Las encuestas venían advirtiendo del escenario que se avecinaba, pero ninguna fue capaz de llegar tan lejos. El Partido Popular de Moreno Bonilla ha arrasado en Andalucía superando su mejor resultado, superior a los 50 diputados que consiguiera Javier Arenas en 2012, mientras que PSOE y la izquierda alternativa empeorarían a su vez su suelo histórico establecido en 33 diputados para el PSOE y cinco para Izquierda Unida (en solitario y en su peor momento) De hecho, Por Andalucía (conformada por IU, Podemos, Más País y sus socios)y Adelante Andalucía, la formación de Teresa Rodríguez, ni siquiera se aproximan a los 17 parlamentarios que consiguieron en común en la última cita electoral.
Los resultados ciertamente son desesperados para la izquierda con un Partido Popular con 57 representantes y 14 para la extrema derecha. El Partido Socialista se queda en 31 diputados mientras que Por Andalucía iguala los cinco que obtuvo IU en su peor resultado histórico, en un contexto radicalmente distinto tal era 2015, recién salida de un gobierno de coalición en el que los recortes en sanidad y educación pasaron factura a la organización, que competía entonces además con el pujante Podemos.
Solo Adelante Andalucía parece tener motivos para celebrar algo en el bloque de izquierdas, pues ha conseguido entrar en el Parlamento con dos asientos, consolidando un nuevo espacio político nacionalista y de izquierda.
