Tras el golpe al gobierno de Evo Morales el 10 de Noviembre del año pasado, sin ningún tipo de consecuencia por parte de los protectores internacionales de la democracia; este domingo 18 los bolivianos tendrán jornada electoral, pero no de la manera más idónea.
Áñez, la senadora que tomó el poder tras el golpe, ha renunciado a su candidatura, según ella procura con ello no fragmentar el voto «democrático» y evitar así la victoria del Movimiento al Socialismo, la formación a la que pertenece Evo Morales.
El golpe se produjo en base a las acusaciones de fraude electoral. Una versión que la OEA, los EUA, y la Unión Europea respaldaron sin evidencia alguna. No es casualidad que las encuestas dan la victoria al candidato masista Luis Arce por un 40% de las votaciones.
Pero no todo acaba acá. Federico Fagioli, político argentino que viajó a Bolivia en misión como observador electoral, fue retenido y declarado persona non grata por el gobierno de Bolivia. El ministro Murillo avisó de que «se le permitió entrar para que esta izquierda, que durante mucho tiempo ha vivido de los recursos de nuestro país, no haga más escándalos». Así informó Telesur.
No es de extrañar que el Movimiento al Socialismo esté preocupado por la seguridad de las elecciones. Han denunciado irregularidades, deficiencias y otros problemas en el proceso que podrían acarrear distorsiones en el conteo y poca claridad. Informa Sputnik.
El presente artículo forma parte del Especial Elecciones en Bolivia que El Común ha puesto en marcha junto a los medios Contrainformación, Nueva Revolución, La Zurda, Eulixe y Al Descubierto.
