Un juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional ha dictado este jueves un auto en el que se concede la libertad condicional a Rodrigo Rato, ex vicepresidente del Gobierno y ex presidente de Bankia, condenado a cuatro años y medio por el caso de las tarjetas black. La decisión fue tomada después de que Instituciones Penitenciarias propusiera su excarcelación. Las instituciones tomaron en cuenta para ello que el condenado supera ya los 70 años, que ha tenido buen comportamiento y que el delito fue cometido hace tiempo, 8 años, y además era su primer ingreso en prisión.
El magistrado explica que el ex vicepresidente del Gobierno ha participado “de manera positiva” en un programa de rehabilitación con encuentros de justicia restaurativa con víctimas arrepentidas. Según medios que pudieron mantener conversaciones telefónicas con el ahora liberado, en los últimos meses había participado en sesiones grupales dirigidas por una psicóloga junto a otros presos en las que «cada uno contaba por qué habíamos sido condenados y hablábamos de las víctimas de nuestros delitos”.
Además, el programa permitió a Rato colaborar las pasadas Navidades en tareas de voluntariado. “Ayudé a repartir juguetes a los niños de familias de otros reclusos”, afirmó Rato en esas conversaciones con los medios.
Se da la circunstancia de que el preso no tenía cumplidas las tres cuartas partes de la condena, tal como marca la ley como requisito para conceder la libertad provisional. Hasta la extinción de la pena, que ocurrirá en abril de 2023, el condenado por los asuntos ilícitos de Bankia deberá quedar “sujeto al cuidado y vigilancia del familiar o amigo que designe y acepte su custodia” o, en su defecto, “en régimen de auto aval”, esto es, asumiendo su propia vigilancia.
Rodrigo Rato, que fuera gerente del FMI, fue condenado en 2017 por un delito de apropiación indebida en el llamado caso de las tarjetas black, de Caja Madrid, dentro del marco de los escándalos financieros de hace unos años. Directivos de la entidad bancaria gastaron más de 12 millones de euros con tarjetas opacas, a la vez que la caja quebraba y era nacionalizada en la actual Bankia, dentro de un rescate que superó los 22.000 millones de euros. Recientemente Bankia fue absorbida por Caixabank, resultando de esta operación la mayor entidad bancaria de España.
La puesta en libertad del político y banquero se produce en un momento de gran tensión política en el país, justo en los días en el que el cantante Pablo Hasel debe ingresar en prisión por injurias a la Corona a través de los textos de sus canciones, o tras la polémica por el despido de un trabajador de TVE simplemente por rotular una noticia de la infanta Leonor con una comparación a su abuelo, quien se encuentra en el extranjero mientras se investigan supuestas evasiones fiscales.
