Venían a asaltar los cielos pero sólo han asaltado los derechos de las mujeres
Hace dos años ya que la fracción más fascista del Partido Popular, reconvertida en el partido de extrema derecha Vo卐, entraba en el Parlamento de Andalucía. Las feministas que entonces llorábamos por las esquinas, no nos podíamos ni imaginar que el mayor ataque a los derechos de las mujeres lo recibiríamos de los partidos de izquierdas.
Con las derechas, las mujeres perdemos derechos. Históricamente ha sido así, no me voy a alargar poniendo ejemplos. Con los gobiernos de derechas el desgaste de la lucha feminista es el mismo pero en vez de para avanzar, sólo sirve para resistir, para no perder los derechos ya conquistados. Lo bueno de los partidos de derecha es que no se esconden. La mujeres sabemos a que atenernos si llegan al poder: VO卐 derogaría la ley contra la violencia de género (y no quiero ni pensar que más); PARTIDO POPULAR nos arrebataría el derecho a abortar; CIUDADANOS mercantilizaría nuestros cuerpos y a nuestros hijos/as legalizando los vientres de alquiler y la prostitución…
Prefiero diez enemigos de frente que una compañera traidora
No voy a negar el daño que el trifachito andaluz está haciendo. A su tierra y a su pueblo en general, y a sus mujeres en particular. Pero mentiría si dijera sentirme más amenazada por ellos que por esta izquierda posmoderna que venían a asaltar los cielos pero lo único que atacan son los derechos de las mujeres. Nos asaltan desde el gobierno central con su Ley Trans (hay 14 leyes autonómicas similares aprobadas por partidos de todos los colores) pero también desde la oposición. Aún nos sangran las heridas abiertas recientemente por la pseudoizquierda, en el Parlamento de Catalunya, con su funesta reforma de la ley creada en 2008 para erradicar la violencia contra la mujer.
Se habla mucho de la incapacidad de nuestras representantes políticas de derecha e izquierda para llegar a acuerdos. Se les ha criticado mucho que no llegaran a consensos ni siquiera en una situación de emergencia pandémica como la que estamos viviendo. Eso no es del todo cierto. Basta con que la propuesta de ley sea misógina para que se logre el acuerdo entre derecha e izquierda, como hemos visto. Basta con que suponga un avance en los derechos de la mujer, como la abolición de la prostitución, para que se pongan de acuerdo en enterrar la reivindicación en un cajón que ya huele a moho.
Partidos como PSOE, PODEMOS, IZQUIERDA UNIDA, PSC, ESQUERRA REPUBLICANA, CUP o EN COMÚN PODEM entre otros, promueven y apoyan leyes que atacan directamente los derechos humanos básicos de las mujeres; lo hacen en nombre de la izquierda y del feminismo, pero es el mismo sexismo patriarcal que abandera la derecha más rancia, disfrazado de progresismo y diversidad. Es el patriarcado de siempre, con purpurina.
La desigualdad ya no se reproduce por la coacción explícita de las leyes, ni por la aceptación de ideas sobre «la inferioridad de la mujer», sino a través de la «libre elección» de aquello a lo que nos han encaminado.
La igualdad no existe, lo que hay son nuevas formas de reproducción y aceptación de la desigualdad.
Ana de miguel
Otro diciembre nefasto para la Historia
Ha sido un mes histórico para Catalunya. Otro diciembre para la Historia de España tan nefasto como el de hace dos años. Pero como la cosa no va de lazos amarillos, ni de virus asesinos, no lo habéis visto en un especial de Ferreras en la Sexta. El asesino protagonista en estos históricos días que están viviendo las catalanas, es el machismo. La violencia machista no es un ente, son hombres. Hombres que violan, maltratan, prostituyen y matan a mujeres por el simple hecho de ser mujeres. La sociedad les ha enseñado a creerse con derecho a hacerlo por el simple hecho de ser hombres.
Mientras los medios de comunicación de masas desinforman sobre los peligros de la ley trans estatal, alguno de esos peligros se ha materializado ya esta semana en el parlamento catalán: han aprobado reformar la ley de violencia de género convirtiendo al ejecutor en víctima.
La reforma aprobada ya no reconoce a las mujeres como beneficiarias de las medidas y derechos que se desprenden de esta ley. La nueva ley borra a la mujer como clase social oprimida y nos reduce a miembros de un colectivo discriminado. A partir de ahora las catalanas que tengan la desgracia de ser víctimas de violencia de género, tendrán que compartir los ínfimos recursos y los escasos espacios seguros con (cito textualmente) «mujeres transgénero, personas intersexuales, identidades no binarias y con las que no quieren relacionarse con ningún espectro del género binario».
Deformar el lenguaje para corromper la realidad
¿Qué es la disidencia de género? ¿Existen las personas no binarias? Las leyes deben reformarse para corregir defectos, carencias o adaptarlas a los nuevos tiempos. No para legitimar deseos o sentimientos a costa de los derechos de las más vulnerables. Núria González López, abogada del servicio catalán de atención a víctimas de violencia de género, explica de forma cristalina las consecuencias de aceptar esos conceptos acientíficos https://twitter.com/nurygglez/status/1339482480248819712?s=20
Cuando hace dos años entró la extrema derecha en el gobierno andaluz, en aquel nefasto diciembre para la Historia de Andalucía, nos secamos las lágrimas y nos preparamos para luchar, para resistir. La historia se repite, ahora en Catalunya, y hoy volvemos a estar en pie tras lamernos las heridas abiertas esta vez por la ginefobia de la izquierda. Pero ahora tenemos a las traidoras desenmascaradas. Y no les durará mucho el disfrute de sus 30 monedas de plata. Su tiempo ha empezado a contar hacia atrás. Como decimos en Asturies, «al platu vendrás, arbeyu»… El feminismo no vota traidores.
Soy un hombre cissexual, bisexual, no binario… Y no sé si feminista, porque no sé muy bien qué es eso. Me considero tolerante (excepto con la violencia) , y personas que conozco también lo creen. Aprendí que palabras como trans, intersexual, queer, bisexual, trabajo sexual, gestación subrogada… INCLUSO MUJER U HOMBRE son ETIQUETAS con las que muchas personas podemos sentirnos más o menos identificados, al menos mientras construimos NUESTRA IDENTIDAD como SERES HUMANOS. Esa creo que debe ser su UTILIDAD (en mi caso me han ayudado, y creo que en otros también). Sirven para sentirnos más segurxs de nosotrxs mismxs y aumentar la AUTOESTIMA, pilar básico de la personalidad. POR SUPUESTO QUE HAY QUE ACABAR CON TODA VIOLENCIA, y más la dirigida hacia personas vulnerables por ser lo que son. La más antigua y ATROZ es la que aún sufren las MUJERES. NO HAY VIOLENCIA NI DISCRIMINACIÓN MÁS ANTIGUA Y QUE MATE MÁS! Por lo tanto es la que MÁS URGE ERRADICAR, en mi opinión. Pero creo que la cuestión no es pelearnos entre nosotrxs por definiciones o debates legítimos, pero poco productivos en este momento. Pienso que lo más urgente es EVITAR MUERTES A MANOS DE HOMBRES VIOLENTOS. Siempre me paro a pensar que en un año cualquiera mueren muchas más mujeres por hombres violentos, que víctimas produjo ETA en toda su historia. ESE DEBE SER EL CENTRO DEL DEBATE, LO QUE HAY QUE ATAJAR cuanto antes. Si se considera a más personas como víctimas de violencia a manos de hombres, deberíamos ALEGRARNOS y ESTAR ORGULLOSXS de tal avance como sociedad. Ése no es a mi juicio el problema: SÍ LA FALTA DE RECURSOS, MEDIDAS LEGALES, POLICIALES, FORMATIVAS, EDUCATIVAS… que impidan la perpetuación del heteropatriarcado y del machismo. Pero si las personas que estamos implicadxs personalmente en esta lucha no nos ponemos de acuerdo, o no aceptamos el disenso, o despreciamos a quien piensa distinto tachándole de «traidorx» o «fascista», palabra muy de moda y muy mal utilizada… Si no nos ponemos de acuerdo ni entre nosotrxs, qué podemos esperar?