El pasado 26 de noviembre se celebraron en Taiwán las elecciones locales, donde el Kuomintang (KMT) arrasó en 4 de las 6 grandes ciudades taiwanesas.
Este resultado muestra un cambio de tendencia en la isla, gobernada mayoritariamente por el Partido Progresista Democrático.
Hay que recordar que el Kuomintang es un partido nacionalista chino que defiende la política de «una sola China» y, por tanto, la reunificación de la isla con el resto de la República Popular China, tal y como sostienen los convenios internacionales en sintonía con el PCCh.
En este sentido, el PCCh ha felicitado al pueblo taiwanés por el resultado de las elecciones declarando que «son una buena señal de que la ciudadanía busca la paz, la estabilidad y una buena vida».
Además, aseguran que seguirán trabajando por mantener una relación pacífica con la isla e impulsar la política de una China unificada.
Esta situación de debilidad del Partido Democrático Progresista, quien comprometió la paz en la región con la reciente visita de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, ha provocado la dimisión de la Presidenta de Taiwán, Tsai Ing-Wen.
