Decenas de miembros y simpatizantes del Sindicato de Trabajadores Independientes de Gran Bretaña (IWGB) se manifestaron el pasado lunes, 26 de julio en la sede de Uber en Londres para protestar y pedir la readmisión de 200 conductores y mensajeros despedidos en lo que llevamos de año por parte de la multinacional californiana .
Desde el sindicato exigen «un proceso de despido transparente que incorpore los derechos básicos de los trabajadores a una audiencia, representación sindical y apelación contra las decisiones».
El sindicato también expresó su preocupación por el impacto desproporcionado de los controles de identidad automatizados en los trabajadores negros, asiáticos y de minorías étnicas, muchos de los cuales han informado de haber sido abandonados después de años de servicio a la empresa porque su aplicación no reconocía sus rostros, algo que no sucede con los trabajadores blancos.
En declaraciones, el diputado laborista Ian Byrne ha indicado al respecto que «Empresas como Uber, Deliveroo, Bolt y Stuart han convertido el despido de conductores y mensajeros en una rutina diaria» y matiza «Es vergonzoso que cientos de trabajadores clave hayan perdido sus medios de vida sin previo aviso y sin un proceso justo durante el último año, llevando a los trabajadores y sus familias a la pobreza».
Para finalizar, el presidente de IWGB, Alex Marshall, prometió que el sindicato seguirá luchando hasta que los conductores sean readmitidos y se implemente un sistema justo.