La Comunidad de Madrid detendrá la vacunación de los sanitarios que se encuentran en primera línea debido a que se «sienten discriminados» en la distribución de las dosis por parte del Gobierno, según ha declarado el consejero regional de Sanidad. Esta decisión se produce pese a que los propios responsables madrileños aseguraron que el retraso en los primeros días de campaña era debido a que estaban reservando viales para la ejecución de las segundas dosis de refuerzo preceptivas.
«Siento mucho tener que decir esto, pero Madrid no tiene dosis para vacunar a más profesionales sanitarios de primera línea”, ha declarado el consejero madrileño, que solo ha administrado el 73% de las dosis que ha recibido y que sólo ha completado la pauta de unas 800 personas. La gestión de la campaña de vacunas está siendo especialmente cuestionable en esta comunidad, en la que la prensa ha destapado incluso casos de personas vacunadas que no pertenecían a los grupos prioritarios, como es el caso de extrabajadores jubilados de una clínica, ni se explica el motivo de que no se hayan reservado la mitad de los viales para las segundas tomas.
Por otra parte, en Andalucía, el consejero de Salud, Jesús Aguirre, admitió que se ha desperdiciado un 20% de los primeros lotes de vacunas marca Pfizer, cantidad que calificó como «un culillo», debido a un déficit técnico en un total de 25 millones de las jeringuillas compradas a tal fin.
Ha sido en el pleno extraordinario del Parlamento andaluz convocado precisamente para preguntar sobre la última hora de las vacunaciones en la región, tras conocerse que se había desperdiciado una quinta parte de cada vial por este defecto en las jeringas, a raíz de las denuncias de sindicatos de enfermería.
Aguirre ha confirmado que la Junta de Andalucía adquirió 25 millones de jeringuillas para cuando llegaran los primeros lotes de vacunas, pero que éstas presentaban un déficit de la dosis de 0,1 milímetros. Cada vial de Pfizer permite poner seis dosis, según indicaciones de la propia farmacéutica, pero estas jeringuillas mencionadas sólo permitían inyectar cinco. Aguirre ha asegurado que actualmente ese «culillo» se está aprovechando.
La farmacéutica ha sido autorizada a modificar el prospecto del medicamento para aclarar que para extraer el máximo de la vacuna se debe usar unas jeringas apropiadas, que poseen un espacio entre la aguja y el émbolo bajo, con el fin de que no se pierda esa mínima parte de cada dosis, que es lo que ha ocurrido en Andalucía, además de en otras comunidades como Madrid o Cataluña.
