La debacle histórica de la izquierda en las elecciones andaluzas del 19J han herido de manera profunda a la que sigue siendo columna vertebral de la izquierda alternativa en la región, y es que el Partido Comunista, -que mantiene en Andalucía su bastión fundamental con casi la mitad de su afiliación a nivel nacional-, ha perdido, por vez primera, toda su representación en el Parlamento Andaluz.
Ello ocurre después de que la apuesta andaluza de los comunistas en forma de coalición electoral junto a Podemos, Más País, Equo y otras organizaciones minoritarias, no haya obtenido el apoyo esperado de los electores que han castigado un experimento que fue presentado como avanzadilla del proyecto que Yolanda Díaz tiene previsto lanzar en las próximas semanas y que pretende aglutinar a las fuerzas de izquierdas a la izquierda del PSOE.
La priorización del éxito de ese proyecto estatal frente a cualquier otra consideración, hizo que el propio, Ernesto Alba, secretario general del partido en Andalucía, justificase la pérdida de peso en las listas electorales de Izquierda Unida frente a Podemos, con tal de conseguir que Inmaculada Nieto (que no milita en el PCE) fuese la candidata en la región.
En las declaraciones de Alba (que fueron hechas en un Comité Central del PCE que hizo públicas El Común), se reconocía haber dado peso en la candidatura a organizaciones con un calado menor en la región, sacrificandose por el proyecto de Frente Amplio que tiene previsto construir Yolanda Díaz y afirmando que por ello, en Andalucía «se habían cumplido todos los objetivos «.
Así, los comunistas sólo lograron incluir dos candidatos de cabecera en provincias con menos probabilidad de éxito electoral, lo que les ha dejado fuera del Parlamento mientras que Podemos ha logrado tres, e incluso Más País (organización inexistente en la práctica en la región) ha logrado una parlamentaria por Sevilla, provincia en la que, paradójicamente, ha sido el PCE el que ha llevado el peso de la campaña.
