Un preacuerdo de convenio que condena a la precariedad al Telemarketing

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La huelga convocada por el sindicato CGT para el pasado lunes en el sector del contact center superó el 50% de seguimiento, cifra que los convocantes consideran muy satisfactoria. Durante la jornada de paro los centros de llamadas de los principales clientes han estado colapsados. Multinacionales como Telefónica, Santander, BBVA, Iberdrola o Endesa se quedaban imposibilitadas de contactar, sin ninguna persona al otro lado de la línea.

CGT valora en buena medida el resultado puesto que se intentó entorpecer la convocatoria desde varios frentes, y no todos fueron la Patronal.

Para empezar, las prácticas antisindicales de las principales empresas del sector se pusieron de manifiesto cuando el día de huelga las empresas disparaban el teletrabajo, con la intención de disminuir su seguimiento. Por su parte, los servicios mínimos decretados por las comunidades autónomas han sido abusivos.

Además, CCOO y UGT emitieron un aluvión de comunicados el fin de semana anterior a la huelga, cuestión que desde CGT estiman como “hacer de auténticos voceros de la patronal, que mandó una propuesta el viernes a última hora de la tarde”.

Representantes de CGT consideran que esos comunicados de CCOO y UGT pretendían «reventar la huelga, para allanarse el camino y poder así firmar el pésimo convenio que las empresas pretenden imponer».

El convenio acordado por Patronal, CCOO y UGT plantea un periodo de 7 años, el convenio más largo de la historia. Ese convenio supone una pérdida de poder adquisitivo que hará que los sueldos del sector sean absolutamente insuficientes acceder a los bienes de primera necesidad.

La pérdida será de un 6,5% de salario de 2021, un porcentaje aún por determinar de 2022 que puede situarse en torno al 4%, con los datos actuales, y además todo el porcentaje que acabe por encima de este 3,5% en 2023 y todo lo que supera el 3% del 2024 y el diferencial que exista para los mercados en los años 2025 y 2026. Mientras tanto las empresas tienen beneficios récord año tras año desde la pandemia.

En lo que se refiere a contratación, CCOO-UGT y Patronal acuerdan la peor versión de la reforma laboral: eternizar la temporalidad de los contratos eventuales que estaban fijados para la mayoría de sus puestos en el anterior convenio con un límite de cuatro meses.

 Los contratos eventuales podrán ahora alargarse hasta 9 meses y el contrato de fijo discontinuo pretende mandar a los trabajadores al paro por periodos de hasta 6 meses. El incremento de contratos indefinidos vendido por el Ministerio de Trabajo no supondrá ninguna mejora sobre la situación real que ya existe en la mayoría de las empresas.

CGT señala que tanto CCOO como UGT firmaron convenio tras convenio desde hace 20 años y esa pasividad ha supuesto decenas de miles de despidos casi gratuitos. Cuando las sentencias de la audiencia nacional los han tumbado, tras las demandas de CGT, tratan de atribuírselo como un triunfo propio.

Por si esto fuera poco, se perdona a la Patronal todo el dinero que las empresas han dejado de pagar desde el inicio de la pandemia y que ha corrido a cargo de los depauperados bolsillos de los trabajadores.

CGT informa que rechaza esta propuesta y que seguirá negociando y luchando por un convenio digno.

1 COMENTARIO

  1. Ahí está el sindicato vertical CCOO-UGT haciendo lo que mejor sabe. Traicionar a la clase trabajadora a cambio de mantener la mamandurria.

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