Autocrítica necesaria

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Hay una canción de Los Chikos del Maíz, llamada «Interestelares» que me gusta mucho en el sentido de que en momentos, describe muy bien ese clasismo y ese desprecio que se lanza contra la clase obrera en muchas ocasiones, tanto desde la derecha más casposa y que únicamente se dedica a destilar odio por medio de mentiras y bulos, pasando por la que se viste de modernidad para tapar un poco su olor a fascismo rancio de otras épocas, llegando incluso a la izquierda, ya sea la que a veces parece que se sienta culpable de serlo y sueña con ser de derechas, como la más «progre» y posmoderna.

Algo que se ve reflejado mucho en redes sociales y que yo personalmente, como parte de la representación de un grupo de trabajadoras y trabajadores del taxi, hemos vivido y del mismo modo, hemos sufrido.

No es la primera vez que hablo de como algunos representantes políticos han menospreciado o han intentado humillar en muchas ocasiones a los taxistas, pero sí que es verdad que la mayoría de las veces he expuesto a los de siempre, los que quieren su patria para se les vea en su muñeca mientras la venden por dos duros a buitres extranjeros.

Lo habéis adivinado, PP, Ciudadanos y Vox. Lo de siempre, vamos.

Pero esta vez voy a ir un poco más allá porque a día de hoy parece que la cosa a alguno se le ha ido de las manos y de esto no se salva nadie, por muy progre que seas y por mucho de «izquierdas» que te consideres en Twitter.

Yo puedo entender que una persona tenga una mala opinión del servicio del taxi o de los taxistas a nivel particular, cada persona tiene sus propias experiencias y de hecho es bueno conocerlas para mejorar o para dar un toque de atención pero por eso mismo, las situaciones particulares son eso, particulares, no definen a todo un colectivo y por suerte son pocas y tenemos los medios necesarios para tomar medidas. El que no respeta una ética en el trabajo y unas normas de servicio público como es el sector del taxi, no está respetando ni a la labor de los demás compañeros ni a la de los usuarios que tienen derecho a disponer de ese servicio siendo prestado dentro de una serie de normas.

Ahora bien, cuando un político, del partido que sea, intenta menospreciar, insultar o humillar a un colectivo en general, como nos ha pasado en varias ocasiones, está atacando no sólo al taxi, sino que a toda la clase obrera en general. Y ya no es como muchos hacen cuando les replican, con lo de acogerse a la libertad de expresión (cuando te interesa, claro), sino que, teniendo un cargo político como representante de todas y todos los ciudadanos tienes, tanto la responsabilidad y la obligación de saber diferenciar, tener criterio y no generalizar como a su vez, actuando así, te estás retratando ya que sí por alguna razón hay un problema en el servicio que se presta, en gran parte es culpa del político de turno que no hace su trabajo para resolverlo.

Y qué casualidad que los que más hablan en redes sociales son luego los que menos saben del tema y los que más deberían callar porque no hacen ni el huevo. Inútiles.

Tenemos varios ejemplos, como cuando yo mismo me enganché con un concejal de Ciudadanos (ni de su nombre me acuerdo habrá acabado en el ostracismo como su partido) que nos decía que menos quejarse de lo que no hacen los políticos y más mejorar el servicio, y luego no sabía ni que los contratos de Uber y de Cabify contienen decenas de cláusulas abusivas o que desde hace años existen aplicaciones propiedad de taxistas y no de fondos buitres ni de inversores extranjeros con premios a nivel nacional para poder coger un taxi.

También recuerdo cuando otro político de Vox, Ignacio Garriga, publicó un tuit indicando que «Las mafias del taxi agreden y se creen los dueños de las calles», por bloquear la ciudad en una manifestación para reivindicar los derechos de miles de trabajadores y de familias que viven del taxi.

Algo que por otra parte, también lo entiendo, cuando eres el que somete y no el sometido es normal hacer ese tipo de comentarios, (¿Habéis visto el meme del Comandante Fidel y Monasterio “La pequeña gusana tiene razón, lo hicimos”… Pues eso).

O cuando por ejemplo, le tuvimos que explicar (porque no lo sabía) al mismísimo Ex- Consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid (responsable tanto de nuestra actividad como de la de las VTC en el gobierno de Cifuentes) cómo a diferencia de los taxis, si Uber o Cabify te roba, no se puede reclamar a la administración, o como cuando Jordi Sevilla, ese señor del PSOE que parece de Vox nos llamó monopolio y se quedó tan ancho…

Y la realidad es que por una parte me da igual lo que escriban estos personajes, de hecho me parece hasta cómico, ya que luego resulta que en las diferentes comisiones de transporte el representante de Vox hace el ridículo delante de todo el mundo demostrando que ni sabe lo que es un taxi, ni sabe que es una VTC ni debe saber en donde está hablando, el de Ciudadanos para argumentar su rechazo a un real decreto que regula la actividad de Uber y Cabify sólo suelta los cuatro mantras que lee en el perfil de algún niñato neocon que no ha dado un palo al agua en su vida o el del PP que directamente intenta modificar las leyes para beneficiar a estas empresas, acabando arrastrándose en los juzgados ante los abogados de los taxistas.

Y en el PSOE, pues bastante tienen que tener con ese personaje que no es que parezca más de derechas que de izquierdas, es que lo es, como tantos otros, directamente.

Cuántas veces habremos pensado eso de “Si Pablo Iglesias levantara la cabeza…”

Y todo esto se quedaría ahí, sino fuera porque ésta actitud de soberbia y de creerse superior a un grupo de trabajadores afecta a nuestro futuro de manera muy grave.

Aparte de que pese a tanta prepotencia y clasismo, no son más que como dice otra canción del mismo grupo, «perros que defienden al amo pero duermen en el jardín».

Pero hay más, porque Podemos, pese a apoyar siempre al sector del taxi, a día de hoy parece que no va por muy bien camino.

Y no va por buen camino porque en redes no se vislumbra un espíritu crítico con su gestión.

¿Cómo pretende mejorar un partido que debería aspirar a ser el referente de la izquierda en este país cuando las promesas no se traducen en hechos, son todo excusas y no hay nada de crítica? ¿Cómo vais a ser conscientes de lo que no estáis haciendo bien si para vuestro votante al final todo son los 35 escaños y es culpa del PSOE. (Pues si es culpa del PSOE haz algo antes de acabar como ellos, que vais camino).

Y porque cuando un grupi de Podemos, con miles de seguidores y sin criterio ninguno para algunas cosas, culpa a los taxistas de que Pablo Iglesias no ganara Madrid en lugar de preguntarse porqué partidos fascistas suben como la espuma en barrios obreros donde Podemos tendría que haber barrido, como el mío, es para preocuparse.

Hay que tenerlos cuadrados. Y la verdad es que no es el único progre que falta el respeto a todo un sector de trabajadoras y trabajadores como es el taxi y luego con otros, no se atreven…. Supongo que van a por el que creen que es el débil, de tal modo que cada día algunos parecéis, más a lo que criticáis queridos influencers de la verdadera izquierda. Mañana cuando otros trabajadores reivindiquen sus derechos si no son lo suficientemente dignos para vosotros, a por ellos…

A mí no se me caen los anillos de decir que conozco a muchos compañeros y compañeras de Podemos a los que admiro por su gran labor y de hecho probablemente yo no soy parte activa porque en este momento, mi sitio está representando los intereses de un grupo de taxistas con una ideología, unos valores, una vocación de servicio y una visión muy crítica, claramente de izquierdas, y por encima de cualquier partido. Y la deriva que está tomando Podemos en este aspecto es la de haber entrado a asaltar los cielos y acabar siendo otra pata del capital y de los enemigos de los trabajadores.

Para finalizar, creo que hay que saber a quién se debe cada uno y si bien ya conocemos a qué intereses se deben los partidos de derechas y el PSOE, Podemos debería replantearse estás cuestiones, y si prefiere un votante crítico o uno alienado que ataque a los mismos trabajadores para defender su partido. Deberían replantearse antes de que su fandom les devore como Cronos hacía con el tiempo. Gente buena de base hay hasta en el PSOE os lo puedo asegurar, y fijaos a veces… En el momento de que no hacéis autocrítica con vuestro partido, los primeros perjudicados sois vosotros.

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