos en aquel entonces por promesas estadounidenses poco realistas. “La resistencia ucraniana no tenía esperanza alguna de ganar a menos de que EEUU estuviera dispuesto a ir a la guerra en su nombre. Dado que EEUU no estaba dispuesto a eso, lo que hizo fue, en la práctica, alentar a los ucranianos a ir a encontrarse con sus muertes”, explica John Ranelagh en su historia de 1986 «The Agency: The Rise and Decline of the CIA».

La razón por la que estas operaciones estadounidenses fueron tan vulnerables fue la “penetración” de los soviéticos en dos supuestos movimientos de resistencia ucranianos, la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN por su sigla en inglés) y la Alianza Obrera Nacional (NLA por su sigla en inglés), según Christopher Andrew y Oleg Gordievsky en su libro de 1990, «KGB: The Inside Story» KGB. Luego de que los movimientos fueron aplastados, los operativos soviéticos rastrearon a los dos líderes, Lev Rebet de la NLA y Stepan Bandera de la OUN, y los eliminaron en 1957 y 1959, respectivamente.

Portada del informe

EEUU persistió en su tarea.

En 1957, año del lanzamiento por la URSS del primer satélite ar­tificial, el Sputnik, EEUU analizaba una guerra en el Donbáss como parte de un levantamiento contra la URSS según desvela el documento desclasificado de la CIA «Resistance factors and special forces areas Ucrania» publicado en 2016.

El trabajo de más de 200 páginas fue escrito por un grupo de investigadores de la Universidad de Georgetown por orden de una de las divisiones del Ministerio de Defensa. Es un análisis completo de las perspectivas de llevar a cabo una lucha armada antisoviética en Ucrania para un posible levantamiento. «La capacidad de resistencia nacional en Ucrania podría tener consecuencias más graves para la URSS que en otras partes del país», dice el informe.

Imagen en artículo de las áreas soviéticas más leales de Donbass en el mapa estadounidense

En el artículo «From the CIA Archives: The US was preparing an anti-Soviet operation in Ukraine back in 1957″ de Vitaly Chervonenko se especifican los detalles del desarrollo económico, transporte, comunicaciones, topografía y clima de las regiones. Los analistas expusieron el estado de ánimo de la población, las características lingüísticas y las posibles tensiones étnicas en varias regiones del país. En ciertas conclusiones del informe coinciden milagrosamente con el curso de la llamada «primavera rusa», particularmente en lo que respecta a Donbass

El mapa de la lealtad.

Según los analistas estadounidenses, el levantamiento debería haber sido apoyado en muchas partes de Ucrania, y la división a favor y en contra de Moscú se habría producido más o menos en la misma frontera que hoy separa Donetsk, Lugansk y Crimea del resto de Ucrania.

Fue creado sobre la base de cuatro factores principales: la composición étnica de las regiones, la postura hacia los bolcheviques durante 1917-1921, la actitud de la ocupación alemana y los movimientos partisanos, así como el número de casos de resistencia armada al poder soviético. De acuerdo con estos criterios, Ucrania se divide en 12 regiones, desde las más leales hasta las que perciben negativamente a los comunistas.

Imagen del artículo con el nivel de apoyo al candidato presidencial prooccidental Viktor Yushchenko y al «prorruso» Viktor Yanukovych en las elecciones de 2004

Las más leales al régimen soviético que los estadounidenses determinaron que eran Crimea y parte de Donbass, las regiones industriales de las regiones de Lugansk y Donetsk.

La región económica más importante, el Donbass, consigna que no es en absoluto adecuada para las operaciones especiales de las fuerzas debido a la falta de lugares para enmascararse, la alta densidad de población y «una gran cantidad de población rusa y ucraniana rusificada».

Compilado por investigadores, el mapa de lealtad es como un mapa similar en el momento de la independencia: desde el apoyo a las fuerzas naranjas en las elecciones de 2004 hasta la percepción de ideas separatistas en la primavera de 2014.

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